Basada
en la magistral novela gráfica firmada por el gran guionista Alan Moore y el
dibujante David Lloyd, V de Vendetta nos presenta un mundo
aterrador, una Inglaterra convertida en un Estado totalitario, un país
gobernado con mano de hierro por el Líder
Adam Sutler (John Hurt) donde la corrupción campa a sus anchas y los medios
de comunicación son sistemáticamente censurados. V (Hugo Weaving) es un héroe complejo, instruido y romántico que
oculta su rostro bajo una máscara del legendario revolucionario Guy Fawkes, y
que está a decidido a culminar con un atentado la venganza del pueblo contra el
gobierno.
Película que tiene que estar en todas
las listas como uno de los mejores estrenos del
nuevo milenio, no sólo por su mensaje altamente incendiario, también por
su potente estética, por la calidad de la propuesta en su apartado técnico y
artístico, derivando en un fastuoso film de personajes, a ratos conmovedora y
siempre interesante.
Con un look visual impactante,
mensajes políticos cristalinos que huyen de
la ambigüedad y los subterfugios y un corrosivo romanticismo, V de Vendetta va más allá de la simple película
de acción para convertirse en una fábula política que invita al espectador a reflexionar sobre su filosofía subversiva en
un mundo de autómatas en el que se
cosifican los sentimientos y en donde sólo es posible luchar contra el poder
con sus mismas armas: violencia, terror, mentiras y manipulación. Así lo entiende el pueblo: "contra los
estados totalitarios no existe el terrorismo, sino lucha por la liberación". Una gran
película.
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