domingo, 5 de agosto de 2012

EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE


Nolan firma una nueva obra maestra para cerrar su fantástica trilogía
EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE
DIRECTOR: CHRISTOPHER NOLAN.
INTÉRPRETES: CHRISTIAN BALE, TOM HARDY, ANNE HATAHAWAY, MICHAEL CAINE, GARY OLDMAN, JOSEPH GORDON LEVITT, MARION COTILLARD.
GÉNERO: FANTÁSTICO / EE. UU. / 2012  DURACIÓN: 164 MINUTOS.   
    
      En manos de Christopher Nolan cada nueva entrega de la saga Batman se convierte en un acontecimiento donde toda expectativa parece insuficiente, la mejor trilogía de la historia (sí, mejor que El Padrino, ya que si indudablemente El Padrino 1 y 2 son dos incontestables obras maestras, El Padrino III es un cagarro de dimensiones estratosféricas), no necesita de oropeles pues sólo reclama la atención de su fiel público. Este capítulo final lo estrena Nolan con la pretensión de finiquitar de forma dignísima su preciada trilogía al mismo tiempo que supone un reto superar en un plano artístico y comercial los resultados de las dos entregas anteriores, firmando así una nueva obra maestra cuyas repercusiones serán más valoradas en un tiempo futuro.
     
      EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE nos sitúa ocho años después desde que Batman (Christian Bale) desapareciera en la oscuridad pasando de héroe a fugitivo. Al asumir la muerte del fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart), el Caballero Oscuro lo sacrifica todo por lo que considera, al igual que el comisario Jim Gordon (Gary Oldman) un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo (en realidad lo que ocurrió fue que Dent se convirtió en un monstruoso criminal, Dos Caras, y Batman tuvo que impedir un diabólico plan del Joker para destruir Gotham), pero todo cambia con la irrupción de la astuta gata ladrona Selina Kyle (Anne Hathaway), que lleva a cabo un misterioso plan. No obstante, todavía es mucho más peligrosa la aparición de Bane (Tom Hardy), un peligroso mercenario que cubre su rostro con una terrorífica máscara que le suministra el analgésico para el dolor crónico que padece. Bane logra fugarse de un avión repleto de policías, su plan es extender el terror por Gotham City, lo que obligará a Batman a abandonar su retiro voluntario y hacer frente al mayor desafío de su historia.    

      Es curioso pero la nostalgia me embarga instantáneamente cuando abandono la sala, no soy proclive a alargar en exceso las sagas aunque pienso que tendrá que pasar mucho tiempo para tener la oportunidad de asistir a un espectáculo de tal magnitud, tal vez tanto que este cronista no lo conozca. El director nacido en Londres ha creado para su saga un estilo cercano, realista y sombrío imitado hasta la náusea, y LA LEYENDA RENACE es otra película bellísima sobre el dolor como metáfora de los convulsos y siniestros tiempos que nos ha tocado vivir, un broche de oro rebosante de lirismo crepuscular donde la épica surge como consecuencia del caos y los abusos (el crack económico y la corrupción política), de vivir instalados en una gran mentira que hace que la sociedad se resquebraje para dar paso a un nuevo orden surgido de las sombras, elevando a las alturas a cualquier peligroso iluminado en quien la gente sin esperanzas desea creer.


       Nolan hace lo imposible para dar un nuevo impulso al cine como vehículo revolucionario para el entretenimiento y le reflexión de un público inteligente, así el equilibrio entre fantasía y realidad es la baza esencial del compacto libreto firmado por su hermano, Jonathan Nolan, con interludios para la emoción, la introspección y como resultado la progresión adecuada del relato. Inolvidable, ya nadie podrá imaginar el rostro del vigilante de Gotham sin asociarlo a Christian Bale, un  actorazo que como Bruce Wayne muestra síntomas de decadencia física y mental, en contraposición con la majestuosidad de Batman, su retiro ha permitido la degeneración de la ciudad, una invitación para la redención del superhéroe más amado, que no tarda en comprender que la desidia (la inacción de una sociedad podrida hasta el tuétano), ofrece un balón de oxígeno para que el astuto Bane extienda el terror.

      Bane, al que da vida de forma pluscuamperfecta Tom Hardy, representa el apocalipsis, las llamas del infierno, y será recordado como uno de los mejores y más carismáticos villanos de la historia del cine, su lacerante y oscuro pasado, su imponente presencia no exenta de amargura y melancolía invitan a una cierta empatía que ni siquiera la brutalidad desplegada puede anular (atención al primer encuentro con Batman en el subterráneo), su presentación en el avión con su espeluznante máscara y su voz de ultratumba te deja clavado en la butaca. Acercándose más al personaje del cómic, la bellísima Anne Hathaway realiza un espléndido trabajo como Catwoman, una habilidosa ladrona de joyas que parece moverse sólo por interés personal. No puedo decir lo mismo de Marion Cotillard, el personaje más flojo de la función, fuera de situación y sin fuerza dramática. Otra cosa es ese agente de policía al que da oxígeno de manera soberbia Joseph Gordon Levitt, un tipo que aporta sensatez y que se impone como relevo generacional de Gary Oldman, un héroe con corazón para tiempos difíciles. Orquestada como una tragedia operística y amenizada por una intensa banda sonora de nuevo a cargo de Hans Zimmer, LA LEYENDA RENACE se eleva como una pirámide  de subtramas hasta llegar al largo y brillante clímax final, donde todo queda atado (la desolación que se palpa en la voladura de los puentes y el hundimiento del césped del campo de futbol americano), un crescendo de tono fúnebre y tempo medido. La enorme fisicidad de la cinta queda representada en la pelea final en la calle, donde Batman y Bane se destrozan con puñetazos secos y bestiales. Será imposible ir más allá.  

1 comentario:

  1. Una película muy entretenida, con movimiento constante que te impide no estar pendiente de la trama.
    No obstante he de afirmar que de la trilogía la que es una obra maestra sin opción a discusión posible es la primera entrega, el papelón y repartos son excepcionales, inolvidables; esto no quiere decir que el resto de entregas no sean buenas..., sencillamente no llegan a la altura de la primera.

    Un saludo

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