sábado, 6 de julio de 2013

CRÍTICA DE "STAR TREK: EN LA OSCURIDAD"

La magia del cine para seguir soñando
STAR TREK: EN LA OSCURIDAD êêêê
DIRECTOR: J. J. ABRAMS.
INTÉRPRETES: CHRIS PINE, ZACHARY QUINTO, ZOE SALDANA, BENEDICT CUMBERBATCH, SIMON PEGG.
GÉNERO: CIENCIA-FICCIÓN / EE. UU. / 2013  DURACIÓN: 132 MINUTOS.   

    Auténtico bombazo para las taquillas estadounidenses, Star Trek (J. J. Brams, 2009) logró amasar 257 millones de dólares en su periplo por las carteleras norteamericanas partiendo de un presupuesto de 150 millones, finalizando su exhibición global con unos 385 millones. No cabe duda de que J. J. Abrams ha dado con la fórmula del éxito tras consolidar la saga con esta nueva entrega titulada STAR TREK: EN LA OSCURIDAD (que ya lleva recaudados 350 millones de dólares en todo el mundo) un éxito sin duda basado en lograr que la función llegue a un público cada vez más amplio pergeñando guiones sólidos, diálogos inteligentes, personajes emocionalmente atractivos y un diseño de producción verdaderamente brillante.


      La nave Enterprise se encuentra en el planeta Nibiru en tareas de observación, pero cuando, para salvar a Spock (Zachary Quinto), el capitán Kirk (Chris Pine) pone en evidencia la presencia de la nave, sus superiores le ordenan que regrese a la Tierra y es reemplazado por el almirante Pike (Bruce Greenwood), que lo mantiene en su nave como primer oficial. Cuando la Sección 31 en Londres es objeto de un terrible atentado, Pike y Kirk se reúnen con los comandantes de la Flota Estelar para dar caza al responsable, un traidor llamado John Harrison (Benedict Cumberbatch) convertido en una bomba de destrucción masiva. Pero es el mismo Harrison quien aparece en la reunión librando una encarnizada batalla en la que Pike pierde la vida.


      Tras ser nombrado nuevamente comandante de la Enterprise, Kirk se lanza a la captura de Harrison. Las instrucciones que recibe del almirante Marcus (Peter Weller) son muy precisas: debe acercarse al escondite del traidor en Kronos y dispararle 72 torpedos que han sido cargados en la nave. No obstante Scotty (Simon Pegg) sospecha que hay algo raro en los proyectiles y le advierte a Kirk que nos los use. Cuando éste le ignora, decide renunciar a su puesto. Las cosas cambian de rumbo cuando Kirk decide atrapar vivo a Harrison, por lo que desciende a Kronos junto a Spock y Uhura (Zoe Saldana), la sorpresa se la llevarán todos ellos cuando sea Harrison quien les salve la vida y se rinda.


       El mayor acierto del cineasta neoyorquino J. J. Abrams es haber sabido dotar de un buen equilibrio las potentes set-pieces de acción sin dejar nunca que los personajes parezcan meros atrezzos, dibujando un perfil acertado de cada uno de ellos hasta el punto de que al espectador le importe sus destinos como engranaje de un lúcido espectáculo de evasión rodado de forma deslumbrante.


       STAR TREK: EN LA OSCURIDAD no es sólo un artefacto ideado para incondicionales trekkies, también una función rebosante de aventuras, drama, acción y humor creada para el disfrute y la diversión de sectores más amplios, en donde se amplifican todos los aspectos reseñables de la primera entrega, y que tiene como mayor acierto un villano de entidad, al que el británico Beneditc Cumberbatch (el Sherlock Holmes televisivo) imprime un tono misterioso y ambiguo, lleno de sombras y secretos, imprevisible, amenazante, épico y glacial. No sólo él, Pine logra un carismático Kirk, Quinto está fantástico y Saldana se muestra más activa y fascinante. Un reparto perfecto para dar forma y emoción a la que es sin duda la mejor peli de ciencia-ficción de este año, en la que los niveles técnicos y artísticos  entroncan en total armonía.


Abrams va al grano desde el interesante prólogo precréditos consiguiendo mantener las buenas vibraciones hasta el final (dinamismo al que ayuda la potente banda sonora creada por Michael Giacchino), una precisión inimaginable para un invento por el que hace años nadie daba un chavo. Estamos ante una película en la que los efectos CGI (imágenes generadas por ordenador) cumplen con su misión foto-realista, originando un look visual radiante que adereza una narración al más puro estilo ochentero: soberbia esa visión futurista que nos muestra de ciudades como San Francisco o Londres, o secuencias como la de la fastuosa nave Enterprise precipitándose de forma vertiginosa hacia la Tierra y que nos hace suspirar por el final de todo.



      Sin ser este crítico un fan histérico de la saga, abandono el cine muy satisfecho y con la sensación de que STAR TREK: EN LA OSCURIDAD me ofrece todo lo que uno puede pedir a un blockbuster veraniego, y espero que este director, que ya me emocionó con Súper 8, siga explorando este vasto y fantástico universo de manera tan elaborada e inteligente, que se siga asociando con artesanos como Dan Mindel, que baña con una luz prodigiosa cada escenario, que, en definitiva, haga crecer la magia del cine para seguir soñando.    

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