domingo, 19 de febrero de 2017

CRÍTICA."MOONLIGHT" (Barry Jenkins, 2016)


Mi película favorita para el Oscar

    
MOONLIGHT” êêêê
   
   
     Fogueado en el campo del cortometraje, el director afroamericano Barry Jenkins (Miami, Florida, 1979) firma su segundo largometraje tras Medicine for Melancholy (2008), un drama romántico que obtuvo un gran éxito crítico. Pero es Moonlight (con ocho nominaciones a los Oscar incluido el de Mejor Película) el film que lanza definitivamente la carrera del realizador afincado en Los Ángeles. La trama sigue a Little/Chiron/Black (Alex R. Hibbert, Ashton Sanders, Trevante Rhodes, en sus diferentes etapas de la infancia, adolescencia y juventud) un chico afroamericano con una infancia y adolescencia  complicada que crece en un conflictivo arrabal de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, tendrá que soportar la drogadicción de su madre y el acoso que sufre en el colegio.


      Bajo el paraguas de la productora de Brad Pitt y con un guión del propio Jenkins sobre una historia de Tarell Alvin McCraney, Moonlight nos invita a un emotivo y dramático paseo por un lugar que aunque ya transitado por el cine, la televisión y la literatura (barrios marginales plagados de drogas, violencia, amenazas, machismo, acoso y sufrimientos) pocas veces ha sido recreado con la visión poética y estremecedora de Jenkins sobre un microcosmos tan asfixiante como homófobo. Una mirada flamígera, dura y a la vez sensible sobre la condición humana, sus irracionales actos y sus tormentos. Un sentido relato en el que el protagonismo lo tiene un afroamericano gay que tiene que hacer frente a las humillaciones, el acoso escolar, el maltrato en un barrio en donde los machos alfa imponen su ley.


      Dividida en tres segmentos que surcan la tres etapas cruciales de la vida del protagonista –infancia, adolescencia y juventud en las que pone énfasis el director para remarcar su importancia- que nace en el seno de una familia desestructurada y que tempranamente comienza a hacerse preguntas sobre su identidad o condición sexual. En su niñez, resulta muy positiva para Little la ayuda de un dealer (primorosamente interpretado por Mahershala Ali) que controla la droga en el barrio, y de su novia (encarnada por la cantante Janelle Monae) que ofrecen protección al pequeño y le dan cobijo cuando su madre le pide que se vaya de casa con la excusa de una cita. Little se comporta casi como un autista, apenas habla pero resulta transparente en su íntimo dolor con sus gestos y sus miradas. 


     El título del film cobra sentido con una historia que le cuenta el traficante y que hace referencia al color azul de la piel de los chicos negros cuando es bañada por la luz de la luna, tras una jornada en la playa en la que por primera vez Little se siente protegido. Jenkins narra con emoción y sensibilidad el discurrir de una vida marcada por las laceraciones psíquicas y físicas, por el sufrimiento y el “estigma” de la identidad sexual que finalmente hará crecer en él una coraza con la que hacer frente a los peligros de la jungla de asfalto, creándose una imagen a semejanza de aquel dealer que le ayudó en su niñez.

    
     Aun así, y lejos del lugar de la infancia (afincado en Georgia con el apelativo de Black), unas llamadas telefónicas le hacen evocar un tiempo y un lugar. Su regreso al barrio en el que creció nos depara un momento absolutamente desgarrador que tiene lugar con el encuentro con su madre, internada en un centro de rehabilitación. Un encuentro en el que la madre se muestra sinceramente arrepentida ante el hijo y que como ejercicio de expiación romperá el alma compasiva de Black. Queda, eso sí, el recuerdo de las primeras caricias frente al mar, del primer y único contacto íntimo que como una rosa floreció en un estercolero, el único instante de plenitud guardado secretamente en los humedales de la memoria. Es sin lugar a dudas mi favorita para los Oscar, un film excelente cuya carga emocional nunca busca la lágrima fácil.

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