Aburrido y mediocre thriller
“PEQUEÑOS DETALLES” êê
DIRECTOR: John Lee Hancock.
INTÉRPRETES: Denzel Washington, Rami Malek, Jared
Leto, Sofia Vassilieva, Nathalie Morales, Terry Kinney, Michael Hyatt.
GÉNERO: Thriller / DURACIÓN: 127 minutos / PAÍS: EE.UU. / AÑO: 2020.
No soy fan del cine del guionista y director John Lee Hancock, sus películas más aseadas: The Blind Side, El fundador y Emboscada han dejado en mí poco poso. No me gusta su forma de filmar, con múltiples planos innecesarios para una escena en la que, por ejemplo, se desarrolla una conversación y unos operadores de cámara que entregan al montador un sin sentido de planos contraplanos a los que tiene que dar forma y coherencia. Su nueva criatura, Pequeños detalles, nos presenta a Joe Deacon (Denzel Washington) un veterano sheriff adjunto al condado de Kern (California) que se empareja con un detective de homicidios de Los Ángeles, Jimmy Baxter (Rami Malek) para dar caza a un asesino en serie. La capacidad de Deacon para darse cuenta de los “pequeños detalles” resulta inquietantemente precisa, pero su tendencia a eludir las reglas hace que Dexter caiga en un dilema desgarrador. Mientras, Deacon debe enfrentarse a un oscuro secreto de su pasado.
Me hubiera gustado decir que lo mejor de Pequeños detalles es su trío protagonista, pero tanto Washington, como Malik y Leto actúan con el piloto automático, tal vez poco convencidos del proyecto. Y es que la nueva criatura de Lee Hancock, que tiene el tono de un thriller mediocre de los 90 (época en que Hancock escribió el libreto) pasará al olvido por diversas razones: un guión flojo que abunda y redunda en todos los convencionalismos del subgénero noir de los serial killers y que se mueve en la indefinición de la emoción y la introspección, pero que acaba siendo un apagado reciclaje de otras películas de mayor entidad. Y lo peor, su pretensión de película peculiar cuando sólo transita lugares comunes y a lo largo de sus casi 130 minutos no sucede casi nada.
Con ese material tan pobre, poco pueden
hacer el oscarizado trío protagonista, que en cualquier caso nos regalan
actuaciones afectadas, artificiosas y cargadas de tics y miradas intensas. Estamos,
amigo lector, ante un thriller cansino y en cierto modo reiterativo que no
aporta nada nuevo al género y carente de emoción, a diferencia de la magistral
obra que le sirve de espejo, Se7en. Parece mentira que John Lee Hancock sea el
guionista de esa obra maestra de Clint
Eastwood titulada Un mundo perfecto y de la más que digna Medianoche
en el jardín del bien y del mal, también de Eastwood, que rechazó el libreto de Pequeños
detalles
debido a sus múltiples clichés, el tan manido juego del gato y el ratón en el
que el único sospechoso habitual resulta ser el excéntrico Albert
Sparma
(Jered Leto), que juega a su antojo con los policías. Lo mejor del
film lo encontramos en la espléndida fotografía de John Schwartzman que nos
regala algunos contrastes cromáticos muy sugerentes, pero Lee Hancock carece
del estilismo y virtuosismo de David Fincher para crear atmósferas. Denzel
Washington tiene una triste y decadente existencia y vive abatido por la culpa
buscando una imposible redención, ni él ni el detective Dexter la encontrarán
con el acoso y caza de Sparma, un personaje extravagante con un aire a lo
Charles Manson que dejará sus vidas aún más devastadas.