Este cronista tenía mucho interés en ver ABOUT
CHERRY por una razón muy simple: la película está basada en las
experiencias de la porno star norteamericana Lorelei Lee (2 de marzo de 1981, San Francisco, California). Sin
embargo, la ópera prima de Stephen
Elliot, con un libreto propio coescrito junto a Lorelei, ha supuesto una
verdadera decepción. Estrenada en el pasado Festival de Cine de Berlín, nos
narra la historia de Angelina
(Ashley Hinshaw), que a punto de graduarse en el instituto y con una madre
alcohólica y un padre violento e impredecible, atiende los consejos de su novio
para que se haga unas fotos desnuda y las venda. Aunque vacila, acaba cediendo
y utiliza el dinero para huir a San Francisco junto a su mejor amigo. Una
noche, mientras trabaja en un club de striptase, conoce a Frances (James Franco), un guapo y rico abogado adicto a la cocaína
que la introducirá en el mundo del glamour, las drogas y las grandes fiestas.
Tras hacer una prueba para Margaret
(Heather Graham), una ex estrella del porno convertida en directora de cine
para adultos, se le abrirán las puertas de la industria del sexo de San
Francisco, un mudillo donde será conocida por el sobrenombre de Cherry.
Sin fecha
de estreno todavía en nuestro país, en About Cherry nada encaja y todo
resulta intrascendente en su intento por desmitificar el concepto de mujer como
objeto sexual. El relato es aburrido, la preciosa Hinshaw no da la talla como
espejo de la mítica y salvaje Lorelei (reina del sexual horror, el ganbang, el
fetiche, el bondage y la esclavitud), ni viene a cuento su trasfondo didáctico,
y ni siquiera la postal de San Francisco seduce como retrato de la capital del
nuevo porno.
El film jamás asume riesgos, es timorato y carece de emoción, se
desarrolla de forma muy lenta y sin progresión dramática. Para colmo, James
Franco entrega una actuación gris y mecánica, y acabado el visionado sólo nos
asalta una cuestión evidente: Ashley Hinshaw es muy hermosa. Todo lo demás
resulta mediocre e inane.
Otra decepción más. Es demasiada cansina, trata de eludir el erotismo, como si la pornografía en si misma fuera negativa y carente de sexualidad.
ResponderEliminarSe apega demasiado al drama, pero en drama que poco y nada tiene que ver con la realidad y más con lo que el público espera. Afirma el cliché de la negatividad de la pornografía. Solo el erotismo de la actriz es la única razón para verla.
NO SABER APROVECHAR LO ATRACTIVO DE UNA HISTORIA ES LO PEOR DE UN LIBRETO DESMAÑADO Y FALTO DE PROFUNDIDAD, EL FILM ES MUY TIMORATO Y ARRASTRA INDEFINICIONES Y COMPLEJOS, LE FALTA OSADÍA Y SE PONE DEMASIADAS BARRERAS.
ResponderEliminarPEDRO RODRÍGUEZ