Una historia de violencia
“NADIE” êêê
(Nobody)
DIRECTOR: Ilya Naishuller.
INTÉRPRETES: Bob Odenkirk,
Aleksey Serebryakov, Connie Nilsen, Christopher Lloyd, Gage Munroe, Michael
Ironside, Colin Salmon.
GÉNERO: Acción / DURACIÓN: 92 minutos / PAÍS: EE.UU. / AÑO: 2021.
Ilya Naishuller, director del film de culto Hardcore Henry (2015), una montaña rusa filmada sin concesiones que no da respiro al espectador y que al mismo tiempo es una experiencia sensorial y vertiginosa que no se corta a la hora de mostrar la violencia de un modo salvaje fusionando la narrativa y el look visual del videojuego con el espectáculo cinematográfico, nos presenta ahora su segundo largometraje titulado Nadie.
Su argumento se centra en Hutch Mansell (Bob Odenkirk), en apariencia, un padre de familia corriente. Una noche, unos ladrones entran en su casa y él renuncia a defenderse y a defender a su familia en la creencia de que así evita males mayores. Su actitud es vista como como un acto de cobardía y decepciona a su hijo Blake (Cage Munroe) y a su esposa Becca (Conie Nielsen), que comienzan a distanciarse de él. El incidente le recorcome por dentro hasta conseguir que salga a la luz su lado más oscuro.
Protagonizada de manera virtuosa y socarrona por Bob Odenkirk (el abogado Saul Goodman de la serie Breaking Bad y del spin off Better Call Saul), sin duda lo mejor de la función y que es presentado como héroe de acción maduro que parece seguir la estela de Liam Neeson dando vida a un padre de familia trabajador, previsible y en ocasiones patético que esconde una personalidad explosiva, una especie de action hero con gran pericia en la lucha cuerpo a cuerpo y con las armas. Lo demostrará cuando tras despachar piadosamente a la pareja de ladrones que entraron en su casa, se tenga que enfrentar a un despiadado líder de la mafia rusa y a su ejército.
El director ruso Ilya Naishuller ambienta la función con excelentes temas de Nat King Cole, Nina Simone, Pat Benatar y Louis Armstrong para dar forma a un artefacto tan extremo como atractivo que fusiona la violencia visceral y el humor negro y que sirve de lucimiento para Odenkirk, que luchará contra todo y contra todos para salvar su vida y la de su familia.
La función tiene similitudes con la saga
John Wick, nada extraño porque el libreto viene firmado por Derek Kolstad, el
guionista de la serie protagonizada por Keanu Reeves. Tampoco nos sorprendería
que Nadie, que bebe de los códigos genéricos del cine de acción, sea la primera entrega
de otra saga y el nacimiento de otro actioner maduro como el citado Neeson o
Bruce Willis. Resulta evidente que otra de las referencias que han tenido en
cuenta los responsables de Nadie es la magnífica película de
David Cronenberg Una historia de violencia (2005), pues la película de
Naishuller parte de una premisa casi idéntica, pero el director ruso se las
apaña para dotar a la función de un toque cómico que la aleja de aquella (la
sed de venganza de Mansell se enciende cuando constata que los ladrones que
entraron en su casa se llevaron la pulsera de gatitos de su hija), una dinámica
divertida en sus espectaculares y desmedidas secuencias de acción en donde
reina un inmenso Bob Oderkink, convertido en una devastadora máquina de matar,
un destroyer absolutamente infalible movido por la ira de la nobleza y la
mirada fría de la rabia de un don nadie de la clase media que se rebela haciendo que la violencia adquiera su propia lógica interna. El aficionado
al thriller de acción encontrará en Nadie unas set pieces llevadas a
extremos hilarantes maravillosamente coreografiadas y rodadas con un ritmo
endiablado que no dificultan su estructura narrativa.