miércoles, 8 de julio de 2015

20 AÑOS DEL ESTRENO DE "PULP FICTION"

  

                EL MEJOR FILM DE TARANTINO
   

    Quentin Tarantino, enfant terrible del cine norteamericano, brillante guionista y magnífico realizador, saltó a la fama cuando con veintiocho años rodó Reservoir Dogs (1992) su primera película. Dos años más tarde conseguiría con Pulp Fiction la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Oscar al Mejor Guión Original compartido con Roger Avary. Las películas de Tarantino están elaboradas con una estructura muy parecida: punzantes, arrolladores e imaginativos diálogos, gags humorísticos muy particulares y una violencia convulsiva e histriónica. Todo ello fabricado con una mecánica en clave de comedia negra tensa y enfatizada por momentos o situaciones especialmente grotescas y angustiosas. 


      Rodada en formato panorámico, Pulp Fiction se sostiene sobre una complicada aunque sólida arquitectura narrativa, su argumento nos narra las historias entrecruzadas de varios delincuentes: unos intentan robar en un café (Tim Roth y Amanda Plummer); otros (John Travolta y Samuel L. Jackson) trabajan para un mafioso que les encarga recuperar un maletín, y al primero, que vigile también a su esposa cocainómana (Uma Thurman); por último, la historia de un boxeador (Bruce Willis) al que el mafioso ha pagado para que pierda el combate, aunque éste tiene otros planes.


      El guión es perfecto, los diálogos apabullantes e ingeniosos y la música -que todo lo inunda- está espléndidamente elegida, todo bien alineado con una violencia de diseño que proyecta en su conjunto un auténtico fresco tarantiniano. Director cinéfilo y cinéfago, Quentin llena por sí solo todo un grueso volumen de la historia del cine actual. Se le acusa siempre de una falsa moral maniquea, de hacer películas extremadamente violentas, pero el cineasta comprendió hace tiempo que a la gente la guste el crimen porque tiene algo de puesta en escena, una especie de artificio que atrae en su fórmula teatral. También el director tiene que hacer frente a quienes continuamente le tachan, para desprestigiarle, de ser un plagiador nato, culpándole de copiar escenas enteras de ésta o aquella película. Pero él se defiende contestando: <<Yo suelo tomar detalles prestados de toda clase de películas, de todas las películas que se han hecho, si mis películas tienen algo conste que es porque he tomado detalles de aquí y de allá y me limito a ensamblarlos. Si a la gente no le gusta esta manera de trabajar, la solución es simple: que no vaya a ver mi cine>>.


     Lejos de análisis simplistas, lo que resulta evidente es que este director explosivo se convirtió -con una cortísima filmografía- en todo un fenómeno social, una figura de culto por encima de ídolos del rock y del deporte, y el último y más claro exponente del sueño americano (antes de rodar Reservoir Dogs trabajaba en un vídeo-club, la mejor escuela de cine, donde además en sus ratos libres escribía guiones) pues de la noche a la mañana, con su primer film, se convirtió en un icono referencial para millones de cinéfilos, siendo portada de revistas e invitado estrella en todos los medios y galas. Es quizás, su transgresión moral lo que sus detractores no pueden soportar, y es esa misma perspectiva la que le hace ganar día a día más adeptos. 


      Pulp Fiction es su mejor film hasta la fecha y una de las películas más importantes de la década de los noventa, un film ambicioso, con estilo propio, el de su creador, que ha creado escuela y generado una corriente (tarantinismo) de manifiesta influencia en el thriller contemporáneo, hasta el punto de llegar a preguntarnos si después de Tarantino hay algo más. La gran revelación del film fue el regreso de John Travolta dando vida al asesino a sueldo Vincent Vega, recreación para la que fue rescatado del olvido, ocupando un lugar estelar entre los actores más taquilleros del actual panorama cinematográfico.

4 comentarios:

  1. Excepcional nota acerca de una de mis películas preferidas de Tarantino ...en hora buena.

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  2. Gracias, Jc Ull. También es mi película favorita de Quentin, una lección magistral de guión bien estructurado, diálogos inteligentes y chispeantes, montaje perfecto, genial dirección de actores, magníficas interpretaciones de todo el elenco y una banda sonora para guardar bajo siete llaves. Uno de los films de esenciales de la historia del cine. Existe un antes y un después de esta importante película.

    Un abrazo.

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  3. Los detractores del cine de Tarantino no tienen sentido del humor.

    Una vez cené con Francesc Bellmunt y éste afirmó que el cine de Tarantino no tenía ningún valor cinematográfico, que sólo era violencia gratuíta. Le acompañaba su entonces compañera Helena Pérez-Llorca, la cual refrendó su afirmación con entusiasmo. Fue desolador porque yo creía que Bellmunt tenía sentido del humor y Pérez-Llorca era para mí un mito erótico gracias a sus intervenciones en el programa de Mikimoto.

    En contrapartida, esa revelación propició que el fracaso de Bellmunt como cineasta me diera mucha menos lástima. Ignoro si continua viviendo con la guapa "actriz" pero me consta que los amigos de Esquerra Republicana le han salvado de su olvido como cineasta poniéndole al frente de no sé qué instituciones culturales que no moverán un dedo para defender el arte de Taratino. Ni falta que le hace.

    Un abrazo.

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  4. Como sabes, este es un país cuyo mejor sustrato es el rencor y la envidia. Una fragilidad esencial preside nuestras vidas, pertenecemos a una subcategoría rebosante de suficiencia, torva megalomanía e intelectualismo de casino. A diferencia de Ventura Pons, que cuenta en su filmografía con un par de películas excelentes (Ocaña, retrato intermitente y Amic/Amat), Frances Bellmunt es muy poca cosa en esto del cine, dueño de una carrera ramplona que cuenta con joyas presuntamente epatantes como “La radio folla”, y a quien dio la espalda el público, siempre inteligente a la hora de detectar lo que sólo son inanes imposturas.

    “Pulp Fiction” es un film magistral, no hace falta que te lo diga, una obra cardinal que perdurará y seguirá siendo estudiada así pasen los siglos y que marcó un determinante punto de inflexión en la deriva cinematográfica de finales del pasado siglo. Es, en definitiva, la película que a todo buen cineasta le hubiera gustado haber dirigido.

    Un abrazo.

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