martes, 1 de diciembre de 2015

CRÍTICA: "EL PUENTE DE LOS ESPÍAS" (2015)


El mejor film de Spielberg de la última década
EL PUENTE DE LOS ESPÍAS êêêê
DIRECTOR: STEVEN SPIELBERG.
INTÉRPRETES: TOM HANKS, MARK RYLANCE, AMY RYAN, ALAN ALDA, SCOTT SHEPHERD, SEBASTIAN KOCH.
GÉNERO: ESPIONAJE / EE.UU. / 2015  DURACIÓN: 135 MINUTOS.    

Con un guión en el que han colaborado los hermanos Coen junto a Matt Charman, el prestigioso Steven Spielberg vuelve a sumergirse en los grandes avatares históricos de su país para narrar un episodio basado en hechos reales y contando de nuevo con el protagonismo de Tom Hanks en lo que supone su cuarta colaboración para la pantalla grande con el director de El diablo sobre ruedas. Sabido es el respeto mutuo que se tienen ambos y la franca amistad que mantienen. Lo cierto es que desde Munich (2005), ninguna película de Spielberg me ha resultado tan interesante como El puente de los espías, a pesar de que ni La guerra de los mundos (2005) ni Lincoln (2012) sean películas desdeñables dentro de esos saltos genéricos a los que nos tiene acostumbrados el realizador.


     
      La acción nos sitúa en la década de los 60 en plena Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. El 1 de mayo de 1960, un avión U-2 espía norteamericano es derribado por el ejército enemigo cuando sobrevolaba territorio soviético. Sorprendentemente, el piloto Francis Gary Powers (Austin Stowell) logra escapar en paracaídas del siniestro. Pero, cuando ya se creía a salvo, es capturado por los soviéticos. Tras el suceso, el abogado especializado en seguros James B. Donovan (Tom Hanks) es reclutado por la CIA como encargado de negociar la liberación del soldado. Ante el peliagudo encargo, el abogado se ve súbitamente inmerso en las entrañas de la Guerra Fría, pues su misión supone llevar a cabo intensas negociaciones para canjear el piloto capturado por Rudolph Abel (Mark Rylance), espía del Kremlin atrapado por el FBI en el Brooklyn de 1957. Teniendo como objetivo hacer lo justo y correcto, este hombre ordinario y padre de familia, tendrá que enfrentarse a situaciones extraordinarias y arriesgarlo todo en defensa de valores como la integridad, el patriotismo y la honradez.
     

     
   A contracorriente de la actual cartelera, resultan muy dignos estos ejercicios de revisionismo históricos que de vez en cuando nos presenta Spielberg, en un loable intento por acercarnos al pasado para arrojar luz sobre algunos de los enigmas que encierran las claves del presente. Estimando el esfuerzo y el alto grado moral del artista detrás de la cámara, El puente de los espías se eleva así como una pieza coherente dentro del decálogo ético y el carácter pedagógico que persigue el director para que entendamos mejor la sociedad en la que vivimos. Gran potenciador de la imagen y magnífico creador de atmósferas, Steven Spielberg, logra un arranque soberbio de la acción para sumergir al espectador en una época tenebrosa en la que la tensión de la Guerra Fría y el peligro nuclear hacía gravitar la paz mundial sobre dos ejes principales; las democracias occidentales lideradas por Estados Unidos y los regímenes comunistas y totalitarios de la Europa del Este encabezados por la URSS.



     
    Un comienzo en el que la sobria presentación de los personajes protagonistas, el abogado de seguros James Donovan, tan familiar, y la soledad del espía soviético Rudolph Abel (y su imagen en el óleo y el espejo que sirven de metáfora a las múltiples máscaras) logra proyectar todas las constantes definitorias del cine realizado con oficio: elegancia, exquisita ambientación y maestría formal, conceptual, visual y narrativa. No exenta de un cierto maniqueísmo, representado en el diferente trato que reciben los espías detenidos a uno y otro lado del Telón de Acero, la película nos habla del honor, de la dualidad del ser humano, del idealismo, de la integridad, de la convicción de un hombre decente para hacer lo justo y correcto aunque esto le procure severos inconvenientes contra las instituciones del sistema.



      El puente de los espías está dividida en dos partes; una primera que se cimenta en el caso judicial del espía ruso y su relación cada vez más humana con su abogado, venciendo así los iniciales prejuicios; y una segunda tamizada por todos los códigos y claves del cine de espías, potenciada por el clima de luz expresionista cortesía del gran Janusz Kaminski y una reconstrucción histórica admirable. Spielberg nos entrega un thriller de espías a la vieja usanza en el que podemos encontrar los ecos de John Le Carre, y levanta acta sobre las tensiones de un tiempo en donde la política era tan afilada y letal como la hoja de un cuchillo. Gran película.


4 comentarios:

  1. Pedro mira que montaje mas bueno, con todo los estrenos 2015.

    https://www.youtube.com/watch?v=3UxZLCtatAo

    ResponderEliminar
  2. Bueno, no están todos, encuentro ausencias importantes, pero aun así, está muy conseguido.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. "El puente de los espías" es una película a la altura de los grandes clásicos del cine americano.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Una verdad como un templo. Un clásico instantáneo y una de las mejores películas del año. Un film absolutamente atmosférico con interpretaciones de altura.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar