miércoles, 21 de mayo de 2014

AGENDA OCULTA, EL LOACH QUE MÁS ME GUSTA


AGENDA OCULTA
(HIDDEN AGENDA)
Thriller político - Gran Bretaña, 1990 - 104 Minutos.
DIRECTOR: KEN LOACH.
INTÉRPRETES: FRANCES McDORMAND, BRIAN COX, BRAD DOURIF, MAI ZETTERLING.

      Ken Loach nace en Londres en 1936. Debido al éxito de sus montajes escénicos es contratado por la televisión donde se convierte en un prestigioso documentalista. En 1968, en plena revolución contracultural, rueda su primer largo, Poor cow, un drama sobre los problemas de una mamá adolescente. Sus siguientes films: Kess (1970), Vida familiar (1972), Black jack look and smiles (1981), Fatherland (1986), son prácticamente desconocidos para el público de nuestro país y la mayoría de ellos no han sido distribuidos comercialmente. El éxito comercial le llega con Agenda Oculta, por lo que a partir de en entonces se dedica de lleno al cine. Su trilogía proletaria Riff- raff (1991), Lloviendo piedras (1993) y Ladybird, ladybird (1994), son retratos muy realistas sobre los problemas de la clase obrera y representan así mismo una clara denuncia contra la agresiva política económica thatcheriana. Tierra y libertad (1995) es un film rodado en España que narra los conflictos entre las fuerzas de izquierda durante la guerra civil española. La canción de Carla (1996) historia de un conductor de autobús inglés y una bailarina nicaragüense. Mi nombre es Joe (1998) y Sweet sixteen (2002) son las últimas películas que han logrado interesarme de este irregular autor

      Sinopsis: Belfast, Irlanda del Norte, principios de los ochenta. Ingrid Jessner (Frances McDormand) es una norteamericana miembro de la Liga Internacional de los Derechos Civiles. Pul Sullivan (Brad Dourif) su novio, es abogado. Juntos han llegado al país para confeccionar un reportaje sobre las torturas y métodos de coacción infligidos por las fuerzas de seguridad británicas. Un día, Sullivan concierta una cita con un individuo que le va a proporcionar datos y pruebas de las torturas que reciben los presos. Cuando se dirige al lugar de encuentro son asesinados él y su conductor. Como el gobierno teme una repercusión del caso, envía a un inspector para que investigue el suceso.

      Preocupado siempre por la marginación social y la pérdida gradual de las sensibilidades políticas y la solidaridad, Ken Loach desarrolla su discurso acusatorio con el diseño de un thriller ideológico -de izquierdas, claro está- para recriminar sin paliativos determinadas prácticas policiales, que en la mayoría de los casos con autorización gubernamental -o conocimiento- van en contra de los más elementales derechos humanos. Hidden Agenda es un film duro e indigesto, y como todos los de este tipo, sumante amargo. La película, que sirvió en su momento para prestigiar a un Loach en horas bajas, se sigue con interés al entrelazar con corrección dos géneros que suelen ir muy unidos: el thriller netamente americano y el de denuncia política, más genuinamente europeo. Margaret Thatcher, “hermana ogro” de muchos cineastas británicos, declaro: “el conflicto del IRA no puede tener una solución política, porque no hablamos de políticos, tiene que tener una solución policial porque de lo que hablamos es de delincuentes”. Con un estilo documentalista, aunque no exento de cierto efectismo, consecuencia de combinar la ficción con la realidad, el cineasta descarga toda su “IRA” sobre la Primera Ministro, acusándola en último término de ser la responsable principal de todos los abusos y excesos policiales, una policía que naturalmente estaba comandada en esa ciudad en llamas que era la Belfast de la época, por los hombres más duros - sádicos, dicen - de su gabinete.

      A pesar de la explosiva carga ideológica y visceral, el film denota un cierto tono realista que conlleva -insisto- una exagerada voluntad, y consigue su objetivo, entre otras cosas, porque al buen guión de Jim Allen se une un buen plantel de actores en el que sobresalen Frances McDormand, notable actriz norteamericana a la que se identifica con ideales progresistas y que siempre se ha movido muy bien en el cine independiente; el estupendo actor británico Brian Cox, una presencia cada vez mayor en producciones internacionales; y Brad Dourif, secundario de lujo del que todavía recordamos su memorable actuación en Alguien voló sobre el nido del cucoLoach sigue siendo hoy en día uno de los directores más personales de su país, dueño de un universo propio que conecta muy bien con el público español, que le admira más que sus mismos paisanos. Agenda Oculta, tal vez un poco sobrevalorada en su momento, es una buena película a la que perdonamos los innecesarios subrayados y estereotipos, y que es, por muchas razones: visceral, sana, necesaria y recomendable.


2 comentarios:

  1. Ayer vi el documental "El espíritu del 45", interesante y bien resuelto aunque un tanto limitado por su carácter de mítin socialista. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. El gran problema de Loach es que en demasiadas ocasiones antepone ciegamente su perfil militante a su talento como cineasta. En sus películas de ficción siempre quedó claro esto, en una película documental como "El espíritu del 45" sus loas al laborismo no pueden ser tachadas de otra forma que de sectarismo. Sobre todo si la obra es visionada por alguien que no es de izquierdas ni de derechas y que ve todas esa lucha ideológica con una distancia sideral como el arriba firmante.

    Un abrazo

    ResponderEliminar