martes, 3 de abril de 2018

JOYAS DEL CINE ERÓTICO: “PERVERSIONES DE UNA MUJER” (Susan Streitfeld, 1996)



   Tras debutar con esta película, la directora Susan Streitfeld sólo se ha situado otra vez detrás de la cámara para rodar Golf in the Kingdom (2010) película independiente basada en la novela de Michael Murphy que tiene el mundo del golf como trasfondo. Tan escueta filmografía puede tener su explicación en el carácter poco comercial de su cine y la mala distribución con que han contado sus criaturas cinematográficas, siempre englobadas dentro del cine independiente que, como el film que nos ocupa, tuvo su premiere en el Festival de Sundance.


   Perversiones de una mujer nos presenta a Eve (Tilda Swinton) una joven abogada de éxito cuya vida oscila entre su elocuencia y frialdad en el tribunal y su extrema vulnerabilidad. El punto culminante de su carrera podría llegar pronto si la nombran jueza, pero su puesto comienza a peligrar cuando su hermana cleptómana, Maddie (Amy Madigan) es detenida. Eve viaja para estar a su lado cuando está en la cárcel. La lucha contra la enfermedad de Maddie provoca conflictos previamente reprimidos.

   
    Protagonizada por una casi desconocida Tilda Swinton, que cuatro años antes había sido descubierta en el film de Sally Potter Orlando (1992) magnífica película basada en la novela de Virginia Woolf, Perversiones de una mujer toma como eje un extraño y ambiguo personaje, una abogada de prestigio y bisexual que sufre pesadillas como consecuencia de un trauma infantil. Su demostrada pericia en los tribunales está a punto de ser reconocida cuando sea nombrada jueza, pero los problemas llegarán con la irrupción en su vida de su hermana, amiga de lo ajeno y un tanto desequilibrada.


  Perversiones de una mujer es una película muy caprichosa y en cierto modo arbitraria que pasó sin pena ni gloria allí por donde fue exhibida (en nuestro país fue directa al mercado del VHS) a pesar de que estuvo nominada al Gran Premio del Jurado en Sundance. Casi nada tiene mucho sentido en esta historia en donde las escenas oníricas causan bochorno, y el soso argumento, siempre oscilante entre la intriga psicológica y el drama erótico, sólo es digerible en algunos momentos de sádica sexualidad que derivará en una crisis existencial de la protagonista. Película víctima de su tiempo, una época en donde graciosamente el erotismo se exprimía como ingrediente para dar sabor a cualquier salsa. Buenos tiempos si los comparamos con la mojigata y repugnante época actual.

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