miércoles, 2 de noviembre de 2016

MAGNÍFICA SERIE “LA CAZA” (THE FALL)

       
   
    Espléndida serie de la BBC escrita por Allan Cubitt y dirigida por él mismo y Jacob Verbruggen que se estrenó en el año 2013 y se mantiene en la actualidad. La trama nos sitúa en Irlanda del Norte, un escurridizo asesino en serie, Paul Spector  (Jamie Dornan) acecha a sus víctimas en los alrededores de Belfast. Para intentar atraparlo, la policía de Londres envía a la talentosa detective Stella Gibson (Gillian Anderson), pues las autoridades creen que es la persona idónea para darle caza.


      Jamie Dornan es mucho mejor actor dramático de lo que demuestra en ese pastelazo titulado Cincuenta sombras de Grey y en sus frívolos devaneos como modelo de Calvin Klein, la prueba para quien lo dude es el magnífico trabajo que desarrolla en esta magnífica serie que sin demasiadas pretensiones logra competir en la liga de las grandes series. La Caza (The Fall) tiene como premisa principal las espeluznantes hazañas de un asesino en serie. Un serial killer magnético y muy peculiar: psicólogo de profesión, metódico, extremadamente inteligente, muy atractivo, despiadado y padre de familia que tiene la ciudad de Belfast aterrorizada con sus crímenes. Siguiendo sus pasos está la detective criminalista Stella Gibson, a la que da oxígeno de manera convincente Gillian Anderson (la inolvidable agente Scully de Expediente X), rodeada de ineficaces subordinados, de sexualidad abierta, impecablemente vestida y peinada, arrogante, sofisticada, mandona y con un punto psicótico. El juego del gato y el ratón está servido.


        La húmeda y ancestral Belfast sirve de escenario a una acción que trata de marcar distancias con las series estadounidenses con las que comparte temática: un retrato más cercano y físico de los personajes y el latido de un ritmo de vida y una rutina más reconocible para el espectador europeo. Pero los ingredientes que conforman el núcleo de la función son los mismos: la violencia, el sexo, el poder, las falsas apariencias, la ambición, la vanidad, la corrupción… El asesino esconde sus crímenes tras el amparo de una vida familiar estable, con su abnegada esposa trabajando de enfermera y una hijita a la que mima.


         Todo es un teatro urdido para llevar a cabo sus fechorías, una coartada que aporta traza de cotidianidad en una sociedad en la que el odio entre católicos y protestantes, británicos e irlandeses está todavía latente. Paul siempre tiene una excusa para sus salidas nocturnas, y su esposa, tal vez debido a su absorbente trabajo, traga con ellas hasta llegar a un débil punto de sospecha. Por supuesto, la serie cuenta con otras subtramas que no desvelaré y que van tejiendo un guión perfectamente estructurado que funciona como un reloj suizo. El elemento de mayor interés de La Caza (The Fall) son los puntos en común que tienen la detective y el asesino, en principio tan aparentemente tan distintos y, finalmente, tan parecidos. En una atmósfera de gran tensión, ambos recorrerán un frío y terrorífico itinerario abonado por un reguero de cadáveres. Muy recomendable.
   

2 comentarios:

  1. Hola Pedro: totalmente de acuerdo contigo. De hecho, cuando se estrenó el pestiño de las sombras de Grey, uno de mis temores era que esta serie no tuviera continuidad. Además, el haber visto la primera temporada, con Jamie Dornan como despreciable y sádico asesino y luego ver que se convertía en un galancete aficionado a los juegos eróticos "soft" me provocaba un circuitado mental considerable. Todo en esta serie está bien: los actores (espléndido el subyugado compañero de trabajo de la protagonista), la ambientación, el ritmo, los diálogos...y aún no he visto la tercera.

    Un abrazo.

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  2. También yo suscribo todo lo que comentas. A raíz e "Cincuenta sombras de Grey" mucha gente temía eso que dices y el público que desdeñó la película metió en el mismo saco a un buen actor como Jamie Dornan, que además de lo atractivo que es cuenta con un amplio registro de recursos interpretativos. La tercera entrega está en la línea de las otras temporadas aunque la tensión, como es lógico, va in crescendo y están aún más acusados los perfiles psicóticos de los protagonistas. No me negarás que Gillian Anderson luce espléndida a sus 48 años y que desprenden un cierto magnetismo morboso esas secuencias de sexo elemental, automático y en ocasiones perverso que destila toda la serie.

    Un abrazo.

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