sábado, 22 de enero de 2022

CRÍTICA: "PLEASURE" (Ninja Thyberg, 2021)

 

Detrás de las bambalinas del porno

“PLEASURE” êêê

DIRECTOR: Ninja Thyberg.

INTÉRPRETES: Sofia Kappel, Kasia Szarek, Casia Calvert, Evelyn Claire, Maja Kin, Esther Udden, Benjamin Schnau, Jason Toler.

GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 107 minutos / PAÍS: Suecia / AÑO: 2021

    La directora sueca Ninja Thyberg siempre se ha sentido atraída por el universo del sexo y la lujuria. Si se echa un vistazo a su filmografía lo podremos certificar desde su primer y surrealista cortometraje titulado VAT (2010). Pleasure, su único largometraje hasta la fecha, es además una versión alargada de otro de sus cortometrajes de igual título de 2013 que ganó un premio en el Festival de Cannes. Interesada por los roles de género y las dinámicas entre poder y sexualidad, Thyberg viajó a Los Ángeles donde residió durante varios años, y tras tejer una red de confianza en la industria del porno escribió el guión y dio vida a su antiheroína Bella Cherry, una chica sueca de provincias que viaja a la ciudad del oropel y las bambalinas que quiere ser estrella del porno porque le gusta sin ninguna intención de suscitar empatía, comprensión o pena al público masculino o femenino.

     Asegura la directora que hasta ahora el porno se ha hecho desde una perspectiva masculina cosificando a la mujer. Algo que está cambiando con Onlyfans, en donde las mujeres controlan el contenido y lo venden directamente. Y matiza que cuando exista más cine centrado en el placer de las mujeres quizás recomendemos orgullosas una película porno. El caso es que Pleasure nos narra la historia de Bella Cherry (Sofia Kappel) que deja atrás su aburrida vida en una localidad sueca para aterrizar en Los Ángeles con el objetivo de convertirse en la próxima porno star. El itinerario para cumplir su meta no será precisamente un camino de rosas.

    A raíz de su investigación durante más de un lustro sobre la industria del porno en Los Ángeles, la directora confiere un tono semidocumental a la función para hacerla más realista y perfilar de un modo más tangible y cercano a su personaje, Bella Cherry, que entre la candidez, la curiosidad y la ambición quiere progresar en el universo del porno hasta convertirse en una estrella. La mirada femenina de su guionista y directora se proyecta sobre la dominación masculina en ese extraño, hortera y tantas veces sórdido mundo en el que Bella se introduce de forma suave y tradicional como práctica de aprendizaje, pero pronto se da cuenta de que para ascender hasta el estrellato tiene que someterse y ofrecer mucho más.

      Aquí la protagonista, a la que la cámara sigue obsesivamente, pide protagonizar una escena de dominación y vejaciones que pondrá a prueba su resistencia física y mental, y que le sirve a Ninja Thyberg para demostrar que lo que más interesa en ese juego de poder que intensifica la condición sádica masculina es el maltrato y la humillación de la mujer, algo que parece estar en el ADN del hombre. Pero la directora sueca sabe que esas estructuras de poder están cambiando con aplicaciones como Onlyfans, Fansly, Patreon… o tal vez su intención sea despojar al porno de su aura sucia y maldita mostrando sus interioridades y cruda transparencia.

     No pierdo el tiempo en tratar de comprender las motivaciones de la protagonista en su viaje iniciático a la meca del cine porno que representa Los Ángeles para convertirse en una musa emergente del cine para adultos al precio que sea. Dulce y bonita, Bella Cherry es un enigma. Pleasure tiene mucho más interés por lo que muestra sobre la industria del porno que explora de manera hiperrealista con escenas de cierta explicitud, el frío, simplista y mecánico proceso de creación de las filmaciones y las sensaciones que provoca en el espectador las inseguridades y amistades, los miedos y las lágrimas, la empatía, la soledad y el horror de Bella, estados anímicos sobre los que se va construyendo su fortaleza para conseguir su objetivo a pesar del proceso de degradación. Sofia Kappel está espléndida dotando a su personaje de múltiples aristas y matices que conforman las complejidades de un personaje siempre alejado de lo que intenta denunciar. Ella es el espejo de lo que se oculta del producto cuando llega al espectador que lo consume. Thyberg nos regala un final acorde con un drama difícil de digerir, mostrando la rencorosa rivalidad entre las actrices por la notoriedad y el dinero, una lucha que alienta la cultura de la violencia y los abusos. Bella se apea del coche. Fundido en negro.

2 comentarios:

  1. Tengo bastante curiosidad por verla. En el cine de mi pueblo no va a poder ser, que hay mucho mojigato.

    Un abrazo.

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  2. Pues te regalas un viajecito a Barna, Ricard. España entera esta llena de meapilas. Como tengo Portugal muy cerca, paso mucho tiempo allí. Hacía lo mismo con Francia cuando vivía en Barcelona. Y sí, es una peli interesante que se abre a múltiples lecturas.

    Un abrazo.

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