1- "GLADBECK : EL DRAMA DE LOS REHENES" (Volker Heise, 2022)
La mejor película documental
que he visto en años lleva el título en español de Gladbeck: El drama de
los rehenes (Volker Heise, 2022), que distribuida por Netflix comienza sin
ningún marco de presentación, sin voz en off y utilizando exclusivamente imágenes reales para narrar el drama acaecido
en agosto de 1988 cuando dos tipos con antecedentes penales, Hans-Jürgen Rösner
y Dieter Degowski, tras entrar en la sucursal bancaria Deutsche Bank de
Gladbeck, en Renania del Norte-Westfalia, toman como rehenes a un empleado y
una empleada del banco y se dan a la fuga en un Audi 100 con 300.000 marcos
entregados por la policía. Más adelante subirá a bordo del vehículo una nueva
pasajera, Marion Löblich, la novia de Rösner.
Lo que hace de Gladbeck: El drama de los
rehenes un documental aterrador es que está confeccionado con imágenes de
archivo de la televisión, cámaras de vigilancia y grabaciones de audio,
apartándose de las reflexiones subjetivas y comentarios de expertos que
contienen siempre algún sesgo ya sea de forma involuntaria. Heise reniega de
ello y muestra la escalofriante realidad al mismo tiempo que ilumina la
condición execrable de los seres humanos, la de los criminales y la de los que
abjuran de cualquier clase de ética para capturar “la gran historia”, aunque
aquí sólo vemos miseria moral.
2- "AFTERSUN" (Charlotte Wells, 2022)
Brillante ópera prima de la
directora y guionista escocesa Charlotte Wells por la que se alzó con el
premio Gotham Independent Film Award como directora revelación. Aftersun
nos presenta a Sophie (Francesca Corio como Sophie niña y Celia
Rowlson-Hall como Sophie adulta) que tenía 11 años a finales de la década de
los 90 cuando disfrutó de unos días de vacaciones en Turquía con su padre, Calum
(Paul Mescal), sin sospechar que serían las últimas. Los días que pasaron
en un resort en la playa le sirvieron a su padre para sumergirse en sus propios
sentimientos y quizás, dar un nuevo rumbo a su vida. Ahora, veinte años
después, Sophie recuerda con añoranza esas últimas vacaciones con su padre,
mientras intenta reconciliar al padre que conoció con el hombre que no conoció.
Puede que sí, puede que la
distancia sea el olvido, Sophie vive en Escocia con su madre, y Calum, su
padre, en Londres, el cariño entre ellos es sincero, y evidente también el
desconocimiento mutuo. Sophie acaba comprendiendo que su padre es además un
hombre, presumiblemente con problemas o severos conflictos existenciales. La
vemos ya adulta rememorar esos días en las grabaciones (tema central de la función)
de aquellos tan banales como extraños días de vacaciones, sus escarceos con un
niño con el que se besa, perdiéndose en la noche con un grupo mayor de jóvenes
que escuchan música y beben alcohol por la noche y se divierten en la piscina
por el día… mientras a su padre se le ve cada vez más abatido, aunque nada
sabemos del motivo de su aflicción, tampoco de su vida en aquella época ni
ahora, pero sí que Sophie acaba intuyendo las complejidades del mundo adulto, esforzándose
en cubrir de la manera más afable el expediente familiar en aquellas lejanas
vacaciones que discurrieron sin que Calum expusiera ante su hija su zozobra
vital, su angustia íntima. Y Sophie, sólo una niña, no pudo mitigar su dolor.
Obra maestra.
3- "AS BESTAS" (Rodrigo Sorogoyen, 2022)
El
director madrileño Rodrigo Sorogoyen nos traslada a la Galicia rural para narrar la
historia de Antoine y Olga (Denis Ménochet y Marina Foïs), una pareja francesa
que se instaló hace tiempo en una aldea. Allí gozan de una vida tranquila
cuidando y vendiendo los productos de su huerto ecológico y rehabilitando casas
en ruina. Aunque su convivencia con los lugareños no es tan idílica y tienen
muy pocos amigos en la zona. Todo se complica cuando sus vecinos, los hermanos
Anta, Xan
y Lorenzo (Luis Zahera y Diego Anido)
hacen todo lo posible para echarlos del pueblo porque no se pliegan a sus
intereses consistentes en que se instale en el lugar un parque eólico. Poco a
poco la tensión se irá haciendo insoportable.
El toque mágico de este notable trabajo lo aportan la responsabilidad y entrega de todos los intérpretes sin que merezca la pena resaltar a uno por encima del otro, porque As Bestas es, ante todo, una película de personajes, presten atención al duelo interpretativo de Ménochet y Zahera en el bar cuando el bonachón profesor francés invita a los hermanos a una botella de vino y le explica al esquinado Xan las naturalistas y líricas motivaciones que le llevaron a instalarse allí. Xan, inteligente pero vacío de sentimientos, le responde relatando sus motivos, más crematísticos, y sus cada vez más apagados estímulos ante un horizonte sin futuro. Así, el espectador se sumerge poco a poco en un microcosmos angustioso hasta la previsible tragedia, que, desde el comienzo, en un rincón oscuro del bar, está latente.
4- "SPEAK NO EVIL" (Christian Tafdrup, 2022)
Cuarto largometraje del director danés Christian Tafdrup y primero que este cronista ha visto puesto que sus tres anteriores películas, Awakening, Parents, A horrible Woman, no se estrenaron en nuestro país en ningún formato. Espero visionarlas ahora a través de alguna plataforma siempre que me ofrezcan la posibilidad de los subtítulos. Speak No Evil nos relata la historia de una familia danesa Bjorn (Morten Burian), su esposa Louise (Sidsel Siem Koch) y su hija Agnes (Liva Forsberg), que conocen durante sus vacaciones en Italia a una familia holandesa formada por Patrick (Fedja van Huêt), su mujer Karin (Karina Smulders) y su hijo Abel (Marius Damslev). Conectan bien, y el matrimonio holandés los invita a pasar un fin de semana en su casa de campo en Holanda. Pero, a medida que pasan las horas, lo que se suponía que iba a ser un finde placentero se va transformando en una estancia desagradable por el extraño comportamiento de la familia holandesa, a pesar de que los daneses se muestran educados.
Cristian Tafdrup consigue crear un clima de sospecha,
malestar y repulsión que va in crescendo a medida que la actitud de los
anfitriones se va haciendo más sombría y desagradable, pero la cobardía
asociada a la educación recibida en uno de los países más desarrollados del
mundo les cohíbe e impide que se rebelen, comportándose como inocentes
corderitos sin oponer ninguna resistencia. Speak No Evil es un relato
tortuoso y provocador que nos aboca a un abismo de sadismo en donde sólo reina
el mal, el impactante y pavoroso final, que nadie olvidará jamás, se impone
como una llamada de atención para todas esas personas pusilánimes que siempre
ponen la otra mejilla.
- ¿Por qué nos hacéis esto? Pregunta Bjorn.
- Porque nos dejaste. Responde Patrick.
5- "ALMAS EN PENA DE INISHERIN" (Martin McDonagh, 2022)
Almas en pena de
Inisherin nos sitúa en el año
1923 en una aldea de una isla remota frente a la costa oeste de Irlanda. Allí,
dos amigos de toda la vida, Pádraic (Colin Farrell) y Colm
(Brendan Gleeson) se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin
a su amistad de un modo abrupto. Pádraic se queda atónito y confuso, y ayudado
por su hermana Siobhán (Kerry Condon) y Dominic (Barry Keogham),
un joven con problemas, se esfuerza en reconstruir su relación, negándose a
aceptar las negativas de su amigo de siempre. Cuando Colm le plantea a Pádraic
un ultimátum desesperado, los acontecimientos se precipitan provocando
consecuencias dramáticas.
El título está muy bien traído porque en verdad todos los personajes principales son verdaderas almas en pena debido al aislamiento, la necesidad de afecto, el aburrimiento, la soledad, la estupidez y, por supuesto, el alcohol, tratándose de una comunidad sin más alicientes para la diversión que un pub. Por supuesto, los enfrentamientos entre Colm y Pádraic irán in crescendo a medida que avanza la función, enmarcada en el fragor de una guerra civil entre partidarios y contrarios a la independencia de Gran Bretaña. De la pequeña aldea se marchará la hermana de Pádraic, dejándolo aún más solo y huyendo de la atmósfera viciada, decadente, aburrida, turbia y sin futuro de la comunidad. Así, metafóricamente se libran dos batallas y una misma conciencia en sentido fraternal, y no hay nada más feroz (los españoles lo sabemos bien) que las guerras fratricidas, en las que el odio alcanza cotas espeluznantes y la piedad es sólo una simple quimera.