Un refugio para el otoño de nuestras
vidas
DIRECTOR: François Ozon.
INTÉRPRETES: Hélène Vincent, Josiane Belasko, Ludivine
Sagnier, Pierre Lottin, Garlan Erlos, Sophie Gillemin.
GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 102 minutos / PAÍS: Francia / AÑO: 2024
La última película del siempre interesante director francés François Ozon tiene como escenario uno de esos paisajes que tanto le gustaban al gran Claude Chabrol. La historia nos presenta a Michelle (Hélène Vincent), una abuela enérgica que pasa su jubilación en un pueblo de la campiña francesa, donde también reside Marie-Claude (Josiane Belasko), su mejor amiga. Emocionada con la visita de su hija Valérie (Ludivine Sagnier) y su nieto Lucas (Garlan Erlos), que llega con idea de dejarle al pequeño durante la semana de vacaciones escolares. Michelle cocina unas setas silvestres que resultan ser tóxicas. Todo lo que acontece después parece fruto del infortunio, pero la sombra de la duda crece cuando Michelle intime con el hijo de Marie-Claude, Vincent (Pierre Lottin), que acaba de salir de la cárcel.
Con ese virtuosismo que tiene para transitar por las estancias más oscuras del alma humana, François Ozon demuestra nuevamente su ingenio en Cuando cae el otoño para crear una película aparentemente pequeña pero rebosante de lecturas, capas y pulsión emocional. Ahora fija si mirada en la vejez, los conflictos de la maternidad, el peso de lo vivido y los resentimientos que ensucian las relaciones familiares cuando el tiempo ha hecho estragos.
La protagonista, Michelle, es una abuela jubilada de rostro sereno y voz determinante que lleva una vida tranquila en una casa rural rodeada de árboles con las hojas amarillentas por el inicio del otoño. Pero la visita de su hija Valérie, que sufrirá una intoxicación alimentaria y entonces se niega a dejar al nieto a su cuidado, romperá la aparente calma. Lo que al principio parece un accidente doméstico por la ingestión de setas tóxicas, va dejando entrever una red de tensiones y recelos que Ozon va desentrañando con paciencia y sutileza.
Así, alejándose de la postal rural, Ozon nos propone un retrato enigmático donde los lazos familiares, el resquemor y la culpa se entrelazan sin maniqueísmos ni coartadas morales. Michelle es tan inescrutable como humana, y el relato juega constantemente con nuestra percepción sobre sus actos y nos obliga a preguntarnos si es víctima de una hija ingrata o guarda un secreto más oscuro. La presencia de Josiane Belasko como la mejor amiga de Michelle, introduce un contrapunto de calidez, pero también de complicidad peligrosa. Su hijo Vincent, recién salido de la cárcel, se impone como el nexo de conflictos turbios soterrados, aportando un punto adicional de tensión a la trama cuando sucede un hecho trágico que la policía se encargará de investigar. El guión no subraya nada, nos invita sugerentemente a reflexionar, con diálogos parcos y punzantes y atronadores silencios, confiando en que el espectador capte los puntos de fuga en las interacciones de los personajes.
En el aspecto visual, Cuando
cae el otoño es una película que rinde tributo a esa estación en todos los sentidos,
con una iluminación ocre, los árboles desnudos y el suelo con una alfombra de
hojas, dotando a la función de un tono melancólico que impregna cada plano. Esa
reconocida atmósfera dota de armonía a un relato en donde todo parece estar a
punto de apagarse, aunque aún es posible encontrar un lugar para la redención. Estamos ante
una película que es una introspección sobre la edad otoñal -con sus luces y sombras-
de los seres humanos, y al mismo tiempo una reflexión sobre el amor, los fantasmas
del pasado, los desengaños y los vínculos que nos marcan para siempre. Como
esas conversaciones que se tornan muy incómodas y que por ello mismo resultan
inolvidables.
Ozon es muy hábil a la hora de introducirnos en los resquicios oscuros que aparecen en entornos cotidianos aparentemente armoniosos, y también acierta al advertirnos sobre nuestros prejuicios. El sermón en la iglesia que abre la película no es en modo alguno casual, como iremos descubriendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Exacto. Esa apertura resulta reveladora para la trama. Y me gusta cómo ensambla el paisaje con la edad otoñal de la protagonista.
ResponderEliminarUna abraçada.