sábado, 20 de julio de 2019

"BOSQUE MALDITO" (Lee Cronin, 2019)


Un film de horror atmosférico
“BOSQUE MALDITO” êêê
(Lee Cronin, 2019)

  
   Debut en el largometraje del director irlandés Lee Cronin que nos presenta a Sarah O´Neill (Seána Kerslake) una joven madre que se muda a un pueblo junto a su hijo Chris (James Quinn Markey) para comenzar una nueva vida y huir del tormentoso pasado. Un día, mientras madre e hijo juegan juntos, el pequeño se pierde en el bosque cayendo aparentemente en un extraño agujero. Para alivio de Sarah, el niño aparece poco después. Sin embargo, no parece ser el mismo. Su comportamiento ha cambiado y un aura paranormal parece rodearle. Las sospechas de esta madre se harán más evidentes cuando su vecina afirme que, dentro de Chris, se encuentra una diabólica entidad.


    Una sencilla y atractiva película de horror básico que consigue más logros que los rebuscados relatos metafóricos de terror postmoderno. De lo que se trata es de jugar con elementos icónicos del género: un inquietante bosque que esconde un misterioso agujero, un niño que se transforma en un ser diabólico, una madre joven que no entiende qué está pasando y víctima de un pasado borrascoso, unos peculiares ancianos lugareños, un típico pueblo irlandés y unas leyendas ancestrales que forman parte del imaginario local y su hermético costumbrismo.  Marcando con certero pulso el arco dramático, el debutante Cronin dibuja con pasmoso virtuosismo el perfil de unos personajes tangibles y creíbles en un entorno en donde el componente sobrenatural enciende la chispa de la paranoia, del terror más primitivo: la aparición de un doble espectral o la transformación del ser más querido en un ente maléfico. 


    A una aseada puesta en escena y unos fantásticos escenarios naturales, se une el gran trabajo de cámara para captar la gestualidad de los personajes y los detalles que los rodean con planos exquisitos y una magnífica fotografía, creando una atmósfera angustiosa  con una excelente utilización de las sombras y los claroscuros. Y aunque el final de Bosque maldito resulta harto previsible, todo lo que Cronin nos ha regalado para llegar hasta ahí, bien vale, amigo lector, el precio de una entrada.



sábado, 13 de julio de 2019

"SPIDER-MAN: LEJOS DE CASA" (John Watts, 2019)


Un Spider-Man menor
SPIDER-MAN: LEJOS DE CASAêêê
(John Watts, 2019)


     Secuela directa de Vengadores: Endgame pero también de Spider-Man: Homecoming dirigida también por John Watts (Clown, Coche policial), la trama nos presenta a un Peter Parker (Tom Holland) decidido a irse junto a MJ (Zendaya) y el resto de sus amigos a disfrutar de unas vacaciones en Europa. Sin embargo, el empeño de Parker de abandonar sus superpoderes durante unas semanas se verá truncado cuando Nick Fury (Samuel L. Jackson) contacte con él para solicitarle ayuda y frenar así el ataque de unas criaturas elementales que están causando el caos en el continente. Comprobará que detrás de todo está el villano Mysterio (Jake Gyllenhaal) y será entonces cuando vuelva a ponerse el traje de Spider-Man para cumplir con su labor de salvar el mundo.


       En fin, no es hora de lamentos, pero la humanidad necesita rendir tributo a la memoria de Iron Man, Viuda Negra y Capitán América después del cataclismo de Endgame. Se les echa de menos, pero para paliar la ausencia nada mejor que volver a Spider-Man, el adolescente con las hormonas revueltas que se debate entre la asumida responsabilidad que le otorgan sus superpoderes e ir olfateando el rastro perfumado que va dejando MJ. Estos son los mimbres con los que se construye una película sin complejos, tontorrona, demencialmente entretenida y autoparódica

   El viaje por algunos de los lugares más turísticos de Europa (Praga, Venecia, Berlín, Londres…) se nos antoja un guiño a las películas de superagentes con Spider-Man portando el legado de Tony Stark, un testigo que se resiste a aceptar hasta que se ve obligado por Nick Fury. Todos sabemos que el ligoteo con MJ y la misión de salvar el mundo librándose de Mysterio y su tecnología de la ilusión se saldarán positivamente para nuestro protagonista y la humanidad. Pero mientras tanto se han consumido dos horas de pura evasión sin demasiadas pretensiones. Un Spider-Man menor.



"MUÑECO DIABÓLICO" (Lars Klevberg, 2019)


Nostalgia ochentera
“MUÑECO DIÁBOLICO” êê
(Lars Klevberg, 2019)

   
  Reboot del clásico de 1988 firmado por Tom Holland que nos presenta a Karen (Aubrey Plaza) una madre soltera que busca el regalo perfecto de cumpleaños para su hijo Andy (Gabriel Bateman). Como Karen trabaja en unos grandes almacenes elije el juguete de moda que le va a salir muy barato, pero después de regalárselo a Andy será cuando ambos descubran la naturaleza maligna que esconde en su interior el muñeco.

    
  Dirigida por Lars Klevberg (Polaroid), esta revisión de la mítica película ochentera resulta más divertida de lo que en un principio era de esperar, sobre todo porque infunde menos miedo que el film seminal. Eso sí, el artefacto no está concebido para que tengamos en cuenta su desconcertante trama, ni los diálogos simples salidos de personajes estúpidos ni el pedestre mensaje denuncia sobre los peligros de la tecnología. La nueva versión de Chucky es un robot, un juguete electrónico que se conecta a otros dispositivos como el móvil y copia comportamientos y diálogos humanos.


   El problema es que, eliminados de fábrica los sentimientos positivos, se convierte en un auténtico psicópata que nos regala algunas muertes más creativas e impactantes de lo que viene siendo habitual. Sobre todo cuando se da cuenta de que para conseguir algunas cosas no basta con pedirlas amablemente, y se hacen necesarias unas gotas de sangre. Y claro, la orgia sangrienta llega con el clímax final en un centro comercial, el oasis consumista en un mundo en decadencia.  

"KIKI, EL AMOR SE HACE" (Paco León, 2016)


 Múltiples formas de echar un Kiki
“KIKI, EL AMOR SE HACE”
(Paco León, 2016)


  Aceptable remake de la película australiana The Little Death (Josh Lawson, 2014), una comedia sobre el sexo, el amor, las relaciones de pareja y los tabúes en una narración de cinco historias, que sirve de base para que el actor y director Paco León narre las aventuras amorosas y curiosas filias sexuales que coinciden en un calenturiento verano madrileño.

   
  Elifilia, Somnofilia y Harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer que descubren nuestros protagonistas, pero para disfrutarlas tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas. Sus sentimientos, sus miedos y sobre todo, su sexualidad se transforman rompiendo tabúes, adentrándose en una etapa nueva, excitante y libre donde no se reniega del placer y del amor.


 Simpática y entretenida película que celebra la diversidad, la libre elección y el disfrute de los placeres de la vida aunque para el común de los mortales resulten excéntricos o muy particulares. Estamos ante una chispeante relato que con un atrevimiento contenido, jamás pierde el tono y abre un abanico de relaciones sentimentales con sus filias y fantasías sexuales a través de un planteamiento sutil, a veces ácido y siempre interesante. Paco León dirige con buen pulso una comedia coral en donde el erotismo se celebra como algo festivo, apasionante, nada trascendental y sin prejuicios. Huyendo de la escatología, con una acertada banda sonora y buenas interpretaciones que aciertan a definir las dudas, obsesiones y el deseo de amor de los personajes, Kiki, el amor se hace nos enseña además lo erótica que resulta la fruta… sobre todo el higo.



"TOY STORY 4" (Josh Cooley, 2019)


Un nuevo triunfo de Pixar
“TOY STORY 4” êêêê
(Josh Cooley, 2019)

     
   Tras dos cortometrajes de animación, Josh Cooley debuta en el largo con esta secuela de la ya mítica saga de Pixar, nueva entrega en la que Woody, que siempre ha cuidado de Andy y Bonnie como máxima prioridad, se encuentra con que Bonnie añade a Forky (un tenedor de plástico que estaba en la basura) como nuevo juguete de fabricación propia a su habitación. Así arranca una nueva aventura que servirá para que los viejos amigos le enseñen a Woody lo grande que puede ser el mundo para un juguete.

  
    Cada entrega de Toy Story es una gozada para todo tipo de público, más incluso para los adultos. Porque en esta saga además de la pericia de los técnicos para dotar iluminación, gestualidad, textura y movimientos a la función y los personajes, aquí lo que realmente importa son los mensajes que se difunden sobre valores eternos y universales teniendo como protagonistas al íntegro vaquero Woody y al simpático y siempre servicial astronauta Buzz Lightyear, los dos juguetes más populares del mundo gracias a sus buenos sentimientos.


    Aunque la tercera entrega parecía cerrar la historia, casi una década después, la saga resucita a Bo Beep, la atrevida muñeca de porcelana, que junto con Bonnie otorgan al relato un tono más femenino acorde con el espíritu de los nuevos tiempos. Toy Story 4 habla sobre la empatía, la amistad, la lealtad, la honradez, el sentido del deber y de pertenencia, de la generosidad y el compromiso. Una vez que Andy se ha hecho adulto y marchado a la universidad, Woody se encuentra arrinconado por Bonnie, pero no la guarda rencor. Por el contrario, asesora a Forky sobre su responsabilidad al convertirse en el nuevo juguete favorito. 


   En la función vemos al motorista Duke Caboon, a los siniestros muñecos ventrílocuos y a un Buzz Lightyear con menos presencia. Pero lo que importa es el sentido de la aventura y del descubrimiento. Si esto es una despedida definitiva, es una despedida a lo grande.