martes, 21 de octubre de 2025

“FOLLOWING” (1998) LA NOTABLE ÓPERA PRIMA DE CHRISTOPHER NOLAN


   Tras realizar tres cortometrajes, Christopher Nolan debuta con Following (1998), y demuestra desde el inicio una precisión quirúrgica para la narrativa fragmentada y el estudio psicológico de los personajes moralmente ambiguos. Realizada con un presupuesto de guerrilla y filmada en blanco y negro, la película es un ejercicio de estilo que anticipa muchas de las obsesiones formales y temáticas que definirían la filmografía del director: la identidad, la manipulación del tiempo y la delgada línea entre el observador y el participante.

  La trama sigue a un joven escritor (Jeremy Theobald) que deambula por Londres siguiendo a desconocidos en busca de inspiración. Su curiosidad lo lleva a conocer a Cobb (Alex Haw), un carismático ladrón que convierte el allanamiento de morada en una especie de arte filosófico. A partir de ahí, Nolan teje una historia de engaños y traiciones contada en un orden no lineal, donde cada salto temporal añade nuevas capas de ambigüedad.

  Pese a su austeridad técnica, Following destaca por su ingeniosa construcción narrativa y su asfixiante atmósfera. La pureza de la fotografía en blanco y negro potencia la sensación de alienación urbana, mientras el montaje fragmentado -a cargo del propio Nolan- mantiene la tensión constante que obliga al espectador a recomponer el relato como si fuera un rompecabezas.

   Más que un simple thriller noir, Following se eleva como una reflexión sobre la pérdida de identidad en un mundo dominado por la vigilancia y la obsesión por los otros. Nolan transforma las limitaciones del ínfimo presupuesto en virtudes asombrosamente expresivas: los espacios mínimos, las interpretaciones contenidas y el sonido seco crean una sensación de inmediatez y autenticidad. Following no sólo anuncia el nacimiento de un cineasta de mirada rigurosa y cerebral, también establece el molde de un estilo: un cine donde la estructura es tan importante como la propia historia.

2 comentarios:

  1. La prueba de que Nolan también sabe hacer cine con presupuestos de derribo. Pero no deja de ser curioso que el símbolo de Batman aparezca premonitoriamente sobre la puerta del apartamento en que vive el protagonista.

    Un abrazo.

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  2. Sí, una película premonitoria que, además, sienta los cimientos de una filmografía tan peculiar como coherente.

    Una abraçada.

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