El pasado como condena y la familia como expiación
UNA NOCHE PARA SOBREVIVIR êêê
DIRECTOR: JAUME
COLET-SERRA
INTÉRPRETES: LIAM NEESON, ED HARRIS JOEL KINNAMAN, VINCENT
DÓNOFRIO, GÉNESIS RODRÍGUEZ, BOYD HOLBROOK.
GÉNERO: THRILLER
/ EE.UU / 2015 DURACIÓN: 114 MINUTOS.
El director catalán Jaume Collet-Serra debutó hace ya una década con el resultón
thriller La casa de cera (2005), y con un paréntesis para filmar la
birriosa secuela ¡Goool! 2: Viviendo el sueño (2007), un film olvidable de
temática futbolística, retoma el género con el que debutó en el año 2009
dirigiendo La Huérfana, con la que demuestra ya más oficio para crear una historia inquietante en la que Vera Farmiga y Peter Sarsgaard son un
matrimonio que tras perder el bebé que estaban esperando adoptan a una
niña de rostro angelical que llevará las
llamas del infierno a su hogar. A partir de entonces, Collet-Serra adoptará al siempre
eficaz Liam Neeson como actor
fetiche para componer una serie de policíacos que inaugura con la cinta
titulada Sin identidad (2011), un aceptable thriller casi de serie B que
juega con las falsas identidades muy en la onda paranoica de algunos films
polanskianos. Más floja es su segunda colaboración con el actor norirlandés en
el thriller estrenado el pasado año titulado Non-Stop, sobre un
veterano agente del servicio secreto aéreo con problemas con la bebida que
tendrá que hacer frente a la amenaza de unos alarmantes mensajes que exigen la
transferencia de una fuerte suma de dinero a una cuenta secreta a cambio de no matar a un pasajero
cada 20 minutos, y en el que sólo la presencia de Neeson hace este film
digerible. La nueva colaboración entre el director y el actor aun contando con
algunas constantes reiterativas se me antoja la mejor de todas.
Con 55 años (Neeson
siempre interpreta a personajes más jóvenes pues tiene 62), los mejores años del
matón de Brokklyn Jimmy Conlon, “El Enterrador” (Liam Neeson), ya son
historia. A Jimmy le persiguen los crímenes del pasado y la policía no se ha
olvidado de él. Su mejor amigo sigue siendo su antiguo jefe, el capo de la mafia irlandesa Shawn Maguire (Ed Harris), y
su peor enemigo, el detective Harding
(Víncent D´Onofrio) que lleva 30 años persiguiéndole. Cuando Jimmy se entera de
que su hijo Mike (Joel Kinnaman), con el que no mantiene ninguna relación, se
ha convertido en el objetivo de Maguire por culpa del hijo de éste, Danny (Boy Holbrook), se verá obligado a elegir entre la
familia mafiosa a la que ha pertenecido siempre o la suya, la auténtica, que abandonó
hace muchos años. Jimmy sólo tiene una noche para decidir qué camino elegir y a
quién debe su lealtad.
A Neeson le hemos visto muchas veces ya
interpretar al tipo maduro devastado por el pasado, arrepentido de sus pecados,
alcoholizado y al que su mala conciencia obliga a ejecutar algún acto de
redención para así redimirse y espantar los demonios que asaltan su mente. Pero
es que ese papel le va como anillo al dedo sobre todo cuando un director como Collet-Serra
sabe imprimir la emoción e intensidad adecuada dotando al personaje de un
dramático y emocionante verismo y a la acción de dinamismo, tensión y energía. Además,
en esta ocasión está rodeado de un competente elenco; un Ed Harris que parece
disfrutar dando oxígeno a un veterano mafioso irlandés cuya lealtad a la
organización debe estar por encima de todo; un convincente Vincent D´Onofrio como implacable
policía que finalmente se erige en uno de los pocos personajes honestos del
relato, y un Joel Kinnaman firme en su decisión de no dejarse manchar por las organizaciones criminales pero que se ve envuelto casualmente en un peligroso asunto que pone en peligro a su familia.
Una noche para
sobrevivir está filmada con oficio a pesar de lo previsible de muchas
secuencias (la aparición de Jimmy cuando Danny Maguire está a punto de liquidar
a su hijo) y que toda la historia desprende una sensación déjà vu algo
desconcertante (llegará un momento en que confundiré muchas de las escenas de
estos thrillers protagonizados por Neeson que se me antojan perfectamente
intercambiables), pero no cabe duda de
que la función funciona en su sórdido retrato de los bajos fondos neoyorquinos, la corrupción policial y la mafia irlandesa, en la trágica determinación del protagonista por impartir
justicia y salvar a su hijo en un acto de expiación de sus terribles pecados y
la condena insoportable de haber abandonado a su familia.
Collet-Serra sabe dónde situar la cámara en
cada momento lo que demuestra que se está convirtiendo en un buen artesano, y
si la película rebosa clichés es por culpa de un guión que funciona pero que no
tiene como mayor virtud la originalidad. Resulta curioso que el director
español se decante siempre por historias en las que los lazos familiares (de
sangre o criminales) tienen siempre una relevancia en su dimensión sentimental
y trágica; son las escenas de la relación paternofilial, junto a ese tercer y
esquinado personaje al que da vida Ed Harris, las que sostienen la acción con
un absoluto dominio del tempo narrativo, poniendo énfasis en el
dramatismo latente, un efecto tonal que finalmente explotará en set-pieces
vibrantes que tienen como insuperable escenario la laberíntica metrópolis de
Nueva York retratada en toda su plenitud con unos magníficos barridos aéreos
que captan el desasosiego y la amenaza nocturna. La pericia de Collet-Serra
para rodar escenas de acción queda patente en esa frenética persecución que se desarrolla
en un edificio en llamas y en la vertiginosa persecución automovilística, así
como en la claustrofóbica sensación que producen las secuencias rodadas en
lugares cerrados. Por supuesto, al tratarse de un relato que se desarrolla durante una larga noche, la
acción está dotada de una premura vigorosa y un músculo contundente. Una noche para sobrevivir tiene
hechuras de western urbano (atención esa escena que se desarrolla entre
trenes) en donde la nostalgia dolorosa, emocional y la venganza de los veteranos personajes
evoca la decadencia de un pasado en el que la lealtad lo era todo, un pasado
convertido en cenizas por las nuevas formas del crimen.
Tomo nota de tu recomendación pues las dos anteriores colaboraciones entre Jaume Collet-Serra y Liam Neeson me parecieron muy entretenidas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues ésta es la mejor de las tres a pesar de que no inventa la pólvora. El guión no resalta por su originalidad y desprende sensaciones déjà vu, pero esto no es culpa de Collet-Serra, a quien se le nota cada año que pasa con más oficio y pericia. El problema, insisto, es que llegará un momento que me resultará un galimatías ubicar cada secuencias con los respectivos thrillers interpretados durante la última década por Liam Neeson -convertido en veterano action hero- porque todas me parecen fácilmente intercambiables. Aun así, una película entretenida.
ResponderEliminarUn abrazo.