jueves, 29 de septiembre de 2016

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: "MANHATTAN" (Woody Allen, 1979)

MANHATTAN
Comedia Ácida - USA, 1979 - 107 Minutos - Blanco y Negro.
DIRECTOR: WOODY ALLEN.
INTÉRPRETES: WOODY ALLEN, DIANE KEATON, MICHAEL MURPHY, MERYL STREEP, MARIEL HEMINGWAY.


    Woody Allen (Nueva York, 1935) es el cómico más grande y genial del cine en las tres últimas décadas, perteneciente a una familia judía estudió en la Universidad de Nueva York y en el City College. Showman, escritor, actor y director trabaja a principios de los sesenta escribiendo guiones para la radio y la televisión, más adelante se dedica a hacer actuaciones en vivo para cabarets y realiza algunas obras de teatro entre las que destaca Sueños de un seductor, de la que en 1972 rueda una versión cinematográfica. Su debut como director de cine tiene lugar en 1967 con El número uno, film que también escribe y protagoniza y que es una peculiar versión de un clásico policíaco japonés. Tanto éste como sus siguientes trabajos: Toma el dinero y corre (1969), Bananas (1971), Todo lo que usted quería saber sobre el sexo y no se atrevía a preguntarlo (1972), denotan un ansia por transgredir, impactar y hacer reír a toda costa que las hacen caer en el exceso, el tópico y el chiste fácil. Entre los films más significativos de este personal autor podemos citar: Annie Hall (1977), Broadway Danny Rose ( (1984), La rosa púrpura del Cairo (1985), Hannah y sus hermanas (1986), Días de radio (1987), Delitos y faltas (1989), Balas sobre Broadway (1994), Poderosa afrodita (1995), Desmontando a Harry (1997), Acordes y desacuerdos (1999).

  
    En Un final made in Hollywood (2002) se presenta a sí mismo como un realizador acabado que a pesar de haber conseguido un Oscar se gana la vida rodando spots en Canadá, y en Melinda y Melinda (2004) nos presenta un atractivo retrato dual de la guapa Radha Mitchell. La longevidad creativa de este director es verdaderamente sorprendente de sus obras mayores de los últimos años podemos citar Match Point (2005), la mejor película de su última etapa, la resultona Scoop (2006), la irregular El sueño de Casandra (2007), la fallida Vicky Cristina Barcelona (2008), la muy personalísima Si la cosa funciona (2009), la errática Conocerás al hombre de tus sueños (2010), ese fantástico y romántico viaje en el tiempo titulado Midnight in Paris (2011), la episódica y arrítmica A Roma con amor (2012), la plúmbea Blue Jasmine (2013), la olvidable Magia a la luz de la luna (2014), la aseada intriga Irrational Man (2015) y la reciente comedia Café Society (2016). Y el maestro sigue trabajando camino ya de sus 81 años. Tener una mujer tan hermosa y joven suele insuflar mucha energía.
   
   
    El mejor film de su autor nos cuenta las relaciones de Isaac (Woody Allen) un hombre de mediana edad que está atravesando una crisis de creatividad unida a otra de tipo emocional que le origina su esposa Jill (Meryl Streep) que le ha abandonado, iniciado una relación lésbica y publicado un libro sobre su matrimonio con él, cuestión ésta última que hace más tirante los problemas de la separación. Isaac es guionista de televisión, lo que le da para mantener un ritmo de vida alto, tiene, además, una encantadora relación con una preciosa adolescente de diecisiete años llamada Tracy (Mariel Hemingway). Decidido también a escribir un libro, Isaac deja la televisión y se enamora de Mary Wilke (Dianne Keaton) una intelectual compleja e independiente de la que también está enamorado su amigo Yale (Michael Murphy).


    Rodada en un maravilloso blanco y negro con una impresionante fotografía de Don Willis, Manhattan es una entretenida crónica de personajes y a la vez un emocionado homenaje a su ciudad natal, Nueva York, y más concretamente a su corazón, la isla de Manhattan, que constituye su núcleo originario y alberga los barrios comerciales, portuarios, financieros y culturales de la metrópolis. El film, que se puede ver como la parte intermedia de una trilogía compuesta además por Annie Hall (1977) y Recuerdos (1980), arranca de forma magistral con imágenes de los alucinantes rascacielos y puentes de la famosa isla, entre las que se desgranan los acordes de “Rhapsody in blue” de George Gershwin, para seguidamente penetrar en el ajetreo de sus calles, en el trajín de la desenfrenada actividad de sus neuróticos habitantes, a los cuales también homenajea Allen con ese desparpajo tan característico suyo, retratando de manera cómica el discurrir de varias parejas de la seudointelectualidad neoyorquina, arquetipos sobre los que realiza una reflexión sobre los temas que más le obsesionan; las relaciones sentimentales que, en algunos casos, fruto de ese frenético dinamismo, y en otros de su carácter maniático -o de las dos cosas a la vez- quedan al borde del abismo empujadas por los eternos y diarios conflictos morales, intelectuales, religiosos y sexuales.


   Isaac mantiene una relación con una chica veinte años menor que él, realmente no está enamorado, le da miedo enamorarse, lo cual podemos entender como una timidez ética derivada de algunos prejuicios por la educación recibida, lo que le inclina a enamorarse de alguien más o menos de su edad, la complicada Mary Wilke, con la que comparte también inquietudes intelectuales... pero ¿se verá correspondido? Situaciones de las que se liberan claros apuntes psicológicos sobre la inseguridad e insatisfacción personal, la imposibilidad de ser mínimamente comprendido. Mary le confiesa a Isaac (Ike) que sigue enamorada de Yale y que quiere volver con él:
  - No te reprocho que estés furioso conmigo.
  - Bueno, yo...me siento demasiado aturdido para estar furioso.
 - Pues me gustaría que lo estuvieras. Me gustaría que te enfadaras, para discutir, para desahogarnos.
  - Bueno, pues no me enfado, ¿vale? Mira tengo tendencia a interiorizar. No puedo expresar la ira, ése es uno de los problemas que tengo. En vez de enfadarme me sale un grano.
   

    Destellos de un prodigioso guión en el que colabora también Marshall Brickman y que constituye, sin lugar a dudas, el poderoso armazón donde se edifica esta historia de relaciones cruzadas que tanto gustan al cineasta, en las que los personajes hablan de manera arrolladora, con un entramado de frases aderezadas con un humor agudo, ácido y chispeante. Relato al mismo tiempo estremecedor y cómico, conmovedor y divertido, que dibuja con tino los perfiles de cierta sociedad neoyorquina tan pedante, engolada y ombliguista.


2 comentarios:

  1. Creo que "Manhattan" sigue siendo su mejor película, la que condensa mejor su mundo y sus obsesiones, la más bella, la más ácida, también una de las más divertidas. Y las imágenes iniciales de Nueva York, extraordinariamente fotografiada por Gordon Willis, o el tierno final, son momentos gloriosos de la historia del séptimo arte.

    Un abrazo.

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  2. Amén. Una obra maestra absoluta al alcance de muy pocos genios. Plena de detales y diálogos ingeniosos, se eleva como el film que mejor refleja el universo de su autor. Te confieso que es una de esas películas que puedo recitar de memoria casi todas sus líneas de dialogo.

    Un abrazo.

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