viernes, 22 de abril de 2016

"LIE WITH ME" (2005), LA RUTINA DEL SEXO

      
      El director canadiense Clement Virgo, mayormente dedicado al campo de las series y películas televisivas en donde consta acreditado como director de algunos episodios de la magistral The Wire (2002) y firmante de aquel aceptable drama titulado Último Asalto (2007) con Danny Glover de protagonista, estrenó en el año 2005 esta película de alto contenido erótico titulada Lie With Me, a la que en España se añadió la muletilla “El diario íntimo de Leila”. La película sigue a Leila (Lauren Lee Smith) una chica sexualmente voraz que se relaciona con los hombres mediante breves encuentros íntimos. Una noche, durante una concurrida fiesta en una casa, conoce a David (Eric Balfour) y la lujuria surge a primera vista. Poco después, mientras Leila practica sexo con un desconocido en la parte trasera de la casa, David y su novia hacen lo propio pero en su coche. Leila y David se miran fijamente mientras hacen el amor con otras personas, iniciando así un ritual de cortejo que dará paso a una intensa aventura sexual entre ambos.

     
    Extraña película entre un artista y una ninfómana que además de llevar la voz cantante en las más sugerentes escenas sexuales también es la protagonista de las reflexiones que ocupan la mayor parte de los diálogos, parece una experta en las artes amatorias y lo que demuestran las secuencias de alto voltaje sensual entran en colusión con lo que proyecta, una escenas que alternan lo explícito con la sutilidad evanescente y pretendidamente poética. Puede ser, eso sí, un relato atractivo para un voyeurista que busque un ligero deleite visual y lo encuentre en momentos puntuales como  el de la masturbación de Leila, una apetitosa Lauren Lee Smith, sus provocativos juegos de seducción al aire libre (la felación al desconocido), o su insinuante exhibición en un parque. Lo más llamativo de Lie With Me  es su tono costumbrista, la chispeante naturalidad con que discurre la historia, intentando atrapar la cotidianidad y espontaneidad del impulso sexual latiendo al mismo tiempo que la vida, ajena a los dramas y los deseos. Una simplicidad que reducida a su esencia resulta en cierto modo excitante.

   
    La voz en off de Leila, de su conciencia, actúa como una forma válida de atrapar la perspectiva del relato a través de la mirada femenina sobre el sexo en su vertiente compulsiva y obsesiva, y al mismo tiempo confiere al relato un tono de obra infinita e inacabada en donde el sexo ocupa siempre el centro del cuadro. En realidad, Leila y David sienten un gran vacío emocional; ella porque jamás ha sido capaz de sacar algo sublime de sus continuas y fugaces aventuras sexuales hasta que se topa con David; y él porque a pesar de tener novia, siente el mismo vacío cuando no está con Leila. Lie With Me falla en la fatua verborrea psicológica con la que se trata de explorar la compleja psicología de la protagonista, pretensión que resulta vana  cuando la deriva de la acción tiene más que ver con el incontenible, puede que descontrolado poder de la pasión animal, del sexo sin compromiso del que surge una historia de amor tan esteticista como elemental: chica encuentra a chico, chica se pelea con chico, chica se queda con chico. Con una vaporosa fotografía que dota a la función de un tono softcore naïf, Lie With Me puede ser una buena apuesta para una noche de lluvia en pareja.

           

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