jueves, 18 de mayo de 2017

CRÍTICA. "HOUNDS OF LOVE" (Ben Young, 2016)


Obra maestra redonda, total y absoluta

HOUNDS OF LOVEêêêêê


Prodigiosa ópera prima del director australiano Ben Young cuya acción nos sitúa en la ciudad australiana de Perth en 1987, lugar en donde una pareja de psicópatas, John White y Evelyn (Stephen Curry y Emma Booth) secuestran a adolescentes para abusar de ellas y después asesinarlas. Una  noche, cuando Vicki (Ashleigh Cummings) es secuestrada por la psicótica pareja tras haber discutido con su madre, se da cuenta de que sólo tendrá la oportunidad de sobrevivir si es capaz de generar un conflicto entre ellos, algo que cree factible al observar la inestable dinámica de su relación.

      
   No me atrevo a decir qué películas han servido de caja de resonancias para una historia que cuenta con sólido guión pergeñado por el mismo director, pero me arriesgo a citar títulos como El coleccionista (William Wyler, 1965), El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991) y An american Crime (Tommy O´Haver, 2007), con los que comparte temática y la mezcla de thriller y terror. Tal vez hoy pueda parecer una idea descabellada y estúpida, pero en otras épocas  no resultaba extraño que muchas mujeres jóvenes se subieran a los coches con personas extrañas y las carreteras estaban atestadas de chicas haciendo auto stop. Posteriormente, la policía encontraba muchos de esos cuerpos abonando las cunetas.

   
   Claro que, siempre es más fácil si quien te abre las puertas del coche es una simpática y atenta pareja y es ella quien actúa de gancho ofreciéndote toda la confianza y una atención exquisita, casi maternal. La primera lección que se aprende de este magistral film es que nunca debes fiarte de extraños sea cual sea su aspecto y condición. Con un uso sublime del slow motion (cámara superlenta), el fuera de campo, un espléndido look visual, un control mágico de la narrativa, Ben Young consigue crear momentos desasosegantes al mismo tiempo que desarrolla un hiperrealista y escalofriante estudio de personajes en el cruce de un fatal destino.


    Así, Vicki, víctima de la separación traumática de sus padres, pronto se dará cuenta de que el riesgo te puede hacer pagar un precio muy alto; y la pareja de desequilibrados caerá en una deriva fatídica cuando poco a poco van aflorando sus traumas y enfrentamientos, que tienen como eje la pérdida de la custodia de los hijos de Evelyn y su deseo frustrado de que John los acepte y ame. Otro personaje clave aunque desde un segundo plano es la madre de Vicki, que intuye que su huida no ha sido voluntaria. En el arranque, el film deja claro que ella no es la primera víctima (no desvelaré si es la última), y con todas las chicas se sigue el mismo y espeluznante ritual. Encadenada a un camastro e impotente ante los perversos juegos de la pareja, comprenderá que su única oportunidad de escapar de la pesadilla es explorar las debilidades de la siniestra pareja, tensionar el ambiente y profundizar en esos puntos de fuga psicogénica en donde se debaten los celos, el dolor de la ausencia, la desconfianza, la traición y los oscuros deseos.
    

   Hounds of love es una joya, un sorprendente hallazgo, un relato musculoso que podemos etiquetar como un film de culto instantáneo y que revela a su director como un nombre a tener muy en cuenta. Con magníficas interpretaciones y una gran banda sonora que contiene una deliciosa selección de temas clásicos de The Mody Blues, Cat Stevens y Joy Division,  el gran valor de la función, cuyo título juega ingeniosamente con el perro de la pareja y su tormentosa relación, además de los aspectos técnicos ya reseñados (y otros en los que podemos incluir una deslumbrante fotografía y unos magnéticos movimientos de cámara), consiste en crear un arco dramático de una turbiedad pegajosa que se desliza hacía un clímax en donde la tensión, tan física, cercana y aterradora, alcanza su punto álgido, con John desbocado sin poder controlar su ira y visceralidad, y ese juguete roto llamado Evelyn que ha traspasado hace mucho tiempo los límites de la tolerancia y la locura. Una película desgarradora que aviva el pánico cotidiano y alerta sobre el peor de los horrores. 


2 comentarios:

  1. Sinceramente muy buen análisis, te sigo pedro y ademas me a gustado mucho el nuevo look de tu blog por ello te enlazado a mis redes sociales también, espero no te importe.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, José Antonio. No me importa amigo, yo lo único que he criticado siempre es que mucha gente incluya citas mías e incluso a veces críticas completas sin dejar claro quién es el autor con su firma. Espero que sigas visitando mi blog y dejando comentarios. Y como este es un espacio sin ánimo de lucro, seguiré posteando cositas cuando la inspiración y el tiempo me lo permitan.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar