lunes, 22 de julio de 2013

ASÍ APARECE ROSARIO DAWSON EN "TRANCE"


      El director británico Danny Boyle (Manchester, 1956), tras formarse en la televisión, dio el salto al cine con la interesante Tumba abierta (1994), un film de suspense con toques de comedia que sirvió de trampolín a actores como Ewan McGregor. Fue en 1996 cuando dirigió la que sigue siendo su mejor película hasta la fecha, Trainspotting, un film de culto instantáneo basado en la novela de Irvine Welsh sobre las correrías de un grupo de jóvenes heroinómanos de Edimburgo. Salvo 28 días después (2002), magnífica película de zombies rodada con un ajustado presupuesto y protagonizada por Cillian Murphy, casi nada de su cine posterior –tal vez 27 horas- ha logrado interesarme, ni siquiera la muy oscarizada Slumdog millonaire (2008).


     Boyle nos presenta ahora Trance, un thriller psicológico que sigue a Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas que se asocia con una banda criminal liderada por Franck (Vincent Cassel), para robar un valiosísimo cuadro de Goya. Pero, tras recibir un fuerte golpe en la cabeza durante el atraco y quedar inconsciente, descubre que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni la tortura física logran arrancarle una respuesta, Franck contrata a una hipnotista, Elizabeth (Rosario Dawson), para que le ayude a recordar.


      Película laberíntica rebosante de trucos, giros y subterfugios que resulta tan fascinante como agotadora, lo mejor de Trance es el desnudo integral con el pubis completamente depilado de Rosario Dawson, a quien ya habíamos visto desnudarse en films como Alejandro Magno (Oliver Stone, 2004). Eso sí, nunca tan bella y absolutamente desbordante como en este complicado puzzle que la sitúa como eje central de la trama.


       Lejano ya su debut adolescente en Kids (Larry Clark, 1995), la sensual y deliciosa actriz de 34 años se convirtió en una de mis musas sagradas a raíz de su intervención en la excelente La última noche (Spike Lee, 2002), y en la no menos espléndida Sin City (Robert Rodríguez, Quentin Tarantino, Frank Miller,  2005), una de las mejores adaptaciones de un cómic a la pantalla grande, y en donde aparecía con un look genuinamente bizarro. Actual pareja de Danny Boyle, si le preguntan cómo se siente en las escenas de sexo contesta: “Muy natural, el sexo es parte de nuestras vidas, una bendición para los seres humanos. Me gusta mi cuerpo y mostrarlo no significa prostituirlo. Si te desnudas, perteneces a una categoría más “ligera”, entonces nunca podrás ganar un Oscar”. Mierda para los académicos, una ralea de puretas trasnochados ¿A quién le importa? Tú, Rosario, sí que eres una bendición para mi libido. 


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