miércoles, 10 de diciembre de 2025

CRÍTICA: "KEEPER" (Osgood Perkins, 2025)

 

Un paso en el vacío

“KEEPER”  êê

DIRECTOR: Osgood Perkins.

INTÉRPRETES: Tatiana Maslany, Rossif Sutherland, Kett Turton, Erin Boyes, Claire Friesen.

GÉNERO: Terror / DURACIÓN: 99 minutos / PAÍS: EE.UU. / AÑO: 2025

   Keeper, la nueva propuesta de Osgood Perkins, nos llega envuelta en un aura de misterio y cierto prestigio heredado de sus trabajos previos. Sin embargo, lo que prometía ser otro ejercicio de terror atmosférico termina siendo una obra frustrante, narrativamente torpe y sorprendentemente vacía. Perkins, conocido por su capacidad para crear inquietud a partir de los silencios y los detalles, aquí parece perder completamente el pulso de su propio estilo, entregando una película que no se sabe qué quiere contar y cómo hacerlo.

    La función nos presenta a una pareja, Malcolm y Liz (Rossif Shutherland y Tatiana Maslany) que para celebrar su primer aniversario hace una escapada romántica de fin de semana a una cabaña aislada. Cuando Malcolm, que es médico, regresa por una urgencia a la ciudad, Liz se encuentra aislada y en presencia de un mal indescriptible que revela los horripilantes secretos que esconde la cabaña.

    El mayor problema reside en un libreto disperso, incapaz de cohesionar sus ideas ni de sostener la tensión que intenta sembrar. La estructura avanza entre escenas que parecen reveladoras pero que no llevan a ninguna parte, o peor, a parajes mil veces surcados, acumulando simbolismos que no profundizan en nada y unos personajes poco sugerentes y nada creíbles. La atmósfera, que debería ser opresiva se vuelve vulgar, y los pocos destellos de autoría quedan sepultados bajo la falta de una dirección firme y dramática.

   A esto se suman los anodinos y previsibles sustos. Lejos del terror psicológico que Perkins ha manejado con buen oficio en otras ocasiones, Keeper apuesta por los sobresaltos predecibles y sin impacto. La película parece incapaz de generar ni una sombra de inquietud duradera; incluso sus momentos más oscuros carecen de peso emocional. Visualmente, Keeper mantiene cierta identidad aunque los elementos sobrenaturales no resaltan por su originalidad, pero incluso la estética -una de las virtudes del director- parece aquí sometida a una historia que nunca despega. El resultado es un ejercicio de estilo hueco, una película que se siente incompleta y falta de alma. Definitivamente, estamos ante un traspiés notable en la filmografía de Perkins, un relato sin fuerza ni tensión ni propósito. Una experiencia tan insatisfactoria como olvidable.

1 comentario:

  1. ¡Muy buena reseña! Leyéndote, queda claro que 'Keeper' es uno de esos proyectos que llegan con un aura prometedora —más aún viniendo de Perkins— pero que se desinflan casi desde el arranque. Esa sensación de "obra en busca de sí misma" que describes atraviesa toda la crítica: un libreto disperso, una atmósfera que nunca termina de cuajar y un terror que renuncia a la sutileza para caer en sobresaltos previsibles. Es una pena, porque Perkins ha demostrado en otras ocasiones que sabe manejar el silencio, la insinuación y el desasosiego con mucha más precisión.

    También me llamó la atención lo que comentas sobre la estética: incluso cuando mantiene cierta identidad visual, parece sometida a una historia que no sabe sostenerla. Ese contraste entre forma y vacío narrativo es quizá lo que más duele en un director que suele apoyarse tanto en lo sensorial.

    En definitiva, tu crítica transmite muy bien esa frustración de ver un proyecto con potencial quedarse en un ejercicio hueco. Ojalá el próximo paso de Perkins vuelva a estar más cerca de lo que mejor sabe hacer.

    Un saludo cinéfilo

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