martes, 26 de diciembre de 2017

CRÍTICA: “BRIGHT” (David Ayer, 2017)


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    Como cinéfilo aficionado al cine negro y policíaco, sigo la carrera de David Ayer desde su debut en el año 2005 con el drama criminal Harsh &Times, una película amarga protagonizada por Christian Bale y Freddy Rodríguez sobre la lealtad, la ambición y los sueños rotos. Con un guión original de James Ellroy levantó su siguiente cinta, Dueños de la calle (2008) que con Keanu Reeves al frente del reparto nos sumerge entre un grupo de polis malos que cuestiona la moralidad de los defensores de la ley. Su mejor película hasta la fecha según mi humilde opinión es Sin tregua (2012) un thriller con magníficas interpretaciones de Kake Gyllenhaal y Michael Peña dando vida a dos policías que patrullan los barrios más peligrosos de Los Ángeles. Ayer bajó el listón en su siguiente film titulado Sabotage (2014) un vehículo para el lucimiento de Arnold Schwarzenegger al frente de un equipo de élite de la agencia antidroga. Tampoco me convenció Corazones de acero (2014) film bélico que no aporta nada al género y con un rudimentario concepto de la guerra. De Escuadrón suicida (2016) mejor no hablar aunque fue todo un taquillazo.

     
   Con un guión de Max Landis (hijo del mítico director John Landis) esta lujosa producción Netflix nos presenta una sociedad alternativa donde los seres humanos, orcos, elfos y hadas han convivido desde el inicio de los tiempos. Dos policías con perfiles muy distintos patrullan las calles juntos. Uno es el humano Ward (Will Smith) y el otro el orco Jakoby (Joel Edgerton). Ambos inician una guardia nocturna que cambiará el futuro y el mundo que conocen. A pesar de sus diferencias personales, deberán trabajar juntos para proteger a una joven elfo y una reliquia perdida que, de caer en las manos equivocadas, podría destruirlo todo.

     
    Con 90 millones de dólares de presupuesto y buen diseño de producción, Bright es la apuesta de Netflix para competir con las grandes majors de Hollywood, para ello toma el formato de las buddy movies de los 80 (Límite: 48 horas, Arma letal) y la clara influencia de aquella película de culto ochentera titulada Alien nación (Graham Baker, 1988) y construir así el andamiaje de un historia a la que le sobra verborrea irrelevante  y secuencias inanes, por lo que una buena poda le hubiera sentado de maravilla a un relato cuya trama se podría escribir en una servilleta de papel. No hablamos de una película desdeñable si tenemos en cuenta que el anodino macGuffin es una varita mágica que en las manos equivocadas podría suponer la destrucción de toda la ciudad.

    
   Como alegato a favor de las sociedades interraciales Bright nos muestra un mundo en el que conviven en aparente armonía seres humanos, orcos, hadas y elfos siendo estos la clase más alta de la pirámide y los orcos la más baja, pero en las relaciones físicas nunca se diluye la desconfianza, de ahí que los distritos estén clasificados en guetos y exista una jerarquía que impone su ley. Ayer demuestra su pericia para el thriller creando una atmósfera decadente, amenazante y de tintes apocalípticos para embarcar a la atípica pareja de policías en una jornada que servirá al orco Jakoby (un simpático Joel Edgerton), el primero de su raza que consigue entrar en la policía, como un baño de realidad que nos recuerda al film de Antoine Fuqua Día de entrenamiento.

     
  Además de verse penalizada por su excesivo metraje, la función apunta demasiado alto tanto en sus intenciones como en su carácter de artefacto multigenérico (película de policías colegas, ciencia-ficción, fantasía y drama sobre la problemática social)  dejando inconclusa una tajante reflexión sobre este último aspecto. David Ayer hace un buen trabajo de planificación en las secuencias de acción y la fusión entre fantasía y realidad funciona a nivel estético, pero si hay algo que merece subrayar es el buen trabajo de los intérpretes, con un Will Smith que da el do de pecho en su vertiente de actioner y de actor dramático. También Noomi Rapace luce en su papel de poderosa y siniestra elfa, capaz de pasar por encima del cadáver de cualquiera para conseguir la varita, ella protagoniza las mejores secuencias de acción. Con Bright, Netflix da un paso de gigante, pero es pronto para afirmar si será suficiente para jugar en la misma liga que lo hacen los blockbusters hollywoodienses.  

2 comentarios:

  1. Mia opinion: https://hyperjumpingblog.wordpress.com/2017/12/30/ayers-bright-difference-discomfort-and-lessons-in-integration/

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