domingo, 19 de enero de 2020

"MALASAÑA 32" (Albert Pintó, 2019)


“MALASAÑA 32” êê
(Albert Pintó, 2020)


 Nada sé del director catalán Albert Pintó, salvo que en su filmografía figura una retahíla de cortometrajes y un largometraje codirigido con Cayo Casas titulado Matar a Dios (2017) que no he tenido la oportunidad de ver pero que ganó el Gran Premio del Público en el Festival de Sitges. Ahora nos presenta su debut en solitario en el largo con una historia que sigue a un matrimonio formado por Manolo y Candela (Iván Marcos y Bea Segura) que junto a sus tres hijos y el abuelo Fermín (José Luis de Madariaga) se instalan en el madrileño barrio de Malasaña. Atrás quedó el pueblo, del que salieron buscando la prosperidad en la capital de un país que se encuentra en plena transición. Pero hay algo que la familia Olmedo ignora: en la casa que han comprado no están solos.


Con clara influencia de películas como Terror en Amityville, Al final de la escalera y sobre todo de Expediente Warren y Verónica, la ópera prima en solitario de Pintó es poca cosa, una sucesión de sustos fáciles generados por estruendosos golpes de sonido. Un guión flojo con una parca línea de diálogos y escasa profundidad narrativa que nos lleva a un primer tramo de metraje en donde la misteriosa desaparición del más pequeño de la familia se convierte en el eje de un relato ambientado en la sociedad del tardofranquismo. 


  El contexto histórico-social le sirve a Pintó para dotar de un costumbrismo naturalista a una historia de tintes esotéricos y sobrenaturales cuyo peso recae en personajes femeninos como Amparo (Begoña Vargas), una adolescente de pueblo que acabará convertida en mujer y que mientras sus padres trabajan cuidará del resto de la familia. Malasaña 32 es otra más de las películas sobre casas malditas que no sobresalen por nada, y la historia de la familia Olmedo que abandonó su pueblo más por razones morales que económicas debido a la castrante sociedad de la época, es sólo una excusa para montar el andamiaje de un terror muy convencional rebosante de sustos de manual.

martes, 7 de enero de 2020

LAS MEJORES PELÍCULAS DE 2019

1-“JOKER” (Todd Phillips)


2-“PARÁSITOS” (Bong Joon-ho)


3-“RICHARD JEWELL” (Clint Eastwood)


4-“IL TRADITORE” (Marco Bellocchio)


5-“ÉRASE UNA VEZ… EN HOLLYWOOD” (Quentin Tarantino)


6-“EL IRLANDÉS” (Martin Scorsese)


7-“1917” (Sam Mendes)


8-“MIDSOMMAR” (Ari Aster)


9-“GLASS” (M. Night Shyamalan)


10-“DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK” (Woody Allen)


lunes, 6 de enero de 2020


“EL SILENCIO DEL PANTANO” êêê
(Marc Vigil, 2019)


   Tras una dilatada como director en series de televisión tan populares como 7 vidas, Aída, Águila Roja o El Ministerio del Tiempo entre otras, el director asturiano Marc Vigil nos presenta su ópera prima cono un guión de Sara Antuña y Carlos Pando que adapta la novela de Juanjo Braulio. La trama sigue a Q (Pedro Alonso) un periodista reconvertido en escritor de novela negra. En dos de sus libros publicados, ambientados siempre en su Valencia natal, Q narra sangrientos asesinatos utilizando como telón de fondo la corrupción política y la podredumbre del alma humana. La cuestión es que los brutales asesinatos que tienen lugar en sus novelas, no son tan ficticios como parece.
  

   Con un argumento que tiene algunos puntos en común con Adiós (Paco Cabezas, 2019) con el tema de la corrupción en las instituciones y su conexión con el lumpen, El silencio del pantano  es un thriller que se sostiene sobre tres personajes principales muy bien interpretados por Pedro Alonso en el papel de Q, un escritor de novela negra que guarda secretos inconfesables, Nacho Fresneda como Falconetti, el sicario barriobajero del tercer personaje protagónico en discordia, La Puri, la matriarca mafiosa de la droga en carnada por Carmina Barrios. De la mano de ellos, el relato se bifurca por oscuros senderos a raíz de un episodio: el secuestro de un exconseller encargado de lavar el dinero procedente del tráfico de drogas. 

   Al amparo de esa sociedad corrupta surge Q, un psicópata justiciero con excusa literaria que bucea por las cloacas de la sociedad para impartir su particular justicia liquidando a personajes de moralidad cuestionable hasta que sus acciones se convierten en algo personal cuando su hermano es asesinado. Pero en una sociedad sin referencias en donde los conceptos sobre el bien y el mal han saltado por los aires, poco importan las víctimas de un sistema político-social envenenado, y el golpe sangriento se impone sobre cualquier diatriba filosófica. Buen debut.