sábado, 1 de mayo de 2021

MIS PELÍCULAS ESPAÑOLAS FAVORITAS: "FURTIVOS" (José Luis Borau, 1975)

 

“FURTIVOS” êêêê

DIRECTOR: José Luis Borau.

INTÉRPRETES: Lola Gaos, Ovidi Montllor, Alicia Sánchez, Ismael Merlo, José Luis Borau, Felipe Solano, Antonio Gamero.

GÉNERO: Drama rural / DURACIÓN: 99 minutos / PAÍS: España / AÑO: 1975.

     El bueno de José Luis Borau debuta en el año 1963 con un spaguetti western titulado Brandy, una coproducción hispano-italiana que haciendo bueno el dicho “la unión hace la fuerza” nos relata la vida en un pueblo de Arizona cuyos habitantes capitaneados por un borrachín llamado Brandy se enfrentan a los caciques y poderes del pueblo. Tras filmar dos thrillers muy decentes, Crimen de doble filo (1965) y Hay que matar a B (1975), nos presenta la que es sin discusión su mejor película, Furtivos (1975), Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y uno de los grandes hitos del cine español, una de las películas más tristes y desgarradoras de nuestra cinematografía.

     En los estertores del franquismo y teniendo como escenario los gélidos bosques de Segovia de la España profunda, se filmó esta película con guión del propio Borau y Manuel Gutiérrez Aragón. Una historia que nos presenta a Ángel (Ovidi Montllor) un cazador furtivo que vive apartado en el bosque con su madre, Martina (Lola Gaos), una mujer tiránica y violenta. En uno de los escasos viajes a la capital, Ángel conoce a Milagros (Alicia Sánchez), una chica alegre que se ha fugado del reformatorio y que es la novia de un delincuente habitual conocido como el Cuqui. Ángel la protege y la lleva a su casa. La animosidad de su madre hacia ella, así como la atracción que Ángel siente hacia la chica desembocará en un terrible drama. 

    José Luis Borau acomete este visceral drama rural durante la larga agonía del franquismo, un descarnado fresco ambientado en la España profunda que sumerge al espectador en triángulo mortal formado por Ángel, un alimañero que procura tener libre de lobos un coto de caza para que el gobernador civil (a quien da vida el director) pueda cazar ciervos a sus anchas; Milagros, la chica que va a dinamitar la podrida, decadente y enfermiza convivencia  en esa casa en el bosque, que Ángel comparte con su madre, Martina, el otro vértice del triángulo, una mujer tempestuosa, envidiosa y celosa.

     Furtivos es el lacerante retrato de una España retrógrada, carroñera, anclada en costumbres agrestes, un país mísero que acoge inconfesables secretos, una tierra de gobernadores civiles grises, fatuos y paternalistas, de relaciones intrafamiliares violentas y posesivas hasta el incesto. Furtivos es, en definitiva, un relato realista con múltiples aristas sobre la degeneración moral de un país y la desintegración de la aparentemente sólida célula familiar tras años de frustraciones acumuladas. Un país que iniciaba el recorrido hacia una larga transición de dudosa perspectiva.

     Borau expone las tripas de la sociedad rural rebosante de amargura, sumisión y miserias para que se pudran a la vista de todos, con momentos de un dramatismo sobrecogedor (Ángel arrastrando a su madre para sacarla de la casa donde tienen que dormir él y Milagros) y de un salvajismo espeluznante (Martina matando de forma real a un perro que hacen pasar por un lobo), un tránsito hacia un fúnebre clímax final en la cegadora nieve como un blanco y amplio sepulcro.

   La violencia latente y soterrada estalla, pero el director maño utiliza el recurso de la elipsis con una fuerza tan brutal como silenciosa, como paso anodino del ruido y la furia al vacío y la muerte, como un susurro lúgubre que alerta de la inminente tragedia. Un susurro con un olor acre a muerte que actúa como metáfora del grito ahogado de aquella España oscurantista, oprimida y reprimida, de comportamientos malsanos y asfixia vital, con personajes víctimas de una libertad castrada, y por lo tanto, peligrosa, que sobreviven como pueden en el ancho páramo de la desolación. Con magníficas interpretaciones de todo el elenco y una prodigiosa iluminación del gran Luis Cuadrado, Furtivos levanta acta sobre una época plomiza y oscura de nuestra historia, de pasiones reprimidas, sucias perversiones e indescriptibles crueldades. El legado de un tiempo mezquino que todos hemos heredado.

4 comentarios:

  1. Uno de los títulos mayores del cine español. Inolvidable el breve diálogo final entre la madre y el hijo ("¡Pues hazlo pronto, jodío!").

    Un abrazo.

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  2. Tremenda. Es uno de mis films preferidos y quizá la mejor interpretación de Ovidi Montllor. Y qué decir de Lola Gaos, es que nos olvidamos de que está interpretando.
    El mejor Borau y una de las películas emblemáticas del cine español.

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  3. Pues sí, Ricard, una película de una inmoralidad corrosiva y una tristeza dolorosa.

    Un abrazo.

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  4. Ovidi Montllor y Lola Gaos están pluscuamperfectos, dos víctimas más de aquel tiempo de tinieblas. El cine español elevó en aquella época el listón con una serie de películas que iban a marcar a toda una generación que miraba al futuro con tanta esperanza como escepticismo.

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