sábado, 12 de septiembre de 2020

CRÍTICA: "SÓLO LAS BESTIAS" (Dominik Moll, 2019)

De la soledad y el deseo

“SÓLO LAS BESTIAS” êêê

(SEULE LES BÊTES)

DIRECTOR. Dominik Moll.

INTÉRPRETE: Denis Minochet, Laure Calamy, Demien Bonnard, Nadia Tereszkiewicz, Bastien Bouillon, Guy Roger “Bibisse” N´Drin.

GÉNERO: Thriller / DURACIÓN: 117 minutos / PAÍS: Francia / AÑO: 2019

 


       El director francés Dominik Moll debutó en el año 2000 con la estupenda película Harry, un amigo que os quiere, en la que Sergi López se lucía con una magnífica interpretación dando oxígeno a un tipo que visita a un matrimonio amigo mientras están de vacaciones y agobiados por diversos problemas. Inferior, aunque también muy recomendable, fue su siguiente criatura, Lemming (2005), la historia de un matrimonio feliz que un día invitan a cenar al nuevo jefe del marido y a su esposa, pero lo que se presumía una velada feliz se convierte en una cena desagradable debido al odio y el resentimiento que corroe al matrimonio invitado. Mas flojo me resultó su tercer largometraje, El monje (2011) que versa sobre un joven novicio interpretado por Vincent Cassel al que intenta corromper Satanás. No he tenido la oportunidad de ver su penúltimo film, News From Planet Mars (2016) un relato sobre un divorciado y padre de hijos adolescentes que sueña con ser astronauta.

 

   

   Su última cinta, con buena recepción crítica en Francia, está basada en la novela de Colin Neil “Seules les bêtes” publicada en 2018. Un film que nos sitúa en un bello y abrupto paraje de montañas durante una copiosa nevada. Lugar de donde desaparece Evelyne (Valeria Bruni Tedeschi) que según veremos, ha mantenido una efímera relación extramarital con Marion (Nadia Tereszkiewicz). Nadie sabe nada hasta el día en que Alice (Laure Calamy) una trabajadora social casada con Michel (Denis Ménochet) un granjero de la zona, encuentra un coche detenido junto a la carretera, pero no hay nadie dentro de él. Alice lleva en secreto (a voces) una aventura con Joseph (Demien Bonnard), uno de sus pacientes. Él dice no saber nada de la desaparición, pero el cuerpo de Evelyne aparece cerca de su granero. Es el principio de un misterio que relaciona a cinco personas en dos continentes distintos.

 


    Dominik Moll debería ajustar más el metraje de sus películas, pues si algo penaliza a sus historias son escenas fácilmente prescindibles que acaban alargando innecesariamente la función. Soy consciente de que la cosa es complicada porque la diversidad y el contraste de los personajes se ven necesitados de una estricta definición que no es posible solventar con cuatro trazos de brocha gorda, sobre todo por la riqueza expresiva y el énfasis en sus diferencias. Aun así, este thriller rural funciona tanto en el apartado atmosférico en donde el paisaje montañoso y los rigores de las nevadas invernales con forman un personaje más de la función, como en la estructura narrativa, que en formato episódico con el rótulo de los nombres de los protagonistas dando paso a cada episodio, personajes que se entremezclan e interrelacionan por el azar o el fatal destino. Con la precisión de un entomólogo, Moll disecciona las emociones y destapa los secretos y anhelos de una serie de lugareños marcados por el ambiente gélido, el aislamiento social, la soledad y la insoportable rutina, desnudando sus pasiones, sus engaños, su inabarcable hastío.

    



  Sólo las bestias es un relato caleidoscópico y poliédrico del que emana un aroma por bucear en los meandros de los deseos sexuales frustrados e inconfesables a través de una tela de araña que el director va tejiendo con pulcritud alrededor de cinco personajes que se mueven por una atmósfera rural sombría (las escenas que ocurren en África son igual de siniestras) y acierta en descubrir las aristas punzantes que surgen de forma brusca de los sentimientos castrados. Resulta intrigante adentrarse en el laberinto que plantea Moll, un juego de espejos deformantes que deriva en un retrato nítido, cohesionado e inteligente gracias a la pericia para unir las piezas de un oscuro puzle. Con un trabajo pluscuamperfecto de todo el elenco, el espectador se sumerge en los giros y bifurcaciones de un guión complejo, un cruce de historias que conforman una fábula fúnebre tan cruda como dolorosa. Un mensaje devastador y nada didáctico sobre el vacío existencial que nos corroe.

2 comentarios:

  1. una maravilla de blog tienes
    recien te conozco te dejo un abrazo sincero artista de tu blog

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  2. Gracias por tus palabras que siempre son un motivo de satisfacción. Un abrazo fuerte también para ti. Te deseo lo mejor en tu tránsito por este sórdido mundo.

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