lunes, 6 de agosto de 2018

CRÍTICA: "MISIÓN IMPOSIBLE: FALLOUT" (Antoine Fuqua, 2018)


La mejor entrega de la franquicia
MISIÓN IMPOSIBLE: FALLOUTêêêê
DIRECTOR: CHISTOPHER MACQUARRIE.
INTÉRPRETES: TOM CRUISE, REBECCA FERGUSON, HENRY CAVILL, SIMON PEGG, VING RHAMES, MICHELLE MONAGHAN.
GÉNERO: ACCIÓN / EE.UU. / 2018 / DURACIÓN: 147 MINUTOS.


    Lo mejor del debut de Christopher McQuarrie hace 18 años con Secuestro infernal (2000) fue precisamente el trabajo con la cámara. Aquel aceptable y primer trabajo nos dio a conocer a un director que pasada más de una década iba a iniciar una fructífera colaboración al lado de Tom Cruise que comenzó con Jack Reacher (2012) film de acción y espionaje que adapta la novela de Lee Child. Contento con su trabajo en esa primera colaboración juntos, Cruise le llama para que se sitúe detrás de la cámara en Misión imposible: Nación secreta (2015) que aunque no es desdeñable no está a la altura de esta Misión imposible: Fallout, sin duda la mejor entrega de la franquicia que inició Brian De Palma en 1996.

   
   Como sabrán mis lectores, todo comenzó con la serie de televisión homónima creada por Bruce Geller y que se emitió desde 1966 hasta 1973 convirtiéndose en todo un clásico que alojó en la memoria colectiva de manera indeleble la música de Lalo Schifrin. En Misión imposible: Fallout, sexta entrega de la saga, nos volvemos a encontrar con Ethan Hunt (Cruise) agente de operaciones de campo para el IMF, una agencia de élite de espionaje que se encarga de llevar a cabo peligrosas y sensibles misiones internacionales consideradas como “imposibles”. 

    Con un incremento de la tensión en el mundo, la CIA, tras perder un cargamento de plutonio, toma cartas en el asunto para recuperar este peligroso material y manda a uno de sus mejores agentes, August Walker (Henry Cavill) aunque el equipo de Hunt desconfía de él, pero la seguridad mundial depende del éxito de esa misión y sólo una persona puede completarla.

  
   Si no consideramos Mad Max: Furia en la carretera como un film puro de acción (yo sí lo hago), Misión imposible: Fallout se impone como la mejor película de acción en lo que va de siglo. Lo es porque rindiendo tributo a la fuente catódica de donde procede originariamente, McQuarrie evita saturarla de efectos visuales que siempre dan brillo a la inverosímiles secuencias de acción (para las que Cruise no utiliza dobles) y que ponen en entredicho cualquier ley de la física o la gravedad, también porque toda la función está imbuida de un vértigo alucinante, de una fiebre que te invita a caminar constantemente suspendido en el vacío. Lo de menos, una vez más, es el MacGuffin, ese maletín de plutonio sustraído por un error propio que Hunt y su equipo tendrán que enmendar. Lo que verdaderamente importa es conducir cada etapa de la peligrosa misión por un cauce de emociones; sentimentales, con Hunt debatiéndose entre el recuerdo de su esposa, Michelle Monaghan, y la siempre escurridiza Rebecca Ferguson; de amistad, inquebrantable hacia su fiel equipo; y épica y heroica, con la entrega absoluta del protagonista para salvar a la humanidad de la catástrofe.

    
  En Misión imposible: Fallout hay ritmo, alta tensión, romanticismo y unos escenarios tan atmosféricos como fascinantes. McQuarrie y su equipo nos ofrecen una lección magistral de cómo rodar secuencias sumamente arriesgadas con motos, coches y helicópteros convirtiendo cada persecución en un chute de adrenalina. Por supuesto, a Tom Cruise se le van notando ya los años (56), pero es ahora en plena madurez cuando está dotando al personaje de mayor profundidad psicológica y de una atractiva naturalidad, desplegando todo un magnífico abanico de recursos interpretativos. La franquicia toma impulso por el empeño del actor, y aunque tal vez ahora el cálculo de la acción y su vertiginoso in crescendo esté más milimétricamente estudiado con la intención de mantener al espectador más joven pegado a la butaca, es la figura trágica del héroe la que se impone con una personalidad desbordante dejándonos vislumbrar sus debilidades humanas y su incansable lucha contra el mal en sus nuevas formas. Un musculoso espectáculo.

2 comentarios:

  1. El último film de acción romántico. O casi.

    Un abrazo.

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  2. Sí, y con Cruise alcanzando la madurez otoñal y artística.

    Un abrazo.

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