viernes, 10 de agosto de 2012

LOS MEJORES CARTELES DE CINE: BLOW UP


La película BLOW UP (Michelangelo Antonioni, 1966) ejerce un extraño magnetismo sobre algunos cineastas norteamericanos, lo que da lugar a varios films inspirados en su premisa argumental, entre los mejores se encuentran La Conversación (Francis Ford Coppola, 1974) e Impacto (Brian De Palma, 1981). Ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes y estrenada en España con el título Blow Up, deseo de una mañana de verano, el film nos narra cómo tras revelar y ampliar unas fotografías tomadas en un parque vacío para buscar una foto plácida que ultime su libro, el reportero de modas Thomas (David Hemmings) advertirá que tal vez en los claroscuros de esas fotografías se encuentre la clave de un crimen, la huella de un misterio insoluble que puede que sólo exista en la mente del protagonista.

      Uno de los títulos más destacados de la década de los 60, filmado por Antonioni en pleno “swinging London” a raíz del relato de Julio Cortazar “Las babas del diablo”. Un lugar (Londres) y una época (los años 60) reveladores desde una óptica cultural y caleidoscópica. El cartel (que nos muestra a Hemmings y su modelo en pose imposible) atrapa a la perfección el aroma y la atmósfera de la función, que deriva en una crítica satírica sobre la sofisticación y vacuidad moderna (el mundo de la moda, la psicodelia, el ácido y la marihuana, la música, los nuevos cauces de la sexualidad) y transforma la película más que en un ejercicio de intriga en un corrosivo retrato de la pueril alienación de la época. Así, un partido de tenis entre estudiantes de mimo nos conduce a un ambiguo final, cuando Thomas, entre la expectación de los comediantes, interviene en el partido para devolver una bola perdida. Un film aún hoy, extraño y magnético.

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