domingo, 14 de noviembre de 2021

CRÍTICA: "WAY DOWN" (Jaume Balagueró, 2021)

 Asalto al Banco de España

“WAY DOWN” êê

DIRECTOR: Jaume Balagueró.

INTÉRPRETES: Freddie Highmore, Liam Cunningham, Astrid Bergès-Frisbay, Luis Tosar, Sam Riley, José Coronado, Emilio Gutiérrez Caba, Axel Stein.

GÉNERO: Thriler / DURACIÓN: 118 minutos / PAÍS: España / AÑO: 2021.

    Una vez vista Way Down, el primer pensamiento que asalta a este cronista es que el cine de acción y atracos no es precisamente un género que se ajuste al universo creativo y el estilo del director nacido en Lleida Jaume Balagueró. Un cineasta que ha ofrecido lo mejor de sí mismo en los tortuosos parajes del fantaterror con títulos como [ºRec] (2007) y Mientras duermes (2011).

 

     Con un libreto en el que han participado cinco guionistas (demasiados para un guión poco original), la irregular Way Down parte de la leyenda de que el Banco de España es inexpugnable. Una idea que no parece importar a Thom Jhonson (Freddie Highmore), un brillante y joven ingeniero reclutado para buscar la forma de acceder a su interior. El objetivo es un pequeño tesoro que va a estar depositado en el banco solamente diez días. Diez días para descubrir el secreto de la caja, para preparar el plan y el asalto, para organizar una fuga irrepetible cuando la esperada final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica reúna a cientos de miles de aficionados a las puertas del Banco de España. Diez días para alcanzar la gloria… o para acabar con los huesos en prisión.

      Pasando por alto su sesgo oportunista a rebufo de la estela dejada por el éxito televisivo de La casa de papel y las evidentes reminiscencias a la saga Ocean`s Eleven, que nos hace sospechar que Way Down es una película de encargo, nada de lo que sucede en la función puede resultar insólito para el espectador más cinéfilo. Para el aficionado español el reclamo está en algunos de los intérpretes incluidos en el reparto (Luis Tosar, José Coronado, Emilio Gutiérrez Caba), pero sus roles son muy secundarios. Al espectador se le exigirá dejar suspendida la credibilidad porque el cúmulo de obstáculos que tendrán que sortear el grupo de aventureros se nos antojan inverosímiles y con el tremendo lastre de no generar apenas tensión. Way Down, que tiene como telón de fondo la final del Mundial de Fútbol de 2010 en la que España se proclamó campeona, es una película irregular plagada de tropos y clichés que dibuja una radiografía folclórica y en cierto modo caricaturesca de la España de fútbol, cervezas y tapas, un relato prematuramente previsible y con una narrativa convencional que no ayuda a dotar de un mayor atractivo a los personajes.               

     Sin sorpresas reseñables en los giros argumentales y algunas escenas de acción en el interior del banco filmadas con oficio, ésta enésima propuesta del atraco perfecto para hacerse con un tesoro escondido en el corazón del Banco de España que robó el mítico corsario Francis Drake, es a la vez un regreso a los lugares comunes del género y un retrato movido de un país de pandereta abrazado a la ilusión y el pueril orgullo de ganar un campeonato mundial de fútbol (¡Goooool de Iniesta!), pero más allá de la puesta en escena y los valores de producción, todo lo que Balagueró nos cuenta en Way Down ya nos lo han contado antes mucho mejor, pues en la tradición de las heist movies utiliza todos los recursos incluidos en el manual, que evidentemente están bien ensamblados y lucen bien debido a la pericia de Balagueró con el lenguaje cinematográfico. Lo mejor de la función lo encontramos en la química que desprende la pareja protagonista formada por Freddie Highmore (el ingeniero con cara de despistado) y Astrid Bergès-Frisbay (la chica lista que tiene el control y nunca lo pierde), todo lo demás son ecos e ingredientes genuinos de una fórmula que permanece invariable.

2 comentarios:

  1. ¿Por qué ha dejado el fantástico, que tan bien se le daba?

    Un abrazo.

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  2. Supongo que por una cuestión alimenticia. Way Down tiene pinta de ser una película de encargo.

    Un abrazo.

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