martes, 2 de febrero de 2016

"EMBARAZADOS" (Juana Macías, 2016)

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    Tras haber realizado varios cortos, entre ellos el aseadito Gran Vía am/pm (2010), Juana Macías debuta ese mismo año con el largometraje Planes para el mañana, un interesante drama sobre varias mujeres de edades y circunstancias vitales muy diferentes que tendrán que tomar decisiones importantes durante una larga jornada que puede cambiar sus vidas para siempre. Un debut que llevó a la directora a ser nominada para la mejor dirección novel en los premios Goya de aquel año, y que con un competente reparto de actrices nos ayudó a descubrir a Aura Garrido. Sin llegar al listón dejado por su ópera prima, Embarazados nos narra el discurrir cotidiano de una pareja en edad de merecer, Fran y Alina (Paco de León y Alexandra Jiménez) que tratan de concebir un bebé pese a algunos inconvenientes: él tiene un esperma pobre, vago y anormal, y ella se encuentra en una etapa premenopáusica a pesar de tener sólo 37 años.


  Embarazados es una película digna realizada sin demasiadas pretensiones, una comedia generacional y melancólica sobre aquella juventud de finales de los 90 y principios de los 2000 que, viviendo en grandes ciudades y con profesiones liberales,  han vivido tan absorbidos por triunfar profesionalmente que apenas tuvieron tiempo para pensar seriamente en crear una familia… y cuando tuvieron ese deseo cayeron en la cuenta de que ya se les había pasado el arroz. 


     A pesar de los continuos toques de humor, el film no está exento de una cierta amargura, y su mensaje puede servir de evasiva reflexión sobre los problemas existenciales de la pareja y de una generación que se resiste a decir adiós a la juventud para comenzar una nueva etapa de estabilidad y madurez. Karra Elejalde está una vez más magnífico en el papel de brusco ginecólogo que utiliza chirriantes metáforas deportivas, y tanto Paco León como Alexandra Jiménez dan el tono en la piel de unos estereotipos con los que simpatizamos; con ella porque con sólo 37 años se siente como una anciana que tiene que recurrir a la fecundación in vitro como única posibilidad de quedarse embarazada; con él porque sopesa las ventajas e inconvenientes de ser padre y cuando mira a su exuberante becaria se le despejan todas las dudas. Una película aceptable que, además, lanza una mirada flamígera sobre las ultradefensoras de la lactancia materna.

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