miércoles, 31 de diciembre de 2014
martes, 30 de diciembre de 2014
¡FELIZ 2015 REBOSANTE DE SALUD Y PROSPERIDAD!
Se acaba el año 2014 y si uno echa un vistazo al retrovisor
no le queda más remedio que sentir cierta satisfacción por el itinerario
recorrido. Desde que comencé a colaborar en este medio donde siempre he sido
apreciado y respetado, he caminado con la certeza de que mi trabajo ha sido y
es valorado no sólo por los aficionados al Séptimo Arte, también por otros
lectores que sin ser tan asiduos a esos templos de la cultura que son las salas
de cine, me han mostrado su apoyo y me felicitan constantemente por mi labor
pedagógica y de difusión de ese lenguaje tan revolucionario que es el cine.
En realidad, lo
que me hace seguir en la brecha es la convicción de que mi empeño no ha caído
en saco roto, y 15 años y más de 800 críticas después, puedo asegurar, porque
así me lo hacen llegar muchos lectores, que gracias a mi trabajo de cronista
cinematográfico, primero en la Cadena Ser y especialmente en las páginas de
este querido semanario y en mi blog en la red, nuestra comarca cuenta hoy con
más cinéfilos que nunca. Todo ello a pesar de la crisis y el nulo apoyo de las
instituciones y sus mariachis, siempre enredadas en sus corruptelas y las
trifulcas del sucio juego político. Es lo que pasa cuando uno tiene una
personalidad libérrima y no pertenece a ninguna secta porque sinceramente
piensa que la política no es una forma honorable de ganarse la vida.
Así, hoy quiero
dar las gracias a nuestro director, Carlos Lamas, que con un amplio y limpio
concepto de la libertad de expresión, jamás ha puesto coto a mis crónicas y
artículos, haciendo gala de ese espíritu independiente que define a los
periodistas insobornables que como Sartre piensan que “el hombre nace libre,
responsable y sin excusas”. Gracias a los miles de lectores que defienden mi
trabajo y me animan para que siga excitando el cotarro con mis crónicas y los
retratos escritos y gráficos de las hermosas actrices y modelos que me acompañan
en el tránsito semanal por estas páginas. Gracias a todos los colegas, a los
más veteranos y a los que se incorporaron después, por mantener a flote una
empresa en la que nadie se hará rico pero que se ha convertido en un referente
de nuestra vida social y cultural. ¡Feliz año nuevo!
viernes, 26 de diciembre de 2014
CRÍTICA: "`71"
Salvar al soldado Hook
´71 êêêê
DIRECTOR: YANN DEMANGE
INTÉRPRETES: JACK O´CONNELL, SEAN HARRIS,
PAUL ANDERSON, CHARLY MURPHY, DAVID WILMOT, SEAN REID.
GÉNERO: THRILLER / REINO UNIDO / 2014 DURACIÓN: 100 MINUTOS.
El debutante Yann Demange (sólo había trabajado para el medio televisivo) logra
una magnífica ópera prima a costa de los conflictos vividos en Belfast en los
sangrientos años 70. El film nos narra la historia de un joven y desorientado
soldado británico, Gary Hook (Jack O´Connell) que se extravía y
es abandonado accidentalmente por su unidad junto a otro compañero tras unos
disturbios en las calles de Belfast. Tras ser brutalmente golpeado y ver cómo a
su compañero le disparan un tiro en la cabeza, logra huir. Incapaz de
comunicarse con nadie, el recluta debe sobrevivir solo en la noche y encontrar
el camino de vuelta por un laberinto de callejones desconocidos y peligrosos en
donde en cada paso se juega la vida.
´71 es una
producción británica que combina la acción con los hechos históricos acaecidos
en la incendiaria Irlanda del Norte de 1971. Sin obviar la ambientación hiperrealista sobre la crudeza de un
conflicto bélico que se llevó por delante centenares de vidas (un paisaje
sucio, de viviendas y edificios desconchados y ruinosos, calles oscuras,
inquietantes y llenas de basura y cascotes) si hay algo que llama poderosamente
la atención es el clima de desconfianza, la permanente y atemorizante sombra de
la traición que acecha a los integrantes de los bandos enfrentados y la procacidad
de una violencia absurda en donde el cuerpo reventado de un niño por la
explosión de una bomba en un bar, queda como monumento a la infamia que deja
sin argumentos a los contendientes ingleses e irlandeses, retratando con
crudeza y emotividad su falta de humanidad y dejando vacías sus defensas
exculpatorias y reivindicaciones. Rodada con energía, pálpito y vértigo, ´71
se olvida de las obscenas y bastardas cuestiones políticas y religiosas de un
conflicto que duró cerca de 30 años para amplificar el dolor de las víctimas,
la herida en carne viva de una violencia irracional en un paisaje dantesco.
Como habrán adivinado los lectores, ´71 es el año en que tiene lugar la acción, y por supuesto, una baza importante en este potente y oscuro thriller es la excelente interpretación llena de matices del joven actor Jack O´Connell, que proyecta su valentía, capacidad de sufrimiento y ansias de vivir con tanta naturalidad que enseguida se gana la empatía del espectador. Él es la víctima acosada, perseguida, atrapada y abandonada a su suerte en un territorio hostil en el que no hay buenos ni malos; sólo policías, soldados, paramilitares, espías, agentes dobles, católicos, protestantes, ingleses e irlandeses que tratan de sobrevivir sin detenerse en justificar la sinrazón de un conflicto en el que ni siquiera el cansancio atenúa las ansias de matar y destruir, y en donde los niños son utilizados como simple carnaza (atención al niño mal encarado irlandés que intenta ayudar al protagonista). Nos encontramos, amigo lector, ante un angustioso y dramático thriller que alumbra el carácter destructor y desalmado del ser humano y su habilidad para crear infiernos de violencia y muerte en cualquier sitio, sea en esas degradadas y reconocibles barriadas de ladrillos rojos de un Belfast casi apocalíptico o en un hipermercado de Barcelona. El soldado Gary Hook beberá del veneno amargo de una sociedad en guerra y abominará de él, de ahí ese final congruente en la búsqueda de un nuevo horizonte en donde sus manos no estén manchadas de sangre. Yann Demange se impone como un nombre a tener en cuenta.
martes, 23 de diciembre de 2014
ROXANNA JUNE, EL DESPRECIO POR LOS SÍMBOLOS Y LA FAMA
La preciosa,
elegante y sofisticada modelo erótica canadiense Roxanna June (Straford, Ontario, 07 de junio de 1991) a diferencia
de otras modelos dice no estar interesada en Hollywood ni le apetece poner
muchas energías en ello. Lo que en realidad le gustaría es pasar del modelaje
al marketing y las relaciones públicas. Lo cierto es que su juventud (23 años),
su presencia física con su 1´75 de estatura y 57 kg de peso, dibuja una
perfecta arquitectura corporal que puede guiar sus pasos hacia cualquier parte.
Sin olvidarnos de sus ojos que siempre proyectan una mirada pasional y
evocadora.
Roxanna fue la
Playmate del mes de octubre de 2014 y, queda apuntado, lo que hace su
personalidad intransferible es que no está en esto por la fama, y podría,
porque delante de su fastuosa figura a uno se le hace imposible mirar hacia
otro lado. De curvas suaves, piel sedosa y caminar cadencioso y poético, en
ella resalta su voluptuoso trasero entronado por unas largas, flexibles y
sinuosas piernas que reclaman ser acariciadas. Desde que me topé con ella me
convertí en un devoto de su belleza, de ese algo exótico, dulce y embriagador
que desprende su figura.
Da igual quién
esté detrás de las cámaras porque su fotogenia resulta desarmante y
arrebatadora, te hace sentir el poder de su mirada, de sus gestos, su
naturalidad en los movimientos y su poderoso karma. Siempre es un placer
disfrutar de su extraordinaria belleza sin trucos, artificios ni ornamentos;
sólo su natural encanto. Con doble nacionalidad canadiense y norteamericana,
cuando apareció desnuda en Playboy logró inmortalizar su cuerpo joven más allá
de toda decadencia. A Roxy, como la llaman sus íntimos, no le interesa ser un
símbolo sexual, pero eso es algo a lo ella que no puede poner remedios: No, una
vez que su espléndida desnudez se ha convertido en motivo recurrente para voyeurs
y erotómanos impíos.
domingo, 21 de diciembre de 2014
CRÍTICA: "BIG HERO 6"
La mejor película de animación
del año
BIG HERO 6 êêêê
DIRECTOR: CHRIS WILLIAMS, DON HALL.
INTÉRPRETES: ANIMACIÓN.
GÉNERO: ANIMACIÓN /EE. UU. / 2014. DURACIÓN: 108 MINUTOS
Basada en los cómics de acción y aventuras
de Steven T. Seagle y Duncan Rouleau, Big Hero 6 se nos presenta como la
combinación perfecta y estimulante de los universos Disney y Marvel, amalgama
absolutamente fascinante que da como resultado la película perfecta para estas
navidades y la mejor cinta de animación del año. Tras la compra de Pixar y
Marvel por parte de Disney (su voracidad no tiene límites) hemos podido
comprobar unos resultados sorprendentes en la calidad de la animación digital,
que tuvo su mejor ejemplo en Frozen: el reino del hielo (Chris
Buck, Jennifer Lee), que se alzó merecidamente con los Oscar a la Mejor
Película de Animación y Mejor Canción. No creo que Big Hero 6 tenga
problemas para repetir el éxito si nos atenemos a la multitud de nominaciones con
que ya cuenta.
En la metrópolis de San
Fransokyo (cruce entre San Francisco y Tokyo), vive Hiro Hamada,
un chico prodigio de 14 años que se dedica a crear robots para hacer apuestas
en torneos de robocombat pero a quien la muerte de su hermano Tadashi en
un incendio deja con un vacío enorme. Tadashi había creado un enorme robot
hinchable llamado Baymax que había programado con conocimientos médicos
para ayudar a la humanidad. Hiro descubrirá que la muerte de su hermano no fue
accidental y con la ayuda de Baymax emprenderá la peligrosa misión de destruir una red criminal liderada por un
misterioso enmascarado que esconde su rostro tras una máscara Kabuki. Pero el
criminal es demasiado poderoso y para enfrentarse a él Hiro crea “Big Hero 6”,
un equipo de eficaces superhéroes del que forman parte Wasabi-No-Ginger, Honey
Lemon, GoGo Tomago, Fred y Baymax.
Además de esa excitante fusión entre Disney, Pixar y
Marvel existe otra proyectada en el film igual de sugerente; la de la
civilización occidental y oriental reflejada en la arquitectura y en la
obsesión nipona por la tecnología
absorbida con deleite por la occidental) conviviendo en magnético equilibrio
con la bohemia arquitectónica, orográfica, cultural y romántica de la fastuosa
ciudad de San Francisco. Un placer para la vista y los sentidos. Big Hero 6
es un brillante espectáculo de animación rebosante de imaginería digital en el
que se ha cuidado con mimo los detalles sin descuidar la sinergia entre los
personajes, de entre los que sobresale Baymax, un enorme, orondo y globoso
robot que se gana al público hasta tal punto que su encanto conseguirá que cada niño presente en las salas suspire
por tener su réplica estas navidades. Algo lastrada por una premisa nada
original, con un primer tramo en el que se nota el sello Disney (y que hemos
visto en otras producciones como Wall-E)
en el estado afligido del protagonista por la pérdida de su hermano, una
inquietud que hará reaccionar a Hiro y crear un fuerte lazo de unión con Baymax,
crucial para el desarrollo del segundo tramo del film que bebe del cómic y la
fenomenología anime en perfecta conjunción.
Big Hero 6 cuenta con todos los
elementos narrativos para interesar al público de cualquier edad: épica,
emotividad, ternura, dramatismo, acción y humor. La diversión está diseñada
para colmar las expectativas de los más pequeños en una aventura de acción que
no desprecia el toque sentimental, pero es un producto que, englobado en el
género de Superhéroes, resulta también muy atractivo para el público más
adulto, con ese mensaje sobre la inutilidad de la venganza y la violencia que
siempre genera más violencia. Detalles como
las texturas, el realismo cromático y del metal, la fisicidad de los personajes
y los movimientos, la iluminación, los planos generales de la metrópolis dejan
a los espectadores hipnotizados y ojipláticos. Algo perceptible desde el
magnífico prólogo que sirve de introducción para atrapar a la platea y no
soltarla hasta el final, con el dibujo de ese carismático protagonista con el
que automáticamente empatizamos, la relación especial con su hermano, la
cuadrilla del “laboratorio de pardillos” y su ingeniosa creación de los
microrobots. Big Hero 6 es cine hecho con inteligencia y una sensibilidad
nada relamida, un entretenimiento de altura que no desprecia la reflexión en
favor de la deriva pirotécnica, aunque ésta sea ineludible en la explosiva
batalla final. Todo un hallazgo, sin duda, la película de estas navidades.
viernes, 19 de diciembre de 2014
SYLVIA HOEKS EN “LA MEJOR OFERTA”
A muchos
cinéfilos el nombre de Sylvia Hoeks
sólo les sonará por su participación en la magnífica película italiana La
mejor oferta (Giuseppe Tornatore, 2013) lógico, si nos atenemos a las
memorables secuencias que ella protagoniza. La cierto es que no sabemos mucho
de esta hermosa actriz holandesa nacida el 01 de junio de 1983, pero me he
preocupado de buscar algunos datos que nos acercan un poco a su vida y carrera
profesional. Por ejemplo que dio el salto al cine desde su profesión de modelo
y que con su 1´75 metros de estatura y su belleza fue fichada por la
prestigiosa agencia Elite Models, que la dio a conocer a los medios.
Como modelo se
ganó la confianza del público y visitó las más distinguidas pasarelas europeas,
experiencia que le sirvió también para moverse con soltura cuando realizó sus
estudios en la Academia de Teatro de Maastricht. Con una filmografía compuesta
por siete títulos y algunos papeles para la televisión, debutó en la pantalla grande con la comedia Duska (Jos Stelling,
2007), sobre un tipo que consigue hacer sus sueños realidad cuando logra llevarse a su casa a la preciosa taquillera del cine. Dos años después
protagonizó el film de catástrofes De Storm (Ben Sombogaart, 2009), que
relata una terrible tormenta acontecida en 1953 en Zelanda que rompe los diques
que protegen a estas tierras de las acometidas del mar. Su siguiente film Tirza
(Rudolf van den Berg, 2010) fue preseleccionado
por Holanda como Mejor Película de habla no inglesa, y nos cuenta la
historia de un hombre que busca a su hija. Sus siguientes trabajos fueron en el
drama criminal Gangs of OSS (Andre van Duren, 2011), el drama romántico The
Girl and Death (Jos Stelling, 2012) y la comedia Bro´s Before Ho´s
(Steffen Haars, Flip van der Kuil, 2013).
Poca cosa si lo comparamos con La
mejor oferta, uno de los mejores films de los últimos años que nos
narra la vida de Virgil (Geoffrey Rush) un hombre solitario y excéntrico que se
gana la vida como agente de subastas y experto en arte. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento o emoción
hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven (Sylvia Hoeks), que le
encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. Esta joven sufre
agorafobia, cuestión que hace que viva recluida y aislada del mundo. Lo que no
sabe Virgil es que su relación con ella transformará su vida para siempre.
Se
podría decir que el film cuenta con un momento clave o de inflexión en la
trama: el instante en que Rush ve el bellísimo rostro de Hoeks. Tornatore nos
había hurtado hasta entonces ese estimulante aspecto y es a partir de ahí
cuando la burbuja aséptica en que vive Rush, su misantropía y su mundo de
aristocrática decadencia se viene abajo. Es el giro más importante de un
excelente film (además de ese final que muchos intuimos) que tras desarrollar
un primer tramo dentro del cine de autor intimista se bifurca por el sendero
del thriller para acercarnos emocionalmente a la fisicidad de una falsa seducción, en donde el pobre Rush, absolutamente arrebatado por un hechizo que le lleva a desactivar todas las alarmas, será la víctima perfecta de un timo colosal, de un amor
evanescente del que sólo quedará el perfume para sobrevivir en el más doloroso
ocaso.
martes, 16 de diciembre de 2014
NANCY ALLEN EN “VESTIDA PARA MATAR”
Hay un puñado de películas de Brian De Palma que sin duda me gustan mucho y que he visto montones
de veces, aunque mi favorita es El precio del poder (1983), pero no
es menos cierto que hubo una época en que los éxitos taquilleros de este
director hechizado por Hitchcock
hasta el delirio, fueron una constante muy sugerente en las carteleras. Es el
caso de Vestida para matar (1980), que se impone como un guiño exacerbado al
clásico del maestro del suspense Psicosis, una historia que nos presenta a Kate Miller (Angie Dickinson todavía
muy potable), una mujer con problemas que acude a la consulta del psiquiatra Robert Elliott (Michael Caine) para recibir
consejo profesional, y que más tarde tendrá un fortuita y emocionante encuentro
en un taxi con un desconocido, con quien ya había coincidido en otro lugar.
Ni mucho menos
estamos ante un film excepcional, sí ante un thriller resultón que incluso
permite a Brian De Palma autoplagiarse. Muy dado a los toques sensuales y con
gran pericia para las escenas de persecuciones a las que siempre ha sabido
dotar de una tensión especial gracias a su habilidad para el montaje (escena
del ascensor), así como un planteamiento visceral de la violencia y una gran
creación de atmósferas. Lo mejor del film son sus primeros cuarenta minutos de
metraje, en donde logra una intriga y un ritmo espectacular sin apenas conceder
tregua al espectador (escena del museo). No diremos que el guión es una obra
compleja de arquitectura narrativa porque el espectador más avispado intuye pronto
la identidad del asesino, pero está claro que el pulso del director, penalizado
tantas veces por sus ecos referenciales, es suficiente para firmar un giallo
elegante y con estilo.
Además de Angie Dickinson que con cincuenta años
nos regala nada más comenzar el film un glorioso desnudo integral y nos pone
verracos con sus ansias de follar, en el film también aparece una Nancy Allen con treinta años y, por aquel
entonces, esposa del director, al que conoció durante el rodaje de Carrie
(1976) cuando Allen era una de las muchas jóvenes que se presentaron al casting
del film y quedó prendado a De Palma con su belleza. Con él acabaría rodando
cuatro películas pero el estrés del realizador durante el rodaje de Scarface influyó de manera negativa en
su matrimonio con la que fue una de las reinas del grito. Nacida en Nueva York en 1950, Nancy tuvo su época dorada en los
años 80 en donde rodó películas como Robocop Impacto o Extraños
Invasores. Se casó con De Palma en 1979 y se divorció en 1984. Yo siempre
la recordaré como una de mis musas sagradas de aquel delicioso tiempo, y he
visto a pocas mujeres en el cine desfilar con tanta elegancia, sensualidad y
estilo en lencería fina. Para ella este homenaje de uno de sus más rendidos
onanistas.
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