domingo, 20 de enero de 2019

CRÍTICA: "GLASS" (M. Night Shyamalan, 2018)


Se cierra el círculo
“GLASS” êêêê
DIRECTOR: M. NIGHT SHYAMALAN.
INTÉRPRETES: JAMES MCAVOY, BRUCE WILLIS, SAMUEL L. JACKSON, SARAH PAULSON, SPENCER TREAT CLARK, ANYA TAYLOR-JOY
GÉNERO: THRILLER / EE.UU. / 2018 / DURACIÓN: 129 MINUTOS.

   
    Múltiple fue la mejor película de M. Night Shyamalan desde El protegido, un film que fluctuando entre el drama desgarrador, el terror sobrenatural y el thriller psicológico, se impone como un proceloso viaje a los más recónditos pasadizos de una mente laberíntica y fracturada, en donde anida la más letal y poderosa de las criaturas. En en el punto donde lo dejó Múltiple, en Glass seguimos los pasos de David Dunn (Bruce Willis) que busca el rastro de la figura superhumana de La Bestia (James McAvoy) en una serie de encuentros puntuales. En la sombra, Elijah Price (Samuel L. Jackson) parece emerger como una figura clave que conoce los secretos de ambos.


    En una magnífica pirueta narrativa, Shyamalan conecta El Protegido y Múltiple para armar el andamiaje de este cierre de la trilogía Unbreakable con evidente cálculo. La fusión de los universos de la primera, con su atractiva relectura del mundo de los superhéroes, y Múltiple, con las escindidas personalidades de Kevin, confluyen en Glass con un riesgo asumible para alguien que como Shyamalan tiene un modo tan peculiar y tortuoso de entender el fantaterror. Y aunque el resultado no está a la altura de aquel film primigenio de la trilogía protagonizado por Bruce Willis como el Protector y Samuel L. Jackson encarnando al hombre de los huesos de cristal, podemos concluir que toda la estructura escénica y narrativa está construida con emocionante coherencia, revisitando el universo de los superhéroes desde una mirada oscura que sirve de introspección sobre sus propias obsesiones artísticas.  

   
    El director de origen indio, encierra a sus personajes (El Protector, La Horda y Don Cristal) en una institución psiquiátrica y a base de primeros planos incisivos que parecen mirar al espectador, realiza un estudio psicológico sobre los intrincados laberintos mentales de los protagonistas, y dentro de una atmósfera sobrenatural, explorar los extraños comportamientos de la sociedad y la condición humana, en donde lo excepcional se toma como una anomalía y se aplaude el triunfo de lo mediocre.  

  
   Con una inquietante fotografía de una Filadelfia húmeda e industrial e ideada más como un tributo a esas dos obras anteriores y al poder sugestivo del cómic, Glass es una muy buena culminación de la trilogía, en donde se intenta buscar alguna explicación racional a los delirios y traumas infantiles del trío de personajes protagonistas. Buscar en su pasado para hallar la génesis y motivaciones de unas personalidades nada comunes. En esos tres días que dura la consulta de la doctora interpretada por Sarah Paulson (el mayor hilo de conexión de las tres entregas), debe estar perfilado el diagnóstico. Y en el proceso, la siempre recurrente lucha entre el bien y el mal, el penoso itinerario vidas rotas y espejos fragmentados, que alimentan egos hasta la letal condena, y con ella, la salvación. Shyamalan cierra el círculo de la mejor manera posible.


2 comentarios:

  1. Es una extravagancia, como sin duda también lo era "El protegido". Pero, eso sí, narrada con elegancia y mucha convicción.

    Un abrazo.

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  2. Pues "El Protegido" es mi película favorita de Shyamalan. Yo creo, que es una muy buena culminación de la trilogía.

    Un abrazo.

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