Larga y aburrida como
un domingo sin dinero
TENGO GANAS DE TI
DIRECTORES:
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA
INTÉRPRETES:
MARIO CASAS, CLARA LAGO, MARÍA VELVERDE, NEREA CAMACHO, DIEGO MARTÍN.
GÉNERO: ROMÁNTICO
/ ESPAÑA / 2012 DURACIÓN: 120 MINUTOS.
La esperada
secuela de 3 metros sobre el cielo (el bombazo español de 2010 que logró
más de un millón y medio de espectadores y una jugosa recaudación de 9 millones
de euros) volverá a humedecer los ojitos y braguitas de tantas quinceañeras que
ven en esa panda absurda de pijos y poligoneros a sus héroes más accesibles,
sin que les importe la ñoñez del invento y lo reaccionario que a veces resultan
sus elogios a la misoginia. Otra vez una novela (por así decirlo) de Federico
Moccia sirve de base para esta continuación dirigida de nuevo por el navarro Fernando González Molina que vuelve a
contar con el equipo que tan buenas prestaciones económicas originó en la
entrega seminal.
TENGO
GANAS DE TI nos presenta una historia que transcurre dos años después
de donde lo dejó la primera. Hache
(Mario Casas) regresa a Barcelona tras una temporada en Londres. El recuerdo de
Babi (María Valverde) le ha
acompañado siempre y teme el momento de reencontrarse con ella. Las cosas han
cambiado y tendrá que empezar desde cero. En una salida nocturna conoce a una
chica alegre y preciosa, Gin (Clara
Lago), y cree posible enamorarse de nuevo. Pero no es fácil olvidar a Babi, y
cuando se tropieza con ella todo su mundo se tambalea, moviéndose entre la idea
de recuperar la magia de aquel primer amor o continuar la relación más madura y
estable emprendida con Gin.
Estamos de nuevo
una película absolutamente intrascendente a nivel artístico y con muchas
posibilidades en un plano comercial, pero como a este cronista le interesa
mucho más lo primero que lo segundo el sopor se adueña de mi tras el primer
tramo del larguísimo, insufrible metraje. No me decepciona lo insustancial de
una propuesta surgida de un texto de baratillo muy poco inspirado, que basa
todo su efecto en la exaltación de ese chulo de barrio al que da vida de forma
mecánica y a veces histriónica Mario “Cansas” (sigo diciendo que este tipo
antes de ponerse delante de una cámara tiene que aprender a vocalizar). La línea de diálogos es verdaderamente
paupérrima, el esquematismo de los personajes desprende un tufillo insoportable
y la historia está repleta de lugares comunes donde reina esa caricatura de
rebelde sin causa que parece el reverso torpe y ridículo de aquella genial y
afligida poética de “El chico de la moto” que magistralmente retrató Francis
Ford Coppola en La ley de la calle
(1983), con un magnífico Mickey Rourke.
Rara vez el foco
se desvía del macho-ibérico-macarra, pero cuando lo hace la cosa no mejora, y
vemos con pavor como la trama queda abonada por tropezones melodramáticos y
situaciones irracionales, pues si esta película pretende ser un aproximado
retrato generacional, esa generación tiene el futuro más negro que las maracas
de Antonio Machín: falta de civismo vial al no utilizar nunca casco cuando los
personajes viajan en moto, la diversión no es posible sin drogas y alcohol,
sexo irresponsable en urinarios públicos, carreras de motos ilegales, y a
mamporros te demostraré lo fuerte que soy… Aunque,
atención, la película no es mala por su glorificación del macho alfa y su alarmante mensaje, es mala por su insufrible,
intrínseca, latente y lamentable vacuidad. Fernando González Molina viene
demostrando que es un mal cineasta con olfato para la taquilla (recordemos la excelente recaudación de Fuga
de cerebros), más interesado en ofrecer esta clase de chucherías a un
cierto sector del público que en fijar su atención en una buena historia con la
que grabar su nombre en la memoria de nuestro cine. Recrea con bastante
realismo las secuencias rodadas en la discoteca, sin embargo se muestra muy
atropellado a la hora de marcar las transiciones (empacho de fundidos en negro)
entre los momentos aparentemente trascendentes. A nivel técnico brilla la
siempre espléndida fotografía de Xavi Giménez, todo lo demás es papel
higiénico.
Juas que no podía escribir comentarios con mi paranoya de seguridad en Internet y hasta que me he dado cuenta de que tenía deshabilitadas las cokys del explorador no he podido saludarte como es debido.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, está muy currado y veo que le dedicas tiempo lo que dice mucho de ti, yo pasaré por aquí de vez en cuando a cotillear y enterarme de todas las novedades y noticias cinematográficas que postees, así estaré un poco más puesto en esta materia que me apasiona como a ti.
Recibe un cariñoso saludo/abrazo de este amigo :D