lunes, 22 de julio de 2013

ASÍ APARECE ROSARIO DAWSON EN "TRANCE"


      El director británico Danny Boyle (Manchester, 1956), tras formarse en la televisión, dio el salto al cine con la interesante Tumba abierta (1994), un film de suspense con toques de comedia que sirvió de trampolín a actores como Ewan McGregor. Fue en 1996 cuando dirigió la que sigue siendo su mejor película hasta la fecha, Trainspotting, un film de culto instantáneo basado en la novela de Irvine Welsh sobre las correrías de un grupo de jóvenes heroinómanos de Edimburgo. Salvo 28 días después (2002), magnífica película de zombies rodada con un ajustado presupuesto y protagonizada por Cillian Murphy, casi nada de su cine posterior –tal vez 27 horas- ha logrado interesarme, ni siquiera la muy oscarizada Slumdog millonaire (2008).


     Boyle nos presenta ahora Trance, un thriller psicológico que sigue a Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas que se asocia con una banda criminal liderada por Franck (Vincent Cassel), para robar un valiosísimo cuadro de Goya. Pero, tras recibir un fuerte golpe en la cabeza durante el atraco y quedar inconsciente, descubre que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni la tortura física logran arrancarle una respuesta, Franck contrata a una hipnotista, Elizabeth (Rosario Dawson), para que le ayude a recordar.


      Película laberíntica rebosante de trucos, giros y subterfugios que resulta tan fascinante como agotadora, lo mejor de Trance es el desnudo integral con el pubis completamente depilado de Rosario Dawson, a quien ya habíamos visto desnudarse en films como Alejandro Magno (Oliver Stone, 2004). Eso sí, nunca tan bella y absolutamente desbordante como en este complicado puzzle que la sitúa como eje central de la trama.


       Lejano ya su debut adolescente en Kids (Larry Clark, 1995), la sensual y deliciosa actriz de 34 años se convirtió en una de mis musas sagradas a raíz de su intervención en la excelente La última noche (Spike Lee, 2002), y en la no menos espléndida Sin City (Robert Rodríguez, Quentin Tarantino, Frank Miller,  2005), una de las mejores adaptaciones de un cómic a la pantalla grande, y en donde aparecía con un look genuinamente bizarro. Actual pareja de Danny Boyle, si le preguntan cómo se siente en las escenas de sexo contesta: “Muy natural, el sexo es parte de nuestras vidas, una bendición para los seres humanos. Me gusta mi cuerpo y mostrarlo no significa prostituirlo. Si te desnudas, perteneces a una categoría más “ligera”, entonces nunca podrás ganar un Oscar”. Mierda para los académicos, una ralea de puretas trasnochados ¿A quién le importa? Tú, Rosario, sí que eres una bendición para mi libido. 


domingo, 21 de julio de 2013

CRÍTICA DE "EXPEDIENTE WARREN: THE CONJURING"

Clasicismo y maestría
EXPEDIENTE WARREN: THE CONJURING êêêêê
DIRECTOR: JAMES WAN.
INTÉRPRETES: PATRICK WILSON, VERA FARMIGA, LILI TAYLOR, RON LIVINGSTON, JOEY KING.
GÉNERO: TERROR / EE. UU. / 2013  DURACIÓN: 112 MINUTOS.   


    Siento una conexión total con James Wan, el director australiano de origen malayo, desde su recordado debut con Saw (2004), se ha convertido en un icono del cine de terror para el aficionado que convierte cada estreno suyo en todo un acontecimiento. Aunque siempre nos encontraremos con una legión de críticos trasnochados y catetos que babean vapuleando un cierto tipo de cine basándose en prejuicios cavernícolas e intelectualoides que les lleva a creerse muy especiales.


      Que se jodan, yo supe apreciar la inventiva de aquel cuento macabro titulado Silencio desde el mal (2007), me pareció un film de justicieros más que digno Sentencia de muerte (2007), y me lo pasé bien sumergiéndome en la atmósfera perturbadora de aquella casa encantada de Insidious (2010). Wan logra la que es su mejor película hasta la fecha con EXPEDIENTE WARREN: THE CONJURING, y tal vez esa babosa crítica pequeñoburguesa se rinda ahora al talento de un hombre que ha evolucionado desde el terror más visceral hasta la fábula hiperrealista.


      Basada en la historia real de la familia Perron, el film nos sitúa en el año 1971 para presentarnos al matrimonio de investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga), él demonólogo y ella médium, que tienen una especial reputación en el mundo de los fenómenos sobrenaturales. Un día son llamados por una familia formada por Roger y Caroline Perron (Ron Livingston y Lili Taylor), que con sus cinco hijas se han mudado a un caserón en una granja aislada de Harrisville, en Rhode Island, que está siendo acosada por una entidad supuestamente diabólica. Obligados a enfrentarse a la oscura presencia demoníaca, los Warren se encuentran con el caso más terrorífico de sus vidas.


      Si este crítico fuera actor confiaría a ciegas en James Wan, el director más ingenioso y original –junto con Rob Zombie- dentro del panorama del cine fantástico actual. Lo haría al menos para que  mi filmografía incluyera una película firmada por un cineasta que se convertirá en una leyenda del género, pero también porque debe resultar fascinante formar parte de un universo creativo que busca celebrar nuevas formas escénicas, narrativas y plásticas del terror: la ilusión de un territorio fértil donde se deconstruyen las fórmulas y códigos clásicos para potenciar sus elementos más eficaces y significativos, eliminando lo puramente anecdótico y/o superfluo. Wan regresa a la temática de las casas encantadas que ya visitara en Insidious, una premisa en apariencia nada original que con el latiguillo “basada en una historia real” conforma un relato que integra elementos novedosos en un paraje de lugares comunes y reconocibles.


       EXPEDIENTE WARREN: THE CONJURING abre dos vías narrativas que van a confluir de forma electrizante: por un lado la relación existente entre el matrimonio de investigadores de lo paranormal; y por otro la familia que se ve asaltada por un ente demoníaco. Fusión de almas que se verán envueltas en una espiral aterradora que marcará las pautas de un suspense insoportable en el epicentro de una atmósfera muy elaborada y asfixiante. Filmada a la vieja usanza con sofisticación y un depurado estilo, la función nunca abusa de los trucos y sustos fáciles, desarrollando una trama mínima que encuentra el cóctel perfecto en los fenómenos poltergeist, las posesiones y las casas encantadas, el halo visible de una intensa y desgarradora dramaturgia, y a través de esos ingredientes redefinir los acontecimientos violentos de origen sobrenatural que amenazan y acaban dinamitando la paz de una familia de manera progresiva y escalofriante.



      Wan hace tiempo que abandonó la violenta y descarnada explicitud de su primera obra para explorar el magma psicológico donde fermenta el miedo como detonante del sometimiento y la devastación emocional, y el espectador más cinéfilo quedará extasiado con los magnéticos y elegantes planos secuencia sobre un espacio que es más psíquico que físico, apreciando cada encuadre en su amenazante dimensión, quedará atrapado desde el minuto uno con ese magnífico prólogo que nos presenta a los Warren con otro espeluznante caso, el de la muñeca Annabelle. Con un equilibrio perfecto entre cine mainstream y película de autor, la función triunfa en su deliciosa ambientación setentera, tamizada por una textura y un tono naturalista, en la elección de un impecable elenco del que sobresalen un sobrio Patrick Wilson y unas soberbias Vera Farmiga y Lili Taylor. Y, por supuesto, triunfa en su misión de erizar el vello del espectador, a quien arrastra a un clímax final terrorífico y purificador, como catarsis definitiva de los miedos más ancestrales. Wan se dio a conocer ante el público con Saw cuando sólo tenía 27 años, nueve años después ha firmado su primera obra maestra.

sábado, 13 de julio de 2013

CRÍTICA DE "EL HIPNOTISTA"

Los turbios posos de una sociedad en apariencia modélica
EL HIPNOTISTA êêê
DIRECTOR: LASSE HALLSTRÖM.
INTÉRPRETES: TOBIAS ZILLIACUS, MIKAEL PERSBRANDT, LENA OLIN, JONATAN BOKMAN, OSCAR PETTERSSON.
GÉNERO: THRILLER / SUECIA / 2013  DURACIÓN: 120 MINUTOS.   
    
      Después de casi tres décadas de ausencia, el director sueco Lasse Hallström vuelve a rodar en su tierra natal para explorar el fecundo territorio del policíaco nórdico adaptando a la pantalla grande el best seller homónimo de Lars Kepler. Un paisaje donde el frío se eleva siempre como un elemento totalizador que afecta de manera triste, grave, a unos personajes que deambulan entre la oscuridad y la bruma con una carga existencial que parece esconder mil secretos. Mucho antes de la seminal trilogía Millennium, algunos thrillers suecos supieron aprovechar esos escenarios glaciales para dotar a sus relatos de un peculiar tono, recuerdo ahora la espléndida El visitante nocturno (Lászlo Benedek, 1971) con un excepcional Max Von Sydow.  


      La película arranca con el salvaje asesinato de una familia en su casa de Estocolmo en pleno mes de diciembre, y solamente el hijo, Josef (Jonatan Bokman) ha sobrevivido en un estado muy traumatizado. El caso tiene totalmente desconcertada a la policía y desesperado por obtener alguna pista al comisario Joona Linna (Tobias Zilliacus), por sugerencia de una joven doctora, Daniella (Helena af Sandeberg), decide contactar con un psiquiatra especializado en hipnosis, Erik Maria Bark (Mikael Persbrandt) para que le ayude a acceder a la memoria de Josef.


      Bark dejó hace tiempo la hipnosis y se prometió a sí mismo que jamás la retomaría, sólo su sentido de la responsabilidad y la insistencia de la doctora acaban por persuadirle para ayudar a la policía. No obstante, su implicación en el caso acaba teniendo  dramáticas consecuencias para su familia: en plena noche, en su presencia y la de su mujer, Simone (Lena Olin), alguien rapta a su hijo, Benjamín (Oscar Pettersson) y le amenaza con que no siga ayudando a las autoridades.


       Frío, soledad y brutalidad, señas de identidad del nuevo noir nórdico que en EL HIPNOTISTA toman forma para decapar, una vez más, el barniz que da brillo a una sociedad en apariencia impoluta, casi perfecta. Y Hallström, que sabe que el material que tiene entre manos puede ser etiquetado de manera simplista dentro de esa moda tanto literaria como cinematográfica, trata cuidar con sumo detalle a los personajes otorgándoles una severa introspección para indagar en su reverso intimista; el sufrimiento y la desesperación de la familia a la que han secuestrado a su hijo, y un policía creíble, humano, sin mucha vida fuera de su oficio. La trama, como su clima, se desarrolla de forma gélida y pausada, el guión flojea dejando lagunas perceptibles hasta para el espectador menos avispado y es evidente que algunas explicaciones y la línea de diálogos deberían estar mejor estudiadas.    


      Es cierto que a EL HIPNOTISTA le falta garra, pulso, y que la función se hace previsible hasta en sus pistas falsas, pero no estamos ni mucho menos ante una película despreciable; una fotografía envolvente y atmosférica cortesía de Mattias Montero, unas interpretaciones más que correctas (Tobias Zilliacus logra una encarnación veraz muy alejada de los clichés sobre detectives que el policíaco actual viene desarrollando) y el acercamiento psicológico a la vida personal de los protagonistas, hace que el film brille a una altura superior de la media coetánea.



      Hallström lo logra manteniendo siempre un medido equilibrio éntrela vía del drama familiar  y la de la investigación criminal, insistiendo más en las trágicas circunstancias de la primera vertiente que en el suspense y la tensión que genera el proceso de resolución de un caso en el que los giros narrativos resultan estériles (las pistas claves son demasiado obvias) y nada ingeniosos. Estamos ante un film digno, contenido, de flemática elegancia, con momentos realmente conseguidos (la escalofriante inspección del policía sobre el escenario de la masacre) y que te hace reflexionar sobre los turbios posos de una sociedad tan superficialmente modélica.

miércoles, 10 de julio de 2013

Jack el Caza Gigantes Blu-ray SORTEO

Warner Bros.se complace en anunciar el lanzamiento de  Jack el Caza Gigantes en DVD y Blu-Ray y Copia Digital ¡Todo en uno! el 16 de Julio.

Libres en la Tierra por primera vez en siglos, los gigantes tratan de reclamar la tierra que perdieron en su día,
obligando al joven Jack (Nicholas Hoult) a entrar en la batalla de su vida para detenerlos y ¡poder rescatar a  la princesa!.

La pregunta es... ¿eres lo suficientemente valiente como para rescatar a la princesa? ¿Eres tan valiente como Jack?
¡Completa el cuestionario para averiguarlo!


              

¡Tú tienes el poder! Controla las imágenes GIF y ¡maneja la acción de la película con el movimiento de tu ratón!. Los sonidos de gigantes te permitirán componer tu propia combinación de sonidos de Jack el Caza Gigantes para que tus hijos disfruten durante horas. Pon a prueba tu coraje y completa el cuestionario "¿Eres valiente?" para ver si eres tan audaz como nuestro héroe Jack.

Publica tu resultado del cuestionario "¿Eres valiente?" debajo del post y podrás ganar un fantástico Combo-Pack de Jack el Caza Gigantes que incluye un Blu-Ray, DVD y copia digital de la misma. ¿A qué estás esperando para hacerte con este maravilloso regalo?

domingo, 7 de julio de 2013

ELIZABETH HURLEY, LA MUSA OLVIDADA


      La modelo y actriz británica ELIZABETH HURLEY (Basingstone, Hampshire, 10 de junio de 1965) tomó clase de ballet y obtuvo una beca para un internado a los 12 años, pero fue expulsada del centro escolar por sus bajas calificaciones. Más adelante se interesó por el teatro y realizó anuncios publicitarios para la televisión, convirtiéndose en el rostro oficial de Estée Lauder. Su debut en la gran pantalla tuvo lugar en la película Aria (Bruce Bresford, 1987), que este cronista no ha tenido la oportunidad de ver. 

      Si recuerdo su segunda peli a las órdenes de Gonzalo Suárez en la interesantísima producción española Remando al viento (1987), en donde conoció a Hugh Grant, con el que inició una relación sentimental que duraría diez años, justo hasta que el protagonista de Notting Hill salto a los medios tras pillarle la policía en Sunset Boulevard con una prostituta que andaba soplándole la flauta. 

      En el año 1992 debutó en Hollywood al lado de Wesley Snipes en la película de acción Pasajero 57 (Kevin Hooks). Pero, curiosamente, sería un pequeño papel en la resultona parodia sobre James Bond Austin Powers, misterioso agente internacional (Jay Roach, 1997), junto al famoso cómico Mike Myers, el film que haría alcanzar a la actriz una fama considerable. 


    En 2007 se casó con el magnate hindú Arun Naxar, antes de esto seguía perdiendo el tiempo en comedias banales como Al diablo con el diablo (Harold Ramis, 2000).
    

      Ay, Elizabeth, al cine le debo haberte conocido, pero es que fuera del cine yo no hubiera conocido a casi nadie interesante. Me explico: tu vertiente como modelo no me dice nada, realmente, tu faceta como actriz tampoco, es sólo que, como este crítico tiene sueños de celuloide, tu imagen queda automáticamente inmortalizada en el triste mar de sus retinas. Así soy yo, así es mi alma, en versos de Juan-Eduardo Cirlot: “Éxtasis que canta golpeado por armas infinitas”.
   

      

sábado, 6 de julio de 2013

CRÍTICA DE "STAR TREK: EN LA OSCURIDAD"

La magia del cine para seguir soñando
STAR TREK: EN LA OSCURIDAD êêêê
DIRECTOR: J. J. ABRAMS.
INTÉRPRETES: CHRIS PINE, ZACHARY QUINTO, ZOE SALDANA, BENEDICT CUMBERBATCH, SIMON PEGG.
GÉNERO: CIENCIA-FICCIÓN / EE. UU. / 2013  DURACIÓN: 132 MINUTOS.   

    Auténtico bombazo para las taquillas estadounidenses, Star Trek (J. J. Brams, 2009) logró amasar 257 millones de dólares en su periplo por las carteleras norteamericanas partiendo de un presupuesto de 150 millones, finalizando su exhibición global con unos 385 millones. No cabe duda de que J. J. Abrams ha dado con la fórmula del éxito tras consolidar la saga con esta nueva entrega titulada STAR TREK: EN LA OSCURIDAD (que ya lleva recaudados 350 millones de dólares en todo el mundo) un éxito sin duda basado en lograr que la función llegue a un público cada vez más amplio pergeñando guiones sólidos, diálogos inteligentes, personajes emocionalmente atractivos y un diseño de producción verdaderamente brillante.


      La nave Enterprise se encuentra en el planeta Nibiru en tareas de observación, pero cuando, para salvar a Spock (Zachary Quinto), el capitán Kirk (Chris Pine) pone en evidencia la presencia de la nave, sus superiores le ordenan que regrese a la Tierra y es reemplazado por el almirante Pike (Bruce Greenwood), que lo mantiene en su nave como primer oficial. Cuando la Sección 31 en Londres es objeto de un terrible atentado, Pike y Kirk se reúnen con los comandantes de la Flota Estelar para dar caza al responsable, un traidor llamado John Harrison (Benedict Cumberbatch) convertido en una bomba de destrucción masiva. Pero es el mismo Harrison quien aparece en la reunión librando una encarnizada batalla en la que Pike pierde la vida.


      Tras ser nombrado nuevamente comandante de la Enterprise, Kirk se lanza a la captura de Harrison. Las instrucciones que recibe del almirante Marcus (Peter Weller) son muy precisas: debe acercarse al escondite del traidor en Kronos y dispararle 72 torpedos que han sido cargados en la nave. No obstante Scotty (Simon Pegg) sospecha que hay algo raro en los proyectiles y le advierte a Kirk que nos los use. Cuando éste le ignora, decide renunciar a su puesto. Las cosas cambian de rumbo cuando Kirk decide atrapar vivo a Harrison, por lo que desciende a Kronos junto a Spock y Uhura (Zoe Saldana), la sorpresa se la llevarán todos ellos cuando sea Harrison quien les salve la vida y se rinda.


       El mayor acierto del cineasta neoyorquino J. J. Abrams es haber sabido dotar de un buen equilibrio las potentes set-pieces de acción sin dejar nunca que los personajes parezcan meros atrezzos, dibujando un perfil acertado de cada uno de ellos hasta el punto de que al espectador le importe sus destinos como engranaje de un lúcido espectáculo de evasión rodado de forma deslumbrante.


       STAR TREK: EN LA OSCURIDAD no es sólo un artefacto ideado para incondicionales trekkies, también una función rebosante de aventuras, drama, acción y humor creada para el disfrute y la diversión de sectores más amplios, en donde se amplifican todos los aspectos reseñables de la primera entrega, y que tiene como mayor acierto un villano de entidad, al que el británico Beneditc Cumberbatch (el Sherlock Holmes televisivo) imprime un tono misterioso y ambiguo, lleno de sombras y secretos, imprevisible, amenazante, épico y glacial. No sólo él, Pine logra un carismático Kirk, Quinto está fantástico y Saldana se muestra más activa y fascinante. Un reparto perfecto para dar forma y emoción a la que es sin duda la mejor peli de ciencia-ficción de este año, en la que los niveles técnicos y artísticos  entroncan en total armonía.


Abrams va al grano desde el interesante prólogo precréditos consiguiendo mantener las buenas vibraciones hasta el final (dinamismo al que ayuda la potente banda sonora creada por Michael Giacchino), una precisión inimaginable para un invento por el que hace años nadie daba un chavo. Estamos ante una película en la que los efectos CGI (imágenes generadas por ordenador) cumplen con su misión foto-realista, originando un look visual radiante que adereza una narración al más puro estilo ochentero: soberbia esa visión futurista que nos muestra de ciudades como San Francisco o Londres, o secuencias como la de la fastuosa nave Enterprise precipitándose de forma vertiginosa hacia la Tierra y que nos hace suspirar por el final de todo.



      Sin ser este crítico un fan histérico de la saga, abandono el cine muy satisfecho y con la sensación de que STAR TREK: EN LA OSCURIDAD me ofrece todo lo que uno puede pedir a un blockbuster veraniego, y espero que este director, que ya me emocionó con Súper 8, siga explorando este vasto y fantástico universo de manera tan elaborada e inteligente, que se siga asociando con artesanos como Dan Mindel, que baña con una luz prodigiosa cada escenario, que, en definitiva, haga crecer la magia del cine para seguir soñando.    

lunes, 1 de julio de 2013

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: "COLLATERAL"

COLLATERAL
Thriller - USA, 2004 - 120 Minutos - Color.
DIRECTOR: MICHAEL MANN.
INTÉRPRETES: TOM CRUISE, JAMIE FOXX, JADA PINKETT SMITH, MARK RUFFALO, PETER BERG, BRUCE McGUILL, JAVIER BARDEM.
   

    A Michael Mann (Chicago, 1943) antiguo guionista de series como Starsky y Hutch y genio creador de Corrupción en Miami, le conocimos cuando tardíamente dio el salto a la gran pantalla con Ladrón (1980) un interesante policíaco protagonizado por James Cann. Pero, no fue hasta el espléndido thriller psicológico Hunter (1987) adaptación de un best-sellers de Thomas Harris en donde hace su primera aparición cinematográfica nuestro psicópata favorito Dr. Hannibal Lecter, que el realizador se alzó como uno de los nombres más prometedores para los aficionados, algo que posteriormente se vería confirmado con su versión de la conocida obra de James F. Cooper El último mohicano (1992), el excelente policíaco Heat (1995) (con el extraordinario enfrentamiento entre Al Pacino y Robert de Niro) y El dilema (1999) de nuevo contando con Al Pacino acompañando a un magnífico Russell Crowe, que nos narra de forma tensa la cruzada emprendida por un químico y un periodista contra la industria del tabaco y sus métodos para aumentar el poder de adición. Si de una cosa se puede vanagloriar Mann, es de haber contado en todos sus films con un elenco de primera magnitud, es lo ocurre con esta película.
    
      Collateral transcurre en una sola noche, en diez horas, las que van desde las seis de la tarde hasta las cuatro de la madrugada. Es el tiempo que necesita Vincent (Tom Cruise) un asesino a sueldo contratado por unos narcotraficantes para asesinar a las cinco personas que lleva apuntadas en su lista. Y, para moverse por las calles de Los Ángeles en su explosivo viaje, secuestra durante toda la noche a un taxista, Max (Jamie Foxx) que lleva 12 años conduciendo un taxi y su máximo sueño es montar un negocio de limusinas. Los cinco nombres de la lista de Vincent corresponden a testigos claves de la acusación contra jefes de un cartel. Annie (Jada Pinkett Smith) es la fiscal del caso, y cuando comienzan los asesinatos, el detective Fanning (Mark Ruffalo) no tarda en relacionarlos con el juicio.
    
      Rodada en su mayor parte con cámaras de vídeo digital de alta definición, con lo que se consigue unos maravillosos planos aéreos nocturnos de la ciudad de Los Ángeles, una inmensa mole que acoge en su extensa llanura 17 millones de almas alienadas... y más de cuatro mil taxis. El estupendo libreto de Stuart Beattie, concebido para que parezca que el film está rodado en tiempo real, le brinda al director de Ali la oportunidad de lucirse en un elegante ejercicio de estilo, porque en una noche los objetos no cambian, sólo la luz y su reflejo en el estado de ánimo de los personajes. 

      Y, claro que podemos hablar del villano, pues Tom Cruise no es un malo cualquiera -no en su primer papel de auténtico desalmado- su imagen está muy alejada del canalla andrajoso, tan seguro de sí mismo, con su traje caro, su pelo canoso y barba de varios días -que recuerda al Mickey Rourke de Manhattan Sur- su humor macabro y la fría e inaccesible distancia que marca con todo lo que le rodea. Nada le mancha, ni la pasión, ni la muerte, ni los sentimientos, poco o nada sabemos de su pasado, pero si al final sólo somos memoria, él es un producto de su pasado, un killer de mirada gélida y filosofía tan simple como sádica. Es la criminalidad de nuevo cuño, profesionalismo y diseño, para un diabólico objetivo que lleva implícita una terrible lógica.


    Está muy bien Tom Cruise en esta cinta, pero no debemos de olvidarnos del oscarizado Jamie Foxx, quien se ve obligado a acompañarle si no quiere ser otro cadáver más en su viaje infernal por las entrañas de la urbe. Metido en la piel del taxista soñador y con aspiraciones, el actor afroamericano es toda una revelación por su gran expresividad: su impotencia y ansiedad quedan reflejadas en sus gestos y su mirada, en cómo va modulando su carácter a medida que avanza la acción, haciéndose irreconocible al final del film. Collateral es un excelente thriller urbano, una claustrofóbica aventura por el estómago sucio de la ciudad, un paisaje de neones, garitos, grandes avenidas y autopistas cruzadas. 

      Pocas veces Los Ángeles ha sido retratada con la luz que le confieren Dion Beebe y Paul Cameron, alejada de esa ciudad cálida y exótica de las palmeras, con la presencia de coyotes atravesando las calles; una metrópolis multicultural, amenazante y sin justicia poética. Es, sin duda, la otra gran protagonista del film. En este viaje al fin de la noche, carente de piedad, en donde los cadáveres se amontonan, Mann recupera el núcleo y la estructura de Heat, y utiliza el vídeo digital para tocar de lleno al espectador, haciendo uso de una fotografía difusa y un rodaje más desenfrenado de lo que en él es habitual. Collateral no es sólo una película de acción con diálogos inteligentes, es cine en su más pura esencia, una radiografía del frenético discurrir urbano.