lunes, 22 de abril de 2013

FOTOGRAMAS EN LA RETINA: "HABITACIÓN EN ROMA"



      Hay muchos directores españoles cuya filmografía se puede contar en bodrios por km2 de celuloide: Julio Medem se lleva la palma. Películas como Vacas, La ardilla roja, Tierra, Los amantes del círculo polar, Lucía y el sexo, Caótica Ana y su último pestiño, HABITACIÓN EN ROMA, son ejemplos lo suficientemente representativos de la trayectoria artística de un cineasta que no tiene nada que contar y su incesante, baldía,  búsqueda de un universo propio, un director con ínfulas de auteur que en ocasiones hace gala de una cursilería tan patética como ridícula. 



      Para Habitación en Roma (2010) se inspira en el film En la cama (Matías Bize, 2005) y nos sitúa en el verano de 2008. En un hotel del centro de Roma se conocen dos hermosas mujeres; una rusa, Natasha (Natasha Yarovenko), y otra española, Alba (Elena Anaya). En la habitación del hotel se respira un ambiente cargado de erotismo y sensualidad, durante toda una noche y las primeras horas de la mañana surgen sentimientos nuevos que Alba y Natasha asumen con naturalidad, dejándose llevar por emociones erógenas y sensitivas, desvelando sus vidas y, a pesar de su mutua atracción física, el amor sincero hacia sus respectivas parejas. Una aventura física que les tocará el alma antes de que por la tarde cada una de ellas siga su destino.


     
 
     No hay duda de que el donostiarra Medem se considera un artista de pies a cabeza, pero resulta extraño que pueda engañar a alguien intentando camuflar el goce físico de  dos bellísimas mujeres (que se acarician, se masturban y practican sexo oral), con el lirismo de un discurso que pretende abrir en canal el corazón. 

      Todo es mentira, hasta las situaciones que se suponen trágicas resultan risibles, teniendo en cuenta que lo mejor de la función es la visión de los dos cuerpos desnudos de sus bellas protagonistas y su entrega profesional en la convicción de que estaban creando una obra de arte. Lo peor es que esta impostura falsamente poética parece iniciar una escalada dramática insufrible, cuando en realidad concentra de forma ampulosa el vacío y la banalidad de un cine sin alma, sin sustancia.  

2 comentarios:

  1. Excelente fotografía de un film que te hace preguntarte cómo intentar comprender un amor tan efímero como este, un encuentro más que casual donde se involucran no solamente sentimientos. Hace poco volví a ver esta película por HBO GO y me quede una vez más intrigada, un final que no me satisface de todo, pero así es la vida. A veces no nos da lo que anhelamos.

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  2. ME ALEGRO, SPREZZATURA, DE QUE ASÍ SEA, A MÍ ME ABURRIÓ SOBERANAMENTE COMO TODO EL CINE DE MEDEM. SIN EMBARGO ME VUELVEN LOCO LAS DOS PIBAS, ANAYA Y YAROVENKO LLEVAN MI LIBIDO HASTA EL PAROXISMO, NADA EXTRAÑO EN UN VOYEUR QUE SÓLO CREE EN EL SEXO Y LA MUERTE.

    CHAO, QUERIDA, VUELVE PRONTO.

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