AMOR EN MAL ESTADO
I
Y Pensaste que podías cambiarme,
y trataste de ahuyentar las sombras,
y dormías como la gata en la chimenea
soñando con sendas pintadas de negro
y desiertas como hojas de olvido.
II
Y te masturbabas con plumas de pavo real
bajo la mortecina luz
de un quinqué oscilante,
creyéndote diva frustrada,
adornando tus pechos con cristal barato,
mordiendo manzanas,
esbozando una sonrisa esponjosa
que no me creía.
III
Estaba predestinado
y secabas con tu pelo mis lágrimas.
Cayó el sufrimiento en forma de cruz,
emergieron los terrores
de un lago de sectas
primitivas y delirantes.
IV
Hay tinieblas que me persiguen a cuatro patas,
a lomos de una yegua vieja y lastimera.
Pudridero fétido de los recuerdos,
roto mi corazón,
tengo que digerir tanta nostalgia
que puede que la amargura
sea sólo cansancio.
V
Ah, esplendor del olvido,
allí quedó definitiva la alcoba
como paso sigiloso de besos
que volaron para siempre…
Y yo escribo el poema
como el viejo escupe
su último diente.
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