viernes, 19 de agosto de 2016

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: "FARGO" (Joel Cohen, 1996)

"FARGO"
Thriller - USA, 1996 - 97 Minutos.
Director: Joel Cohen.
Intérpretes: Frances McDormand, William H. Macy, Steve Buscemi, Peter Stormare.


    Los hermanos Cohen forman el dúo más interesante e imaginativo del cine americano. Complementándose a la perfección, Ethan se encarga del guión y la producción y Joel de la dirección. Esta conjunción creativa comenzó su andadura artística en el año 1984 con su ópera prima, Sangre fácil, un thriller de bajísimo presupuesto que narra las relaciones de una mujer casada con el dueño de un bar que la maltrata y al que ella engaña con un empleado suyo, un film calificado actualmente como de culto. Títulos como Muerte entre las flores (1990) que ganó la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y que contiene el mejor ametrallamiento de la historia del cine. Barton Fink (1991) galardonado con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, o Fargo, Mejor Dirección en Cannes, Oscar a la Mejor Actriz y al Mejor Guión Original, les hacen ser acreedores de un gran prestigio y un envidiable palmarés para su corta filmografía. El gran Lebowski (1997) protagonizado por Jeff Bridges, narra la historia de un hombre fracasado y en paro que es confundido con otra persona con su mismo nombre. Otros films que conforman la filmografía de esta singular pareja de cineastas son O’brother! (2000) odisea que narra la fuga de dos presidiarios, El hombre que nunca estuvo allí (2002) ritmo lacónico para una estupenda revisitación del cine negro más clásico, Ladykillers (2004) con Tom Hanks de protagonista. Pero las dos mejores películas de que han rodado en la última década la pareja son Valor de ley (2010) excelente remake del film de Henry Hathaway de 1969, y No es país para viejos (2007) con nuestro Javier Bardem haciendo de inolvidable villano.
 
 
   Fargo es, más que un drama, un thriller cómico, con un argumento sacado de las páginas de sucesos de un periódico sobre un hecho real ocurrido en Minnesota en 1987. Jerry Lundegaard (William H. Macy) es un vendedor de coches de Minneapolis que, a causa de las deudas, tiene grandes problemas económicos, está desesperado y necesita dinero imperiosamente, cuestión que le hace tomar una solución drástica. Esta consiste en contratar a dos matones (Steve Buscemi y Peter Stormare) para secuestrar a su mujer. Lo que pretende Jerry es cobrar el rescate a su adinerado suegro, pagar una pequeña cantidad a los matones y con el resto saldar las deudas. Pero el plan se complica cuando los secuestradores matan a un policía y a otras dos personas, momento en que entra en acción la jefa de policía (Frances McDormand) que está embarazada, haciéndose cargo de la investigación de los homicidios y de rebote del secuestro.
 
   
    En el pasaje nevado de Minneapolis -la Minnesota natal de los Cohen- se desarrolla este brillante aunque estrafalario retrato crítico de los habitantes de la América profunda. Tragicomedia rural habitada por personajes de una rareza casi surrealista, donde el habla, los tics y sus costumbres son analizados a la perfección con un punzante histrionismo. La cámara, inmóvil, enmarca a estos personajes mediocres, de gorros imposibles, como si les estuvieran grabando para un programa de televisión local, dejando que aflore su inusitada extravagancia. 


    Resulta obvio explicar que el drama que supone la historia real queda un poco desfigurado por la introducción del previsible elemento cómico, connotación ésta a la que los independientes Cohen nos tienen acostumbrados, y algo por lo que les tenemos que estar agradecidos, porque sin esas gotas de humor negro en situaciones de patética ironía, no sería fácil asimilar escenas verdaderamente macabras y brutales. La enérgica dirección de Joel Cohen denota aquí una evolución positiva en el género que mejor dominan y donde más a gusto se sienten, apartándose de los encuadres y planos complicados, logrando de esta manera una realización más limpia y una mayor depuración de estilo. Fue aclamada por la crítica en su momento como la mejor película de los Cohen, lo sigue siendo, ocupando el Nº 84 en la lista del American Films Institute, es, en suma, una de esas bellas rarezas que aparecen cada cincuenta años.


    Un par de escenas: la de la trituradora de madera con Peter Stormares empujando el pie con un leño, y esa en la que Steve Buscemi intenta taponar con un papel, mientras conduce, el flujo de sangre que le brota del rostro. Hay que ver las expresiones y la rara gestualidad de este tío, por cierto, un gran actor.     

                                                                           

4 comentarios:

  1. Excelente película , la disfruté mucho cuando la vi por primera vez hace ya unos años. Pero me sigue gustando , y siempre la disfruto cuando la vuelvo a ver.....Hubieras puesto la escena cuando los matones tienen sexo con las nenas del bar, la chica pelo lacio me encanta. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. A mí también me gusta mucho, de hecho, es la película que más me gusta de los Cohen junto a "Muerte entre las flores". Disponía sólo de estos gifs, pero si más adelante puedo incluir alguno de esa escena que me comentas lo haré. En cualquier caso, es un film rebosante de escenas memorables.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Con este thriller tan extraño como impactante, los Coen nos recordaron que la realidad suele superar a la ficción; quizás por eso impusieron -con mucho acierto- un tono visual elegante pero neutro, casi propio de un documental, idóneo para filtrar el surrealismo de la historia y sus protagonistas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Además, Ricard, es un film de tono costumbrista, un viaje desquiciado a las entrañas de esa América profunda tan llena de tradiciones estúpidas y traumas jamás superados.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar