martes, 9 de octubre de 2018

CRÍTICA: "OLA DE CRÍMENES" (Gracia Querejeta, 2018)

Sin pizca de gracia, Querejeta
OLA DE CRÍMENESê
(Gracia Querejeta, 2018)
   

   Con una filmografía que consta de media docena de títulos, (recordemos que debutó en 1992 con el largometraje Una estación de paso) y cuyo mayor logro a nivel crítico lo obtuvo el drama adolescente Héctor (2004), Gracia Querejeta nos presenta ahora esta fallida comedia titulada Ola de crímenes, cuyo argumento sigue a Leyre (Maribel Verdú), una ama de casa divorciada que vive cómodamente hasta que su hijo adolescente mata en un arrebato a su padre y exmarido (Luis Tosar). Ella decide hacer lo imposible por ocultar el feo asunto, desatando una ola de crímenes en Bilbao. Mientras, la nueva esposa del difunto (Paula Echevarría) y su implacable abogada (Juana Acosta) tratan de ocultar  la jugosa trama de corrupción en la que se movían. Pero no habían contado con la perseverancia de dos inspectores de la ertzaintza (Antonio Resines y Raúl Peña).

   
   Producida por una canal de televisión que me produce grima citar, Ola de crímenes no es seguramente la película que a Gracia Querejeta le hubiera gustado firmar, pero así está el patio del cine español, en donde es difícil que te produzcan otra cosa que no sea una comedia pedorra y burda por el miedo a no comerte un rosco en la taquilla. Pero este cine alimenticio, puramente crematístico, sólo provoca hastío en el espectador mínimamente exigente, que no encuentra sentido a tantas situaciones estúpidas y diálogos zarrapastrosos que pretendidamente están ideados para resultar cómicos, pero que lo único que provocan es vergüenza ajena. 


    Aun contando con intérpretes solventes como Maribel Verdú, Antonio Resines y cameos de Luis Tosar, Javier Cámara y Raúl Arévalo, que nos regalan actuaciones olvidables, Ola de crímenes es una comedia chusca que jamás encuentra  el ritmo ni el tono por la deriva de un guión pésimo, un cóctel que mezcla sin concierto ni sentido la corrupción, el maltrato psicológico, el sexo y la violencia para conformar una comedia negra tonta plagada de histrionismo y con un tufo a discurso ya muy desfasado.

2 comentarios:

  1. Ya hace tiempo que Gracia Querejeta no firma una buena película.

    Un abrazo.

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  2. Menos mal que Maribel Verdú sigue conservando sus mejores esencias.

    Un abrazo.

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