domingo, 30 de enero de 2022

CRÍTICA: "MAIXABEL" (Iciar Bollaín, 2021)

 Una película correcta que no asume riesgos

“MAIXABEL” êêê

DIRECTOR: Iciar Bollaín.

INTÉRPRETES: Blanca Portillo, Luis Tosar, Urko Olazabal, María Cerezuela, Arantxa Aranguren, Mikel Bustamante, Bruno Sevilla.

GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 115 minutos / PAÍS: España / AÑO: 2021

     La última película de Iciar Bollaín fija su mirada en Maixabel Lasa (Blanca Portillo) que en el año 2000 pierde a su marido, el político socialista Juan María Jáuregui, asesinado por ETA cuando se encontraba en una cafetería de Tolosa con un amigo. En el año 2011, recibe una inesperada petición: uno de los asesinos de su marido, Luis Carrasco (Urko Olazabal) desea entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava), en donde cumple condena tras romper todos los lazos con ETA. A pesar del inabarcable dolor, Maixabel accede a encontrarse con él, y posteriormente con Ibon Etxezarreta (Luis Tosar), otro de los integrantes del comando que asesinó a sangre fría a su marido. Maixabel inició su relación sentimental con Jáuregui a los 16 años y juntos tenían una hija, María (María Cerezuela).

    Maixabel nos relata el dolor infinito de la viuda y de la hija de Juan María Jáuregui, un hombre esencialmente bueno que incluso luchó para esclarecer los asesinatos de Lasa y Zabala y por meter en prisión al general Rodríguez Galindo, también nos narra el arrepentimiento sincero de dos de los tres terroristas que lo asesinaron. Son los etarras Carrasco y Etxezarreta los que solicitan entrevistarse con Maixabel para poder conversar con ella, mostrarle su arrepentimiento, el peso de su culpa y tal vez suplicar un perdón por una acción que ellos y Maixabel saben que es imperdonable.

    Todo en Maixabel está construido con una sensación de realismo documentalista, de una verdad incómoda que se traduce en sentimientos contradictorios que alumbra a unos terroristas “con alma” y angustiados por el sentimiento de culpa, y por supuesto, la triste existencia de una mujer cuyo reloj vital se detuvo el día en que asesinaron a su marido. Con un comienzo atropellado en el que ni siquiera nos muestran la detención del comando terrorista, Bollaín se limita a levantar acta sobre los encuentros de los dos etarras, que han abandonado la mafia terrorista, con Maixabel, que lucha porque todas las víctimas de todos los terrorismos sean reconocidas y homenajeadas por igual. 

    Con una narración sencilla, academicista, sin asumir riesgos, Maixabel se impone como una crónica lineal de unos hechos y la posible redención, pero sin asumir nunca la pavorosa introspección sobre la esencia del Mal, es decir, sin acercarse a las entrañas del monstruo y a todos los que le amamantaron y dieron aliento. Hannah Harendt señaló a una parte importante de la sociedad alemana como cómplices de los crímenes del nazismo, las 850 víctimas de ETA no se hubieran producido sin el ánimo y la ayuda de una parte de aquella sociedad vasca. Maixabel lo da a entender relatando la soledad, el miedo y el desprecio que tuvieron que soportar las víctimas, a las que además de la herida se las condenó con el insulto. Nimia reflexión para un tema tan terrorífico. Con grandes actuaciones de todo el elenco, Maixabel no va más allá del sentido testimonio, de la corrección y el formalismo narrativo. Lástima, otra oportunidad perdida.  

sábado, 22 de enero de 2022

CRÍTICA: "PLEASURE" (Ninja Thyberg, 2021)

 

Detrás de las bambalinas del porno

“PLEASURE” êêê

DIRECTOR: Ninja Thyberg.

INTÉRPRETES: Sofia Kappel, Kasia Szarek, Casia Calvert, Evelyn Claire, Maja Kin, Esther Udden, Benjamin Schnau, Jason Toler.

GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 107 minutos / PAÍS: Suecia / AÑO: 2021

    La directora sueca Ninja Thyberg siempre se ha sentido atraída por el universo del sexo y la lujuria. Si se echa un vistazo a su filmografía lo podremos certificar desde su primer y surrealista cortometraje titulado VAT (2010). Pleasure, su único largometraje hasta la fecha, es además una versión alargada de otro de sus cortometrajes de igual título de 2013 que ganó un premio en el Festival de Cannes. Interesada por los roles de género y las dinámicas entre poder y sexualidad, Thyberg viajó a Los Ángeles donde residió durante varios años, y tras tejer una red de confianza en la industria del porno escribió el guión y dio vida a su antiheroína Bella Cherry, una chica sueca de provincias que viaja a la ciudad del oropel y las bambalinas que quiere ser estrella del porno porque le gusta sin ninguna intención de suscitar empatía, comprensión o pena al público masculino o femenino.

     Asegura la directora que hasta ahora el porno se ha hecho desde una perspectiva masculina cosificando a la mujer. Algo que está cambiando con Onlyfans, en donde las mujeres controlan el contenido y lo venden directamente. Y matiza que cuando exista más cine centrado en el placer de las mujeres quizás recomendemos orgullosas una película porno. El caso es que Pleasure nos narra la historia de Bella Cherry (Sofia Kappel) que deja atrás su aburrida vida en una localidad sueca para aterrizar en Los Ángeles con el objetivo de convertirse en la próxima porno star. El itinerario para cumplir su meta no será precisamente un camino de rosas.

    A raíz de su investigación durante más de un lustro sobre la industria del porno en Los Ángeles, la directora confiere un tono semidocumental a la función para hacerla más realista y perfilar de un modo más tangible y cercano a su personaje, Bella Cherry, que entre la candidez, la curiosidad y la ambición quiere progresar en el universo del porno hasta convertirse en una estrella. La mirada femenina de su guionista y directora se proyecta sobre la dominación masculina en ese extraño, hortera y tantas veces sórdido mundo en el que Bella se introduce de forma suave y tradicional como práctica de aprendizaje, pero pronto se da cuenta de que para ascender hasta el estrellato tiene que someterse y ofrecer mucho más.

      Aquí la protagonista, a la que la cámara sigue obsesivamente, pide protagonizar una escena de dominación y vejaciones que pondrá a prueba su resistencia física y mental, y que le sirve a Ninja Thyberg para demostrar que lo que más interesa en ese juego de poder que intensifica la condición sádica masculina es el maltrato y la humillación de la mujer, algo que parece estar en el ADN del hombre. Pero la directora sueca sabe que esas estructuras de poder están cambiando con aplicaciones como Onlyfans, Fansly, Patreon… o tal vez su intención sea despojar al porno de su aura sucia y maldita mostrando sus interioridades y cruda transparencia.

     No pierdo el tiempo en tratar de comprender las motivaciones de la protagonista en su viaje iniciático a la meca del cine porno que representa Los Ángeles para convertirse en una musa emergente del cine para adultos al precio que sea. Dulce y bonita, Bella Cherry es un enigma. Pleasure tiene mucho más interés por lo que muestra sobre la industria del porno que explora de manera hiperrealista con escenas de cierta explicitud, el frío, simplista y mecánico proceso de creación de las filmaciones y las sensaciones que provoca en el espectador las inseguridades y amistades, los miedos y las lágrimas, la empatía, la soledad y el horror de Bella, estados anímicos sobre los que se va construyendo su fortaleza para conseguir su objetivo a pesar del proceso de degradación. Sofia Kappel está espléndida dotando a su personaje de múltiples aristas y matices que conforman las complejidades de un personaje siempre alejado de lo que intenta denunciar. Ella es el espejo de lo que se oculta del producto cuando llega al espectador que lo consume. Thyberg nos regala un final acorde con un drama difícil de digerir, mostrando la rencorosa rivalidad entre las actrices por la notoriedad y el dinero, una lucha que alienta la cultura de la violencia y los abusos. Bella se apea del coche. Fundido en negro.

martes, 4 de enero de 2022

"NO AMARÁS" (Krzysztof Kieślowski, 1988)

 

Del amor y otras soledades

“NO AMARÁS” êêêêê

DIRECTOR: Krzysztof Kieślowski.

INTÉRPRETES: Grazyna Szapolowska, Olaf Lubaszenko, Stefania Iwinska, Piotr Machalica.

GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 87 minutos / PAÍS: Polonia / AÑO: 1988

     Versión extendida del episodio Decálogo 6 de la serie que Krzysztof Kieślowski dirigió para la televisión polaca entre los años 1989 y 1990 basada en los Diez Mandamientos, un capítulo rodado en 1990 que para la televisión tiene una duración de 58 minutos, y que en la película de 1988 que nos ocupa, realizada por el mismo equipo, tiene 87 minutos de metraje. El film narra la historia de Tomek (Olaf Lubaszenko) un joven de 19 años que vive obsesionado con Magda (Grazyna Szapolowska), una hermosa mujer treintañera a la que espía con un catalejo desde su apartamento. Ella es una mujer liberal y sin prejuicios que disfruta del sexo con naturalidad con muchos hombres. Tomek, celoso, decide interrumpir sus sesiones con otros hombres llamándola por teléfono, con falsos avisos de escapes de gas y trabajando como repartidor de leche convirtiéndose en un incordio durante los encuentros sexuales de Magda con diferentes hombres.

     Rodada en la Varsovia comunista, fosilizada, gris y desangelada de finales de los ochenta, la función se interesa por Tomek, un joven huérfano que trabaja en una oficina de correos y que vive acogido en la casa de la abuela de su único amigo, que está ausente en una misión militar como casco azul de la ONU. Cuando no está trabajando, espía obsesivamente a Magda con un monocular que ha robado. Está locamente enamorado de ella, que casi le dobla la edad. La promiscuidad de Magda le trastorna. Un día, Tomek le declara su amor, pero para Magda el amor no existe más allá del sexo. Con un concepto radical del romanticismo, la función nos invita a pensar que cuando alguien se da cuenta de que el amor duele, puede ser demasiado tarde.

     Con una hermosísima iluminación de Witold Adamek y un gran trabajo de la pareja protagonista, No amarás infunde valor a lo cotidiano y hace tangibles las emociones, aquí no interesan los seres de luz ni los héroes, sino la gente corriente, auténtica, cercana y humana, con sus desvelos y debilidades. Porque el amor debilita, sobre todo a quién más padece esa enfermedad. Tanto Tomek como Magda son dueños de una soledad inabarcable. Ella trata de disfrutar de sus diversos encuentros sexuales con hombres, él viviendo su propia ensoñación con la esperanza de que el amor platónico que siente se convierta en real, siempre más cerca de la adoración etérea que de los sentimientos, que no sabe cómo administrar. Queda claro en el diálogo de la sublime y esencial escena en el rellano del edificio con ladrillos de cristales rojos de fondo: ¿Qué quieres de mí? ¿Quieres besarme? ¿Quieres hacerme el amor? Le pregunta Magda. No, contesta Tomek. ¿Entonces qué quieres?, insiste ella. Nada, contesta él. Tomek comienza a sentirse abatido por su intensa carga emocional.

     Con un evidente tributo a La ventana indiscreta, Kieślowski nos adentra en un relato intimista para bucear por las vulnerables relaciones humanas poniendo énfasis en las imágenes, los gestos y las miradas por encima de unos diálogos tan justos como necesarios para configurar el arco dramático de la función. La relación de dos almas que provienen de una educación y unos entornos diferentes y con visiones alejadas de la vida social. Dos almas que un día confluyen para alumbrar las carencias de Tomek, tan falto de cariño como de experiencias vitales en el amor y el sexo. Encerrado en su habitación con un solo juguete, un monocular. La desprejuiciada y vitalista Magda será testigo del desamparo de Tomek, de su desesperanzado y afligido amor, del corto y doloroso itinerario de un amor imposible, haciendo más visible su propia soledad y desencanto. Acabará comprendiendo que hay amores que van más allá de los placeres carnales, sentirá cómo es que la quieran de verdad sin coartadas ni intereses espurios. Así, Kieślowski plantea dilemas morales sobre la dificultad de amar y las múltiples formas de entender el amor. Del lirismo extremo al placer puramente físico. Bellísima película.

domingo, 2 de enero de 2022

LAS 5 MEJORES PELÍCULAS DE 2021

1-“DRIVE MY CAR” (Ryûsuke Hamaguchi, 2021)

   Hamaguchi firma una obra memorable y como el nudo de autopistas de Japón, la creación cinematográfica, la teatral y la vida de los protagonistas se bifurcan y entrelazan para confeccionar un magma de sensaciones y emociones que emanan de la condición humana, de su creatividad, de su capacidad para asimilar el tormento, para otorgar el perdón y desenredar los nudos del amor, que a veces tanto asfixian. Obra maestra redonda, total y absoluta.


2-“THE SOUVENIR. PART. II” (Joanna Hogg, 2021)

   A raíz de su turbulenta relación con un hombre mayor manipulador y carismático, Julie comienza a distanciarse de él a través de la realización de su película de graduación, separando los hechos de su elaborada ficción. Brillante secuela de la también interesante pero inferior The souvenir (2019), este poético ejercicio meta-cinematográfico se eleva como uno de la más bellos y melancólicos relatos sobre la inmortalidad de la pasión atrapada por una cámara de cine, el romance de la protagonista, Julie (alter ego de la directora) con Anthony y su inexorable final. Una obra necesaria para el paladar cinéfilo.


3-“LIMBO” (Soi Cheang, 2021)

   Rodada en un blanco y negro de profundo contraste con la sublime iluminación de Cheung Siu-Keung, Limbo nos relata la historia de un policía novato, Will Ren (Mason Lee) y su compañero, el veterano Cham Lau (Ka Tung Lam), que persiguen a un brutal, escurridizo y maniático asesino en serie que mutila una mano a las mujeres que asesina. Para atraerlo, recurren a la delincuente marginal Wong To (Cya Liu), que necesita expiar un accidente que provocó y que afectó a la familia de Cham. Pero esta mujer, lanzada a los tugurios y zonas más degradadas de la ciudad, resultará impredecible e incontrolable. Limbo se eleva por encima de su formularia premisa para componer un noir expresionista absolutamente cautivador, consecuencia de la deriva de un arco dramático que ilumina a Cya Liu dando oxígeno de forma magistral a Wong To, finalmente mártir maltratada y humillada por todos, que ruega por su vida y sólo aspira a lavar su alma con el agua bendita de la redención. Una película tan excelente como escalofriante. 


4-“RIDERS OF JUSTICE” (Anders Thomas Jensen, 2020)

    La historia de Markus (Mads Mikkelsen) un militar de carrera que se ve obligado a regresar a casa cuando su hija Mathilde (Andrea Heick Gadeberg) sobrevive a un accidente de tren en el que ha fallecido su esposa. Todo indica que la tragedia en donde ha habido once muertes se ha debido a la mala suerte… hasta que Otto (Nicolaj Lie Kaas) un experto en algoritmos y también pasajero del tren siniestrado, aparece  por la granja de Markus con sus dos colegas, Lennart y Emmenthaler (Lars Brygmann y Nicolas Bro). Otto está convencido de que no fue un accidente sino un atentado. El robo de una bicicleta desencadena un auténtico infierno, un efecto mariposa o una mera coincidencia por muy aterradora que parezca. Tal vez sólo se trate de escapar de sus vacías y deprimentes vidas para encontrar en ellas algún significado. Una espléndida película.


5-“THE CARD COUNTER” (Paul Schrader, 2021)

    The Card Counter nos presenta a William Tell (Oscar Isaac) es un ex militar con un problema de ludopatía. A Tell solamente le interesa jugar a las cartas. Su espartana existencia en el casino es interrumpida cuando se cruza en su camino Cirk (Tye Sheridan), un joven que busca ayuda para llevar a cabo su plan de venganza contra un militar, el comandante Gordo (Willem Dafoe), quien también es un viejo enemigo de Tell. Con el respaldo financiero de La Linda (Tiffany Haddish), Tell pide que Cirk le acompañe en una ruta por los casinos de diferentes ciudades hasta que el trío se centra en ganar el World Series de póker en Las Vegas. Pero Mantener a Cirk en el buen camino se demuestra imposible, arrastrando a Tell a las tinieblas de su pasado. Tell no sabe cuánto pesaría su alma en la balanza de Zeus, aunque sabe cuánto pesa su culpa. Sabe también que el olvido es imposible, pero se puede optar por el perdón en un mundo que no concede valor a la indulgencia. Vislumbramos que el circuito de casinos acabará en un triste final bressoniano, cuando vivir es ya sólo una condena. Magnífica película.