lunes, 29 de diciembre de 2025

CRÍTICA: "OUR GIRLS" (Mike van Diem, 2025)

 

Más allá del dolor

“OUR GIRLS”  êêêê

(VOOR DE MEISJES)

DIRECTOR: Mike van Diem.

INTÉRPRETES: Thekla Reuten, Valentijn Dhaenens, Noortje Heerlar, Fredja van Huêt, Karl Markovics, Rosa van Leeuwen, Tim Seyfi.

GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 102 minutos / Países Bajos / AÑO: 2025

    Para quien esto escribe, la última campanada del año la ha dado esta cinta holandesa titulada Our Girls (Voor de Meisjes) dirigida por Mike Van Diem que nos sitúa en los Alpes austriacos durante las vacaciones de dos parejas de padres holandeses que ven cómo su antigua amistad se agrieta cuando afloran las frustraciones y desconfianzas latentes al sufrir sus hijas adolescentes un accidente que deja a una de ellas en coma.

    Our Girls confirma a Mike van Diem (Karakter, Mejor Película de Habla no Inglesa en 1997) como un explorador del drama moral contemporáneo. Lejos de efectismos, el relato se despliega como un mecanismo de precisión que va apretando al espectador escena a escena, hasta colocarlo ante un abismo ético del que resulta imposible salir indemne.

   La función se desarrolla a partir de una situación aparentemente cotidiana: dos familias unidas por años de amistad, vacaciones compartidas y una confianza casi fraternal que ven cómo todo eso explota a raíz de que sus hijas tienen un accidente de quad. El punto de partida, filmado con una serenidad engañosa, sirve para reforzar el golpe posterior, cuando el trágico suceso quiebra el equilibrio y obliga a los adultos a enfrentarse a una decisión (que no puedo narrar) y que desafía cualquier noción grata de la moralidad. La película no busca el shock instantáneo, sino algo más inquietante: el reconocimiento. Así, nos vemos reflejados en esos padres que dudan, que se contradicen, que intentan convencerse de que aún existe una salida digna.

    Uno de los mayores logros de Our Girls es su escritura: los diálogos están cargados de subtexto, de expresividades que denotan marejadas interiores y frases que resuenan como pequeñas sentencias. Van Diem entiende que el verdadero drama no está sólo en lo que se dice, sino en lo que se evita decir. Cada conversación es una negociación emocional, un pulso entre el instinto de la protección, el egoísmo y la conciencia moral. El guión avanza con una lógica implacable, sin excesivos subrayados ni concesiones al espectador.

     Las interpretaciones sostienen la película con una intensidad contenida admirable. Los adultos no son héroes ni villanos, sino seres humanos atrapados en un dilema imposible, y esa ambigüedad es lo que hace la experiencia tan perturbadora. Las jóvenes, por su parte, funcionan como el eje emocional del relato: su presencia -al principio activa, después estática y lacerante- recuerda constantemente lo que está en juego. Visualmente, Our Girls apuesta por una puesta en escena sobria, casi austera, que potencia la sensación de encierro emocional incluso en espacios abiertos. La montaña, la naturaleza majestuosa e indiferente, contrasta con la fragilidad de las decisiones humanas, subrayando la pequeñez moral de quienes creen poder controlarlo todo.

   En última instancia, Our Girls no pretende ofrecer respuestas, sino disgustar, perturbar. Es una película que interpela, que obliga a replantearse convicciones profundas y que demuestra que el cine europeo sigue siendo un territorio privilegiado para el drama adulto, complejo y moralmente desafiante. Estamos ante una obra sólida, valiente, descarnada y profundamente humana destinada a crecer en la memoria del espectador mucho tiempo después de haber sido vista.

 


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