jueves, 16 de marzo de 2023

CRÍTICA: "EL CUARTO PASAJERO" (Álex de la Iglesia, 2022)

 

Una comedia sin alma y sin gracia

“EL CUARTO PASAJERO” ê

DIRECTOR: Álex de la Iglesia.

INTÉRPRETES: Alberto San Juan, Blanca Suárez, Ernesto Alterio, Rubén Cortada, Carlos Areces, Jaime Ordóñez, Enrique Villén.

GÉNERO: Comedia / DURACIÓN: 99 minutos / PAÍS: España / AÑO: 2022

    El hecho, para mí irrefutable, de que dos de las peores películas que vi el pasado año estén firmadas por Álex de la Iglesia no va a restar un ápice mi devoción por el director vasco. Ya les gustaría a muchos pasar a la historia por haber regalado a la cinematografía española dos joyas del calibre de El día de la bestia (1995) y La comunidad (2000). Pero sí, Veneciafrenia (2021) es un pestiño indigesto, un aburrido slasher con mensaje en el que nada funciona. Con El cuarto pasajero el director vasco no eleva el listón y nos presenta una historia que sigue a Julián (Alberto San Juan), un divorciado de 50 años con problemas económicos que recurre a una aplicación, suponemos que Blablacar, para compartir su coche con desconocidos, y en especial con alguien que ya no es tan desconocida, Lorena (Blanca Suárez), una joven que viaja a menudo desde el norte a Madrid. Desde hace meses tiene un asiento fijo en su coche… y en su corazón. Julián quiere aprovechar el próximo viaje para sincerarse con ella, pero un error a la hora de elegir al resto de pasajeros, Rodrigo y Sergio (Ernesto Alterio y Rubén Cortada), provocará un radical cambio en el rumbo de los acontecimientos.   

     El Cuarto pasajero no funciona ni como comedia romántica ni como road movie, y mira que es raro esto último por el aprovechamiento que se podía haber hecho de algunos paisajes. Y en la deriva de la función tiene mucho que ver el flojísimo libreto firmado por Jorge Guerricaechevarría y el propio director. Unos diálogos pueriles y algunas situaciones sonrojantes (las escenas del hotel con piscina), arrojan como resultado una película con poca gracia que, ni el esfuerzo interpretativo de algunos intérpretes como esos dos imposibles narcotraficantes a los que dan oxígeno Alterio y Carlos Areces, que andan a la greña jugando al gato y al ratón, logran levantar. Tampoco merecen mucha mención el trío compuesto por el impostor Alberto San Juan y su amor deseado, Blanca Suárez, o el macizorro Rubén Cortada, convertido en el mayor peligro para que San Juan pueda conseguir su sueño de seducir a Lorena. La función se presta al mínimo interés a pesar de que se podía haber sacado más jugo a la disparidad de personalidades que componen el cuarteto.

    Y es Rubén Cortada el que peor parado sale en la comparación, pues su plano personaje apenas tiene relevancia más allá de estar ahí para incendiar los celos de Alberto San Juan, un cincuentón que siente que sus expectativas se pueden dinamitar con la aparición del atractivo Sergio, que en nada se parece a la foto que había subido a su perfil. Porque eso es algo que Julián (San Juan), tiene siempre presente: seleccionar quiénes le acompañarán a él y a Lorena en el viaje, y observando bien su aspecto físico, descartar que puedan ser rivales en sus planes de conquistar a la bella pasajera, con la que ya ha realizado varios viajes. Pero ni el tipo de mediana edad al que da vida San Juan, víctima de la crisis económica y que siente que la vida se escapa a borbotones en la más triste soledad, ni el pícaro vividor encarnado por Ernesto Alterio tienen, más allá de su patetismo, mucho que aportar a una historia, una vez más, con un final explosivo, excesivo e inverosímil que clausura otra película fallida del director bilbaíno.

2 comentarios:

  1. Reconozco que es facilona pero me reí viéndola.

    Un abrazo.

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  2. Me alegro. A mí me parece una película casposa y sin gracia.

    Un abrazo.

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