El
viaje interior
“TAKE
ME SOMEWHERE NICE” êêê
DIRECTOR: Ena Sendijarevic.
INTÉRPRETE: Sara Luna Zoric,
Lazar Dragojevic, Ernad Prnjavorac, Sanja Vuric, Jasna Djurisic, Mario
Knezovic.
GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 91 minutos / PAÍS: Países Bajos-Bosnia
/ AÑO: 2019.
Debut cinematográfico de la directora Ena
Sendijarevic
que obtuvo con esta película el Premio Especial del Jurado en el Festival de
Rotterdam y el Premio a la Mejor Película en el Festival de Sarajevo. Take Me
Somewhere Nice sigue a Alma (Sara Luna Zoric) una adolescente nacida y criada
en Holanda después de que sus padres huyeran de la Guerra de los Balcanes. Tras
la contienda, su padre sintió nostalgia y regresó a Bosnia, dejando abandonada
a su familia en Holanda. Alma es una chica decidida, con carácter, que se
embarca en un viaje solitario por Bosnia para conocer y despedirse de su padre,
ingresado en un hospital con un cáncer terminal. En Bosnia sólo conoce a su
primo Emir
(Ernad Prnjavorac) y mantendrá una relación con el amigo de éste, Denis (Lazar Dragojevic). Juntos
se aventurarán en un viaje hasta el hospital donde está ingresado el padre de
Alma.
Con un guión irregular de la propia
directora, Take Me Somewhere Nice nos sumerge en la rebeldía
de una juventud confundida y sin horizontes al mismo tiempo que nos hace
transitar par la deprimente realidad de la actual Europa. Las sensaciones
y contradicciones de una joven que descubre el sexo y tal vez lo efímero del
amor tomando como escenario Bosnia, que como todos los países balcánicos tiene
su propio ritmo, remarcando las diferencias entre la Europa occidental y la del
este, que jamás debe impedir la coexistencia.
Pero la ópera prima de Ena Sendijarevic es
ante todo (siguiendo así el canon de toda road movie) el atractivo retrato de
una joven que derrocha sensualidad en un viaje de descubrimiento interior. Dando
oxígeno a la protagonista está una magnífica Sara Luna Zoric, ella es la luz de
ese trío que se cruzarán con personajes pintorescos y vivirán situaciones tan
surrealistas como la de la policía y el ataúd, o alguna explosión de violencia
como la que se produce en la playa con la excusa de las tumbonas. Con colores
jabonosos, la excelente fotografía de Emo Weemhoff atrapa el misterio
inconsciente de la juventud de los protagonistas mientras ilumina un trayecto
rebosante de lugares decadentes. Take Me Somewhere Nice se impone como
una fábula sobre la incertidumbre de la existencia en los oscuros tiempos que
nos ha tocado vivir.