martes, 26 de junio de 2012

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: POSIBILIDAD DE ESCAPE


POSIBILIDAD DE ESCAPE (LIGHT SLEEPER)
DIRECTOR: PAUL SCHRADER.
INTÉRPRETES: WILLEN DAFOE, SUSAN SARANDON, DANA DELANY, DAVID CLENNON.
GÉNERO: THRILLER/EE.UU./1992  DURACIÓN: 105 MINUTOS.
      
       El realizador Paul Schrader debuta en el año 1978 con Blue Collar, film que con Harvey Keitel y Richard Pryor como protagonistas narra los problemas de unos trabajadores en una cadena de montaje de coches, y que le sirve para hacer una amarga reflexión sobre el sistema laboral estadounidense y el tan explotado como absurdo “sueño americano”. Antes de eso ya se había ganado una buena reputación como guionista firmando los libretos de películas tan míticas como Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), Yacuza (Sydney Pollack, 1975) o Fascinación (Brian De Palma, 1976). Entre los títulos más sobresalientes de este complejo, obsesivo y personal cineasta, destacan: Hardcore, un mundo oculto (1978), American Gigolo (1979), Mishima (1985), El placer de los extraños (1990), Aflicción (1997). Como guionista colaboró de nuevo con Scorsese en Al límite (1999) film en el que ambos cineastas regresan a las inquietantes calles de Nueva York. No encontramos ni rastro de su sello personal en Forever Mine (2002) romántico y muy mediocre thriller, algo que si aparece en la interesante Autofocus (2002) relato del descenso a los infiernos del sexo de Bob Crane, una estrella de la televisión norteamericana de los años sesenta.
     
      Posibilidad de escape es una magistral película que cuenta la historia de un traficante de drogas, John Letour (Willen Dafoe) que se pasea en limusina por las calles de Nueva York esperando que suene el pitido de su localizador para hacer entrega de cualquier tipo de drogas. Trabaja a las órdenes de Ann (Susan Sarandon) con la que mantiene una relación amistosa, ella viene pensando desde hace tiempo dejar el negocio de las drogas por el de la cosmética. Sus principales clientes son ejecutivos, yuppies y turistas europeos que frecuentan los sitios de moda y que buscan emociones fuertes. Un día aparece muerta una chica pija en un parque por una sobredosis, la policía abre una investigación y comienza a presionar a Letour, más tarde será su ex novia (Dana Delany) la que muera por el mismo motivo, lo que le hace tomar una decisión.
     
      Paul Schrader ha demostrado sobradamente que se desenvuelve muy bien narrando historias urbanas construidas bajo premisas dogmáticas, humanistas e incluso teológicas, la fuerza de sus personajes enmarcan siempre un espacio reconocible y se mueven dando bandazos entre la trascendencia y la visceralidad. Su mirada es siempre representativa de su educación, sus gustos y sus creencias, y su gran virtud es hacer creíble, a través de esas composiciones tan personales y atractivas, que nunca será tarde para intentar la redención. Con Light Sleeper Schrader dijo, medio en broma medio en serio, que había hecho una película religiosa sobre un traficante, pero esto no es sólo un comentario irónico, de hecho Abel Ferrara con Teniente corrupto hizo una película religiosa sobre un policía yonki, violador… En realidad, el protagonista de Posibilidad de escape tiene muchos puntos en común con el Travis Bickle de Taxi Driver; ambos escriben un diario, viven solos, son incapaces de encauzar sus vidas y los dos, llegado el momento, hacen uso de sus armas para llevar a cabo una matanza apocalíptica con resonancias catárticas.
     
      Pero mientras el insomne héroe taxista acapara portadas de periódicos y es felicitado por todos, John Letour acaba entre rejas, esperando que tal vez por buena conducta y contando con la atenuante de que a quienes ha liquidado sólo eran traficantes de la peor calaña, le sea rebajada la condena. En el final, cuando Ann le visita en la cárcel, Letour le dice que jamás han follado juntos y que es una de las cosas en las que piensa, de las que desea con más ilusión y que espera mantener viva, Ann responde que ella también, y le dice: “es extraño cómo funcionan las cosas”. Letour, en un plano fijo, le besa la mano. En ese beso queda recogida toda una experiencia vital, pues ese acto tan puro, lleno de ensoñación y sensibilidad, casi poético, simboliza la ruptura con el pasado, reclamando una nueva vida con esperanza de futuro. A destacar el gran trabajo de Willen Dafoe y Susan Sarandon, que llevan el peso de una de las películas menos conocidas de su autor –y la mejor, para quien esto firma-, dueño de una filmografía imprevisible, en ocasiones tan genial como aburrida y trivial en otras.

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