martes, 23 de agosto de 2016

JOYAS DEL CINE ERÓTICO: “ONCE DÍAS, ONCE NOCHES” (1987)

      
     
     El gran erotómano italiano Joe D´Amato firmó una larga lista de películas clasificadas dentro del (sub)género exploitation erótico y de terror, actuando en muchas de ellas también como productor y guionista. Murió con sólo 63 años, pero de no haber sido así su filmografía sería aún más larga pues hacía películas como churros. Pero justo es señalar que algunas de sus films están hoy considerados de culto, y yo recuerdo con nostalgia La muerte sonríe al asesino (1973) y Demencia (1979).
     
    
    Recuerdo que vi Once días, once noches (1987) en sesión doble de un cine de barrio en la efervescente Barcelona de los años 80. La historia es la siguiente: Como cada mañana, Michael (Joshua McDonald) coge el ferry para ir a su trabajo, pero aquel día le ocurre algo especial cuando se encuentra con Sarah (Jessica Moore), una mujer bellísima que le mira fijamente, se desnuda ante sus ojos y sin tiempo para que él reaccione le pide que le haga el mor allí mismo. Resulta que Sarah es una escritora que está acabando su último libro sobre los cien hombres de su vida y Michael es la última de sus conquistas. Él se siente aturdido pues se casa en 12 días y ella le pide que le conceda las once noches que le quedan.
       
     
    En la época aquella los italianos eran unos listillos que se aprovechaban de los éxitos de las películas americanas para hacer ellos sus propias versiones mucho más picantes y enseñando más chicha, aunque, por supuesto, no alcanzaron el mismo éxito. Once días, once noches es la versión italiana soft-core de 9 ½ Weeks (9 semanas y media, Adrian Lyne, 1986) que se había estrenado el año anterior y arrasado en las taquillas de todo el mundo. 


    El film de D´Amato, que con dos cojones se publicitaba con el lema “9 SEMANAS Y MEDIA sólo fue un periodo de tiempo, en ONCE DÍAS, ONCE NOCHES la fantasía se convierte en realidad”, parte de una premisa nada original, visita lugares comunes y recorre territorios muy explorados, pero aceptando su impronta de burdo plagio y lo previsible de la trama, el estímulo lo encontramos en la morbosa y bella Jessica Moore en el papel de Sarahdevorahombres que lanza la red para atrapar a un tipo con una profesión liberal y vida estable que está a punto de casarse con su novia Helen, sin embargo, Sarah le enseña un mundo nuevo y tentador que incluye sexo en espacios públicos, sadomasoquismo, ménage a trois… y le enfrenta al dilema de si debe seguir con su convencional y aburrida vida al lado de su novia formal o escapar con la hermosa y desinhibida Sarah, que no es Kim Basinger, pero que da juego por su lozanía, atrevimiento, belleza y, sobre todo, por su rol de bomba sexual y tal vez de mujer fatal con algún secreto oculto. La película tuvo una secuela titulada Top Model (Extraña atracción, Joe D´Amato, 1988) y tanto una como la otra funcionaron muy bien en formato vhs.   


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