martes, 12 de abril de 2016

LA PRÓXIMA VEZ APUNTARÉ AL CORAZÓN (2014)

LA PROCHAINE FOIS JE VISERAIS LE COEUR
(Cédric Anger, 2014)

   El director francés Cédric Anger (L´avocat, 2010) dirige este oscuro y glacial thriller titulado La próxima vez apuntaré al corazón que saldrá al mercado del DVD el próximo 13 de mayo y que nos narra la historia de Franck Neuhart (Gillaume Canet), un gendarme psicópata  cuyo perfil está construido a partir del caso real de Alain Lamare, “el asesino loco del Oise”, que sembró el pánico entre las jóvenes de aquella comarca entre mayo de 1978 y abril de 1979. Por supuesto, su habilidad escurridiza, el don de la ubicuidad que parecía poseer y la meticulosidad de que hacía gala en todos los asesinatos, se debía principalmente a que él mismo era policía y estaba al tanto de todas las pistas que se seguían y de la orientación de las investigaciones.


    Lo curioso es que al ser detenido, Alain Lamare llevaba consigo el retrato robot distribuido por la Brigada Criminal y que fue también repartido a todos los compañeros gendarmes de Lamare, incluido el mismo. Pues bien, el retrato se parecía a Alain como dos gotas de agua. El comandante Colson, su jefe, llevaba tiempo sospechando y con la mosca detrás de la oreja, de modo que un día, como una especie de corazonada, hizo que le tomaran las huellas al joven agente. Fue la prueba que le identificó como el ladrón de uno de los coches robados que se habían utilizado en los asesinatos. Al parecer, Alain Lamare contaba con algunas manías que le definían: odiaba a las chicas de cabello negro y piel morena, también un constante empeño por poner en jaque a la policía burlándose así de sus compañeros. 


     El film de Cédric Anger recrea con fascinación aquella época de finales de la década de los 70 en la que un asesino en serie tenía aterrorizado al tranquilo departamento de la región de Picardia, y Guillaume Canet logra un impactante trabajo, que oscila entre la contención y el exceso, dando oxígeno a un Neuhart con una doble vida. Un trabajo medido y escrupuloso, como corresponde a un gendarme modélico que ingresó en el cuerpo con sólo 19 años, encargado de detener a un escurridizo psicópata que no es otro, claro, que él mismo.


    Presentada en la edición del Festival de Sitges del pasado año, La prochaine fos je viserais le coeur es un thriller rodado sin concesiones y de duro visionado. Con su cara vulgar y sus incontrolados impulsos de violencia racista, el asesino gendarme es retratado por Anger con absoluta frialdad, una mirada que no necesita ornamentos a pesar de alguna licencia de brocha gorda como esa visión pesadillesca de los gusanos que tiene el asesino. La personalidad escindida, absolutamente insondable del personaje, un ser solitario sin apenas contacto con nadie fuera de la gendarmería, salvo un desvalido romance con una chica que limpia su casa (bellísima Ana Girardot), y a quien vemos lacerándose como si quisiera purgar sus pecados, pero dejando confesiones escritas en las que se muestra orgulloso de sus crímenes y que manda anónimamente a la policía, una escena que nos lleva a evocar los ecos de Taxi Driver en una imposible fusión con el universo provinciano y de violencia irracional de Claude Chabrol. El objetivo principal de Neuhart son chicas autoestopistas, jóvenes y solitarias, y es ahí, en escenarios abiertos, donde Anger logra sus mejores secuencias, objetivo para el que se ve ayudado por una fotografía excelente de un paisaje gélido, inhóspito y en cierto modo, desolado y espectral, que dota de un sentido alucinado a las terribles y macabras  acciones del protagonista. Un film interesante.


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