miércoles, 1 de marzo de 2017

JODIE FOSTER EN "ACUSADOS" (Jonathan Kaplan, 1988)


"THE ACCUSED" (1988)



     Por la película Ausados (Jonathan Kaplan, 1988), la actriz Jodie Foster consiguió su primer Oscar a la Mejor Actriz, pero muchos aficionados ignoran que la preferida por Kaplan para interpretar ese papel era Kim Basinger, pues temía de que Jodie no resultase demasiado sexy y atractiva. Basinger declinó la oferta en lo que fue uno más de los grandes errores que jalonan su muy irregular carrera cinematográfica. Acusados está rodada en un formato casi de telefilm que gracias a sus intérpretes se convierte en un potente y estremecedor drama que nos cuenta la historia de Sarah Tobias (Jodie Foster), una joven solitaria que acumula fracasos en sus relaciones sentimentales, frustraciones que ahoga tomando cervezas en la barra de un bar. Precisamente en los billares de uno de esos garitos se topa con un grupo de chicos que la asaltan, agreden y violan repetidamente sobre una máquina de pinball. Conmocionada y ultrajada acude a pedir justicia, pero todos piensan que ha sido ella quien ha provocado la violación. Sarah emprende una dolorosa odisea que le lleva a enfrentarse a todo un sistema judicial con la única ayuda de su abogada, Kathryn Murphy (Kelly McGillis), en pos de conseguir que la justicia condene a los criminales y a los que permitieron pasivamente que pudieran cometer su crimen.


     Como curiosidad contaré que Kelly McGillis, que da oxígeno a la abogada que sirve de apoyo moral y ariete judicial a Foster y que se haría famosa formando pareja con Tom Cruise en Top Gun, fue víctima de una violación cuando en 1982, con 20 años, fue agredida en su casa después de regresar del trabajo. El criminal, un tal Leroy Johnson, de 15 años, fue condenado en 2010 a 50 años de cárcel por otros delitos. En Acusados Jodie Foster demuestra que su talento para la interpretación –en ocasiones también para la dirección- es excepcional. La Basinger no hubiese podido mejorar los registros de una interpretación muy convincente hasta en el ambiguo preludio del crimen, ese inocente coqueteo que jamás, repito, jamás, puede justificar una agresión sexual. Su desesperación, sus gestos, su forma de hablar, conforman el retrato medido de una mujer de clase baja perdida en la soledad de su  aflicción post-traumática. Kaplan, como buen artesano, crea una ambientación inquietante con la angustia in crescendo en ese club de carretera, y finalmente, el farragoso itinerario para que se haga justicia y la joven pueda sentirse respetada y limpia.

       
     Amo a Jodie Foster, mucho más que el psicópata de John Hinckley Jr, que atentó contra Ronald Reagan en 1981 alegando que pretendía llamar la atención de Foster, con la que estaba obsesionado a raíz de su papel de la joven prostituta Iris en el mítico y magistral film de Martin Scorsese Taxi Driver (1976). La amo desde que la vi en esta película que se estrenó en Barcelona en 1977 y me dejó absolutamente noqueado con una actuación perfecta que le valió ser nominada al Oscar. Jodie tenía entonces 13 años, y mucho ha llovido desde entonces, le ha dado tiempo de ganar otro estatuilla por El silencio de los corderos (1991), de tener dos hijos aunque nunca ha revelado la identidad del padre (se rumorea que puede ser su gran amigo Mel Gibson, aunque no deja de ser una especulación) y de reconocer sus lesbianismo en la gala de los Globo de Oro en 2013, una orientación sexual tan legítima como cualquier otra que, de todas formas, a esas alturas era de dominio público porque había mantenido una relación con la productora Cydney Bernard. Jodie Foster cuenta en la actualidad con 54 años de edad, ha participado en medio centenar de películas como actriz y dirigido cuatro películas… Yo creo que tiene reservado ya un sitio preferente en el Olimpo de las diosas cinematográficas. Amén.

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