domingo, 16 de marzo de 2014

CRÍTICA DE: "8 APELLIDOS VASCOS"

Entre Kortatu y Los del Río lo que queda es un español hortera
8 APELLIDOS VASCOS êê
DIRECTOR: EMILIO MARTÍNEZ LÁZARO.
INTÉRPRETES: DANI ROVIRA, CLARA LAGO, KARRA ELEJALDE, CARMEN MACHI, ALFONSO SÁNCHEZ, ALBERTO LÓPEZ.
GÉNERO: COMEDIA / ESPAÑA / 2014  DURACIÓN:  98 MINUTOS.   

      El veterano Emilio Martínez Lázaro (Madrid, 1945) nos presenta una nueva comedia, y la verdad es que revisionando algunos de sus primeros trabajos uno puede tener la impresión de que son vestigios de otro tiempo por lo mal que han envejecido -Las palabras de Max (1978), Lulú de noche (1985), El juego más divertido (1990)- algo que me ocurre también con algunos de sus films más recientes como Las 13 rosas (2007), una película carente de verdad y emoción a pesar de los dramáticos subrayados musicales. El cine de este respetable director no me ha interesado nunca mucho, y si tuviera que seleccionar una película dentro de su filmografía me inclinaría por El otro lado de la cama (2000) divertido film que mezclaba con gracia la comedia romántica y el musical. Tampoco resulta desdeñable Carreteras secundarias (1997), un film a modo de road movie en el que seguimos a un padre y un hijo en un viaje de conocimiento mutuo, comprensión y corrosiva melancólica.


      8 APELLIDOS VASCOS nos presenta a Amaia (Clara Lago) una joven vasca de la Euskadi profunda que viaja a Sevilla a la despedida de soltera de una amiga. Allí, sus amigas la obligan a vestirse de sevillana para acudir a una fiesta en la que actúa un humorista, Rafa (Dani Rovira), que se dedica a contar chistes sobre los vascos imitando su acento, cuestión que indigna a Amaia, la primera mujer que se resiste a sus encantos. A pesar de que discuten, pasan la noche juntos, aunque no sucede nada. Rafa se levanta por la mañana locamente enamorado, pero Amaia se marcha a su pueblo dejándose el bolso en casa de Rafa. Ni corto ni perezoso, Rafa viaja hasta el pueblo de Amaia más para confesarle su amor que para devolverle el bolso, aunque después de un desengaño lo que menos le apetece a ella es iniciar un romance con un andaluz. Además, está el padre de Amaia, Koldo (Karra Elejalde), que exige que quien se case con su hija debe ser un vasco euskaldún con al menos 8 apellidos vascos, y como Rafa imita muy bien el acento vasco, se hace pasar por un líder abertzale de la kale borroka, todo por conseguir el amor de Amaia, una empresa para la que contará con la ayuda de una extremeña, Merche (Carmen Machi), que se hará pasar por su madre.


      
      La película tendrá su público, pero a este cronista todos esos gags y chiste sobre las diferencias históricas, culturales, sociales y folclóricas que separan a las distintas comunidades históricas de España nunca me han hecho mucha gracia, por su falta de imaginación, vulgaridad y zafiedad siempre me han recordado los manidos chistes sobre el inglés, el francés y el español… Pero es evidente que de cualquier cosa se puede hacer un chiste y montar una película. 8 APELLIDOS VASCOS se ofrece a pocos análisis, le sobran tópicos y le falta creatividad, frescura y elementos sorpresivos que rescaten al relato del típico enredo cañí con la lucha entre sexos y los contrastes territoriales como fondo y trasfondo, temas de muy poco recorrido de no ser porque algún representante garrulo de algunas de las comunidades caricaturizadas se dé por aludido, algo que no creo posible si en verdad en estos últimos años este jodido país ha alcanzado un poquito de madurez y universalidad.


      Martínez Lázaro, para el que incluso ha sido una sorpresa que le eligieran para rodar este guión mascado, tiene el suficiente oficio y amplitud de miras como para saber que está ante un artefacto intrascendente, por lo que nunca llega a herir sensibilidades, de ahí su tierna y tibia mirada sobre un encadenado de situaciones absurdas, en donde brilla un Dani Rovira en el rol de señorito hortera sevillano, engominado, con jersey a la espalda y anudado en el pecho; una Clara Lago en el papel de chica dura del norte con clavel en la cabeza y el flequillo como si le hubiera dado un bocado un burro; y un Karra Elejalde como el ideal borde del padre vasco cuadriculado que se rige por los designios del RH.


        El film no inventa la pólvora, y queda claro que es el elenco el que mantiene a flote el invento (con una Carmen Machi que aprovecha los minutos de que dispone), un relato que se sabe cutre y de ahí el gancho que pueda tener en la taquilla, con un público entregado para reírse de convencionalismos, estereotipos y temas que aún hoy pueden  resultar tabú, y aunque las mayores diferencias entre esos dos pueblos (el andaluz y el vasco) las podemos encontrar en la cultura, la lengua, el clima y el humor, sólo un tonto reduccionista puede negar que todos los pueblos de España comparten un una esperanza y un destino común. Todavía tengo que reflexionar sobre qué hace distinta a esta comedia de todas aquellas del subdesarrollo protagonizadas por Martínez Soria o Alfredo Landa, cintas con guiones muy limitados, rebosantes de trilladísimos tópicos y caricaturas ¿Tenemos ahora menos prejuicios?


        Que la película debe tener su punto, lo noto en las contagiosas risas de los que me acompañan en la sesión, que Dani Rovira es el principal elemento cómico de la función,  está fuera de toda duda, que dependiendo del éxito vamos a tener a un andaluz viajando a Cataluña, no me cabe ninguna duda.

         

4 comentarios:

  1. Umm interesante, karra elejalde es un actor que me gusta mucho, no es que el cine Español me apasione en gran medida, pero hay que decir que este actor es de los que me inspiran bastante confianza en el cine de nuestro país.

    No he visto aín la película, pero en nada que saque un ratito la veo y os comento algo.

    Un abrazo

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    1. Tampoco yo doy saltos de alegría por una película como ésta. Pero a mí sí me gusta el cine español, y el malasio y el costamarfileño, me da igual qué nacionalidad tenga la película o a qué género pertenezca, mientras sea buena, ese es mi único requisito.

      Un abrazo, amigo Oli.

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  2. Bueno, bueno, bueno, parece ser que para ser taquillazo español del año por el momento... Lo que tenemos claro es que, nos movemos por el mismo patrón y mismo humor¿?
    El caso que me echado unas risas pero la verdad que de humor las he visto mejores, aunque me entristece que no es que sea mala del todo, es simplemente que los españoles llenan las salas y valoran el cine español solo cuando, se tocan tópicos y bueno... me apena que habiendo películas estupendas, se queden con la morriña, pero reconociendo mi parte de culpa por que la fui a verla y me lo pasé bien :P. Besos y saludos Pedro, nos vemos! ;D

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  3. Sí, no es una gran película, pero te aseguro que ha visto muchas más despreciables. La gente tiene ganas de reír después de un largo invierno aletargados y las penurias de una vida en la que la gente se las ve negras para sobrevivir. Te contaré que por aquí han bajado las entradas del cine todos los días de la semana y se nota porque están las salas a rebosar. Hacía mucho tiempo que no veía colas como las que estoy viendo últimamente, el pasado fin de semana pasaron por taquillas cerca de 3000 personas. Todo un éxito, no sólo de esta película, también de Noé y de otras.

    En fin, gracias por tus comentarios, te deseo toda la suerte del mundo y espero que nos podamos volver a ver algún día.

    Besos

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