"TERCIOPELO AZUL"
(BLUE VELVET)
(BLUE VELVET)
(BLUE
VELVET)
Thriller - EE.
UU. - 1986 - 120 Minutos.
DIRECTOR: DAVID LYNCH.
INTÉRPRETES: KILE MACLACHLAN, ISABELA ROSSELLINI,
DENNIS HOPPER, LAURA DERN, DEAN STOCKWELL.
Considerado un director de culto, David Lynch nace
en Montana en 1946, cursa estudios de Bellas Artes y realiza varios cortos,
para ganarse la vida trabaja, entre otras cosas, como repartidor de periódicos.
En el año1972 comienza el rodaje de su ópera prima, Cabeza Borradora,
estrenada finalmente en 1976 es un sorprendente, extraño e inclasificable film
que impresiona a Mel Brooks y le lleva a producirle su segundo largometraje, El
hombre Elefante (1980) que consigue siete nominaciones a los Oscars. Su
siguiente trabajo es Dune (1984) un cuento futurista que resulta
un fracaso comercial. La que para mi es su más grande obra maestra,
TERCIOPELO AZUL, funciona mejor en Europa que en América, desde donde
se tacha a este singular autor de morboso y oscurantista. Con Corazón
Salvaje (1990) ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Jefrey (Kile Maclachlan) regresa a
su casa tras visitar a su padre, ingresado en un hospital como consecuencia de
in infarto, en su camino encuentra una oreja humana cubierta de insectos entre
unos matorrales, la envuelve en un papel y la entrega en la comisaría. Una
noche, cuando sale a dar un paseo conoce a Sandy (Laura Dern) la hija
del detective que le atendió en la comisaría, ésta le cuenta que las pistas
sobre el caso de la oreja cercenada conducen hasta una cantante, Dorothy
(Isabela Rossellini). Un día, Jefrey consigue introducirse en el apartamento de
la cantante y ésta le descubre escondido en el armario, amenazandole con un
cuchillo le tumba en el sofá, le besa, le acaricia y de prono llaman a la
puerta, Jefrey vuelve a meterse en el armario, quien entra es Frank Booth
(Dennis Hopper) un siniestro personaje que continuamente inhala oxígeno, éste
golpea a Dorothy y la viola. El muchacho observa toda la escena desde el
armario hasta que Frank se marcha, ayuda a la cantante y se da cuenta por una
fotografía que está casada y tiene un hijo, comienza a sospechar que los tienen
secuestrados y que la oreja que encontró en la maleza pertenece al marido.
Ayudado por Sandy, el muchacho metido a detective irá descubriendo el horror de
un mundo lleno de personajes siniestros y perversos, en el que hay implicado
además algún agente de policía. .
No exagero al escribir que
TERCIOPELO AZUL es una de las mejores películas de las últimas tres
décadas, además de ser en la que mejor queda reflejado el inquietante universo
visual y narrativo de su autor. En la aburrida monotonía de Lumberton, pequeña
comunidad donde nunca pasa nada, el terror anida y toma forma hasta hacer palidecer
a quienes creen vivir su existencia en un remanso de paz. El sentido de lo
malsano magistralmente representado por el psicópata asmático Frank Booth, la
noche que abre caminos por donde deambulan almas perversas, en tremendo
contraste con el día, de mañanas radiantes y luminosa armonía, como una balanza
oscilante entre la luz y las tinieblas. Más allá del crepúsculo despierta
todo un cosmos subterráneo de turbios manejos, de violencia desatada, dotando
de intensidad dramática los actos heroicos, desnudando las pasiones más
sádicas.
Pero, BLUE VELVET es
también una película de amor, el tierno y juvenil de Jefrey y Sandy; el extraño
magnetismo que Dorothy ejerce sobre Jefrey, aumentando su caudal de excitación,
encendiendo una llama de deseo entre las brumas; la relación enfermiza y
viciosa del sádico Frank, que le hace comportarse como un niño diabólico,
buscando el clímax prohibido de fantasías incestuosas (“papaíto entra en
casa, papaíto entra en casa”, susurra el jodido salvaje cuando está encima
de una asustada Dorothy), delirios de una mente enferma que nacen de la
vejación y el dolor infringido a la cantante de belleza cautiva. Lynch nos hace
navegar por las dos orillas del río, por la superficie y lo subterráneo, luz y sombras
del averno, espacios paralelos de expresiones diversas, sensaciones múltiples y
misterios ocultos. Con una magnífica puesta en escena, una admirable
descripción de ambientes y personajes, creando un estilo propio de gran
atractivo plástico y desbordante imaginación, regalando para la posteridad, a
todos esos filósofos de las emociones y las pesadillas, la frase más sórdida,
inquietante y lapidaria de la historia del cine pronunciada por la cantante
sufriente: “Ahora llevo dentro tu enfermedad”. La película ganó el
Premio al Mejor Film en el Festival de Sitges´86.
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