viernes, 15 de abril de 2016

LOS MEJORES FILMS DE CULTO: “MALDITA GENERACIÓN” (1995)

“THE DOOM GENERATION” (Gregg Araki, 1995)

    
     El director nacido en Los Ángeles, Gregg Araki, uno de los popes del cine independiente en la década de los 90 formando parte de aquella corriente conocida como New Queer Cinema, cuyos argumentos están centrados en personas homosexuales, firmó en 1995 esta comedia negra rebosante de violencia y erotismo titulada The Doom Gneration, argumentos por los que tuvo una lamentable distribución y una exigua carrera comercial. La última película estrenada por el realizador de padre japonés y madre estadounidense, lleva por título Pájaro blanco de la tormenta de la nieve (2014), que protagonizada por Shailene Woodley, nos narra la vida de una joven de 17 años cuya vida cambia cuando su madre desaparece sin dejar rastro. Un film muy alejado de las constantes temáticas y estilísticas que guiaron su cine en los 90. Hasta la fecha, su película su película más prestigiosa a nivel crítico y de público es Oscura inocencia (2004), un fascinante film protagonizado por Joseph Gordon-Levitt.

   
   Maldita Generación narra la historia de Amy Blue (Rose McGowan), Jordan White (James Duval) y Xavier Red (Johnathon Schaech) que conforman un trío de jóvenes embarcados en una espiral de crímenes y sexo que acaba teniendo incluso cobertura televisiva. El film, definido por Araki como “una película criminal heterosexual” tiene algunos paralelismos con Asesinos Natos (Natural Born Killers, Oliver Stone, 1994) y, como queda apuntado, cuenta la aventura (y el ménage à trois) de dos adolescentes y un vagabundo punk veinteañero.

      
    Con ínfulas de película subversiva, The Doom Generation es una de las películas más incomprendidas y malditas de los 90, tal vez por el escupitajo que representa sobre el establishment y los ritos de una sociedad decadente, represiva y caótica esa fuga psicogénica que emprenden los protagonistas, que se ven envueltos en situaciones absurdas y delirantes de violencia visceral y sexo crudo, y en donde no faltan múltiples referencias cinéfilas y culturales. Con ciertas reminiscencias tarantinianas, Araki crea una road movie trepidante dando el protagonismo a unos marginados como hiperbólicos dibujos de la juventud rebelde, apática y sin horizontes de la época, cuyo triángulo sexual, más que amoroso, suma atractivo a un viaje a ninguna parte marcado por el desasosiego y,  no podía ser de otro modo, la fatalidad.

   
     Segunda película de la Trilogía del Apocalipsis formada además por Totally F***ed Up (1993) sobre un grupo de homosexuales marginales, y Nowhere (1997) sobre el impacto de las drogas en unos jóvenes, Maldita Generación, a pesar de cierta incongruencia narrativa y su pretenciosidad transgresora, luce un magnífico aspecto visual rebosante de colores saturados, una bella fotografía que amplifica las escenas de mayor violencia, como esa del asesinato de uno de los personajes principales, rodada de forma tan repulsiva como luminosa por un Araki que juega con la ambigüedad de los dos personajes protagonistas masculinos y una dinámica maldita de las emociones, en donde no faltan evocaciones satánicas (la cuenta a pagar siempre es 6.66) y ciertas licencias autocomplacientes (la masturbación en el baño de uno de los personajes). Rose McGowan en su primera aparición importante y maravilloso cameo de Parker Posey. Un título nada despreciable que vale la pena recuperar y que puede servir como acercamiento a este cineasta tan peculiar.


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